9/2/11

LA REVOLUCIÓ FETA DES DEL COR



Esa es la revolución.
Si, denunciar la esclavitud mental está muy bien. Pero la denuncia es incompleta y redunda en amargura y en prorrogar el estado que se denuncia si no se señalan y establecen los modelos y las actitudes que han de sustituir las actividades denunciadas. La vida no puede estar animada solo por la energía presente en el impulso a combatir la injusticia. Y si ese impulso triunfa en algún caso, como ya ha pasado, la ausencia de nuevos modelos dota a los triunfadores de las mismas estructuras morales de los vencidos, y se repite el ciclo.
La respuesta y la seguridad solo vienen del corazón, y desde el corazón; de las actitudes que emanan de esa fuente de sensibilidad y de contacto con la realidad y con la humanidad. Las otras fuentes, relacionadas con la espiral de la mente y del ego, son claramente incompletas y no sacian nunca, ni dan seguridades, más bien solo más dudas, para seguir justificando su propio funcionamiento. La revolución, está en la pregunta: Esto que veo, esto que pienso, esto que hago, esto que siento ¿tiene corazón?

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