¿POR QUÉ NOS INCULCAN EL MIEDO A LA
INTELIGENCIA?
Un nuevo miedo infundado y mentiroso de nuestro tiempo, otro al que nos quieren arrastrar sin darnos opciones a luchar para así acorralarnos, es que la inteligencia artificial terminará por producir vídeos, objetos, sonidos, fotografías, que no seremos capaces de diferenciar de la realidad. Se basa en la mentira tan bien inculcada por la imaginación, de que hemos sido competentes para definir la realidad.
Lo advierten y temen los mismos seres que durante milenios han seguido a pie juntillas mitologías, han recitado de memoria libros que alguien aseguró escritos por manos de divinidad, han matado y/o han muerto por un dios inexistente, por una frontera que como todos sabemos son rayas naturales y reales sobre el terreno, que enarbolan banderas que se apropian de la idiosincrasia de la diversidad resumiéndola en un concepto casi siempre excluyente, que se han dado normas, leyes para poder funcionar como sociedades extensas, y que la mayoría acata creyéndolas defendidas por murallas inamovibles.
El mismo atributo ensalzado con el que nos autodenominamos la supuesta inteligencia con la que nos galardonamos a nosotras mismas es
artificial. La natural es sencillamente un elemento biológico programado por la
naturaleza, somos un ser endeble y nuestra opción para mantenernos vivas ha
sido siempre la adaptabilidad, y sin ese cerebro que imagina y es capaz de
crear vínculos con sus semejantes no podríamos haberlo conseguido, luego hemos
usado esa retorcida imaginación conjuntada con el aburrimiento y el vacío
existencial, quizá efectos secundarios, para inventar supuestas realidades que
no existen, casi todo por lo que nos movemos es un fantasma. Muchas de ellas
perniciosas para nosotras mismas, y todas completamente artificiales, así que
deberíamos estar familiarizadas con ella y asimilarla como parte de un proceso,
tal vez siendo artificial sea natural en nosotras, y al que deberíamos
enfrentarnos sin miedo.
Si la inteligencia artificial es peligrosa solamente es porque
hay gente detrás de ella que lo es, y delante estamos nosotras, esperando a qué
nos digan que hacer y escuchar lo que queremos oír, nos gusta poco
arriesgarnos, es un baile que hemos bailado, sabemos los pasos. Hace unos días
sacaron a un santo, o estatua de madera, por Jaén a pedir lluvia, los que
marchaban en la comitiva como es obvio no sabían diferenciar la realidad de la
falsedad, aunque ellos te dirían que la conocen perfectamente, la llaman
verdad. Ejemplos de manipulaciones habría para aburrir, cambian las formas y en
ocasiones, como la que nos ocupa, de medio.
Ahora poseemos, aunque no las usemos siempre, o no sepamos cómo hacerlo, más herramientas que nunca para acercarnos a la realidad. Antes alguien venía anunciando que un hombre había resucitado en un lugar del que nunca habías oído hablar y no tenías manera de desmentir el bulo, éste en concreto se ha perpetuado dos mil años, cultura que ha influido en el devenir de la humanidad en su conjunto, sin un fundamento real que lo sustente.
Hoy tenemos
a nuestro alcance esos círculos viciosos en los que entramos hasta que se
convierten en jaulas voluntarias, los bulos y las mentiras nos rodean como
pajarillos obsesivos, podemos hacer que paren con un poco de voluntad por
nuestra parte. Hay que implicarse en la búsqueda y a veces es muy laboriosa,
pero merece la pena, lo contrario es dejarse llevar por esa parte de la
sociedad, los amos de la humanidad, como los denomina Chomsky.
La misma inteligencia artificial puede ser usada para
demostrarse a sí misma, para preguntarle si lo que estás viendo lo ha
construido ella, los bulos por tanto no conseguirían nunca ser tan duraderos
como lo han sido hasta ahora. Nos podrán engañar un instante, sin embargo, si
queremos y no nos contentamos con lo que nuestros sentidos perciben, podemos
desmontarlos seguidamente, así que no hay que temer más de lo necesario a la
mal llamada inteligencia artificial, deberíamos temer a la abulia de dejarse
llevar.
El peligro vendrá de otro lado, el trabajo se verá afectado, tendremos que poner en valor de una vez por todas los cuidados, la limpieza, hacer de comer… esos trabajos a la sombra y nunca remunerados que no atraen a los hombres hasta que los deconstruyen, complicando, retorciendo, añadiendo, olvidando el buen hacer de miles de años de las mujeres, hasta convertirlos en importantes para la sociedad, como ha ocurrido por ejemplo con los chef, o los estilistas…
Los trabajos que de verdad implican a dos personas,
la que ofrece y la que necesita no podrán ser sustituidos, todos los demás
claramente desaparecerán, es una oportunidad para iniciar otra ola del
feminismo, la que ponga en valor la igualdad en los cuidados. Es lo que
nos convirtió en humanas, el ayudarnos, el cuidarnos, el construir
comunidad.
Estos progresos que acercan a la gente, que nos hacen
conocer lo que está pasando en tiempo real en otras partes del mundo, en algún
momento se darán la vuelta desligándonos del postureo y nos ayudarán a resetear
la historia futura.
Estamos ante el comienzo de un volteo de paradigma. El
cambio climático, la extinción de especies, producirán movimientos de personas
a escalas jamás vistas, una hecatombe de la que saldrá otro camino que ahora no
sabemos cuál será, como cuando los recolectores-cazadores contemplaban a los
que se habían asentado, ojipláticos, alarmados, críticos, asustados, sin saber
que se estaba fraguando un camino duro y retorcido ante ellos que los llevaría
a un mundo que nunca consiguieron imaginar y en el que terminarían
desapareciendo. Nosotras somos ellas, y ellas somos nosotras. Este mundo está
desapareciendo ante nuestros ojos, y eso sí es real, lo veamos o no.
La inteligencia artificial es solo un instrumento con el que
los amos del mundo nos engañan, nada nuevo, pero del que no son completamente
dueños por primera vez en la historia reciente, si usamos nuestra capacidad
imaginativa para por fin no creer, quizá las inteligencias se ensamblen, y una
nueva y útil capacidad nos permita movernos con verdadera racionalidad serena
por entre los mundos agonizantes y lo que se estén creando.
Soy optimista con la inteligencia artificial, yo veo una
salida, comunicarnos con la realidad con naturalidad alejándonos de la verdad o
las verdades. Si rompemos la verdad absoluta en el pragmatismo
encontraremos respuestas. ¡Fuera los miedos!
https://www.elsaltodiario.com/el-blog-de-el-salto/nos-inculcan-miedo-inteligencia
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