¿QUIÉN MANDA?
Extracto de "La Sociedad Sana" de Erich Fromm
"Hasta ahora he intentado trazar un cuadro general de
la enajenación del hombre moderno respecto de sí mismo y de su semejante en el
proceso de la producción y del consumo, y en su disfrute del tiempo libre. Me
propongo ahora tratar algunos aspectos específicos del carácter social
contemporáneo estrechamente relacionados con el fenómeno de la enajenación y
cuyo estudio, sin embargo, resulta más fácil examinándolos independientemente y
no como subdivisiones de la enajenación.
Autoridad anónima
- conformidad.
El primero de esos aspectos que hay que estudiar es la actitud del hombre moderno hacia la autoridad. Hemos examinado la diferencia existente entre autoridad racional e irracional, entre autoridad estimulante y autoridad inhibitoria, y hemos dicho que la sociedad occidental de los siglos XVIII y XIX se caracterizó por la mezcla de ambos tipos de autoridad.
Lo común a la autoridad racional y la irracional es que es una autoridad franca y manifiesta. Uno sabe quién manda y quién prohíbe: el padre, el maestro, el amo, el rey, el funcionario, el sacerdote. Dios, la ley, la conciencia moral.Los mandatos y las prohibiciones pueden ser razonables o no,
estrictos o indulgentes, y yo puedo
obedecer o rebelarme; siempre sé que hay una autoridad, quién es, qué quiere y
cuáles son los resultados de mi obediencia o de mi rebelión. A mediados del siglo xx la autoridad ha
cambiado de carácter: ya no es una autoridad manifiesta, sino anónima,
invisible, enajenada. Nadie da órdenes, ni una persona, ni una idea, ni una ley
moral; pero todos nos sometemos tanto o más que lo haría la gente en una
sociedad fuertemente autoritaria.
Ciertamente, nadie
es autoridad, excepto "Eso". ¿Qué es "Eso"? La ganancia,
las necesidades económicas, el mercado, el sentido común, la opinión pública,
lo que uno hace, piensa o
siente. Las leyes de la
autoridad anónima son tan invisibles como las leyes del mercado, y exactamente
tan inviolables como ellas. ¿Quién es la persona que puede atacar lo invisible?
¿Quién puede rebelarse contra Nadie? La desaparición de la autoridad manifiesta es claramente perceptible en
todas las esferas de la vida.
Los padres ya no dan
órdenes: sólo sugieren al hijo que "quiera hacer esto o lo otro".
Como ellos mismos carecen de principios o convicciones, intentan llevar a los
hijos a hacer lo que espera de ellos la ley de la conformidad, y muchas veces,
como son más viejos y por lo tanto están menos en contacto con "lo más
nuevo", aprenden de los hijos la actitud que han de adoptar. Lo mismo
sucede en los negocios y en la industria: usted no da órdenes, usted
"sugiere", usted no manda,
sino que insta y manipula. Hasta el ejército norteamericano ha admitido
de usar esta nueva forma de autoridad.
Se hace la propaganda del ejército como si fuera una empresa
comercial atrayente, el soldado se considerará miembro de un "equipo",
aun cuando sigue en pie el hecho de que hay que prepararlo para matar y morir. Mientras hubo autoridad manifiesta, hubo
conflictos y hubo rebeliones contra una autoridad irracional. En el conflicto con los mandatos de la propia
conciencia, en la lucha contra la autoridad irracional, se desarrollan la
personalidad y particularmente el sentimiento de sí mismo. Me siento a mí mismo
como "Yo" porque "yo" dudo, "yo" protesto,
"yo" me rebelo. Aun cuando me someto y me siento derrotado, me siento
a mí mismo como "Yo": "yo", el vencido.
Pero si no tengo
conciencia de la sumisión ni de la rebelión, si me gobierna una autoridad
anónima, pierdo el sentido de identidad, me convierto en "uno", en
una parte de "Eso". El mecanismo mediante el cual opera la autoridad
anónima es la conformidad. Debo hacer lo que todo el mundo hace; en
consecuencia, debo adaptarme, no ser diferente, no "sobresalir"; debo
estar dispuesto a cambiar de buena voluntad, de acuerdo con los cambios del
tipo o modelo; no tengo que preguntar si estoy en lo cierto o no, sino si estoy
adaptado, si no soy "distinto", si no soy diferente. La única
cosa que en mí es permanente es justo esa buena disposición al cambio. Nadie tiene poder sobre mí, excepto el rebaño
del que formo parte y al que estoy sometido"
VISTO EN: https://www.climaterra.org/post/erich-fromm-qui%C3%A9n-manda
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