LA QUE SE AVECINA EN EL
DUELO CATALUÑA VS ESPAÑA
Sobre el tema del
enfrentamiento entre Cataluña y España lo trato entre algodones ya
que ando escarmentado desde finales de los 90 cuando se me ocurrió
publicar los tejemanejes en el cuarto trastero del presidente de la
Generalitat de Cataluña y su nutrida familia. Han tenido que pasar
unos cuantos años para defenestrar a Jordi Pujol and family por los
mismos que hacían negocios con él.
Más allá de la fachada
democrática, más allá del decorado y la puesta en escena está la
trastienda donde el poder económico se ha comido con patatas al
poder político y este al poder judicial. El monstruo depredador, el
poder económico, se ha encaramado en la cima del sistema y nos lleva
inexorablemente a su redil imponiendo sus condiciones.
La sociedad está indefensa
contra esta agresión que elimina las conquistas sociales y conduce a
la desesperación de millones de personas que se quedan atrapadas en
un cepo y su vida en manos de enfermos de codicia que pretenden, y lo
consiguen, esclavizarles.
Lo dicho no se trata de una
ocurrencia, se trata de la constatación de lo que le ocurre a una
buena parte de la población española. Contra esta agresión una
parte de la sociedad civil se ha rebotado contra el monstruo
depredador y sus adláteres lo califican de golpe de Estado.
La oligarquía no anda
equivocada en su calificación de golpe de Estado, si lo pensamos
bien, los que se han rebotado están más que hartos de un Estado
depredador y corrupto y se rebelan del fracaso del país.
Para ser precisos echemos un
vistazo al diccionario: rebelarse es equivalente a resistirse,
insubordinarse o negarse a obedecer. Esto, para ser preciso, es lo
que le ocurre a millones de españoles por carnet de identidad y
catalanes por convicción que se insubordinan y se niegan a obedecer,
a esto se llama revolución.
Aquí hemos llegado a la
paradoja (dicho o hecho que parece contrario a la lógica) que va más
allá de las condiciones contradictorias, el golpe de Estado resulta
válido y real pero también es verosímil la revolución. ¿Puede
existir un golpe de Estado sin violentar una revolución civil o
militar? No me quisiera extender si son galgos o podencos pero lo que
ocurre en Cataluña es lo más parecido a una, de momento, revolución
silenciosa o revolución a la catalana.
Ya he dicho que este asunto de
Cataluña vs. España lo tengo que tratar con pies de plomo, pero
quienes han seguido el blog se habrán percatado que no defiendo a
ningún partido, ni grupo, ni ninguna facción, ni tribu que no sea
la mía y mi tribu es tan reducida que cabemos todos en un taxi.
Dicho esto, me permito exponer
mi opinión: si residiera más allá de la otra orilla del Ebro no me
opondría a que los que se han rebotado contra la oligarquía se
salieran con la suya. La solución al mal de España, una sucesión
de gobiernos vendidos al poder económico, está sin lugar a dudas en
la marcha de los acontecimientos de Cataluña.
El choque de trenes está a
semanas de producirse por lo cual el desenlace no acabará con esta
historia, sino que comenzará una situación nueva e impredecible.
Será precisamente, la decisión que tome el gobierno de España la
que decante en qué escenario se desarrollen los acontecimientos.
El presidente Rajoy, peor no
lo ha podido hacer y ha llevado el enfrentamiento a una peligrosa
zona desde el momento que se hizo un referéndum en Cataluña para
aprobar el Estatut que su núcleo central está en otros estatutos
autonómicos y el PP, en busca de algunos votos lo llevó al Tribunal
Constitucional. Lo que votó el pueblo catalán es refutado por un
órgano judicial puesto a dedo. Los errores se han ido produciendo
uno detrás de otro y ahora cualquier solución se ha radicalizado.
La mejor opción, después de
esta cadena de errores, sigue siendo el referéndum: a pesar de que
no esté autorizado. La oligarquía tiene los medios para difundir
urbe et orbe la falta de legitimidad internacional con que se
encuentra el proceso de secesión, que consiste en evitar el derecho
de autodeterminación de los catalanes y su derecho a decidir.
El Gobierno lo hace fuera de
nuestras fronteras con el fin de evitar una mediación europea.
Europa no intervendrá por amor a la democracia, ni lo hará bajo los
principios sobre el derecho a decidir, o cualquier otra razón.
Intervendrán sólo si piensan que la respuesta de España es un
riesgo para la zona euro: y que el enfrentamiento implica un período
de inestabilidad prolongada de un caos que llega en el peor momento.
El número de eventos
amenazantes que ocurren en Europa en 2017 es de órdago, es posible
que Europa presione a España para participar en un diálogo que
evite una confrontación: es posible, pero todavía no es probable.
Para aquellos que estén interesados en lo que está a punto de
ocurrir se pueden entretener en las cinco alternativas que se
presentan en este enlace:
http:///2017/02/08/catalonia-spain-endgame-scenarios-2017/
van desde el conflicto verbal al enfrentamiento a bofetadas. Vale la
pena echarle un vistazo.
Un riesgo para la zona euro
¿Qué asunto puede suponer un
riesgo para la zona euro? ¿Qué asunto tan grave puede
desestabilizar a la poderosa Europa? Se trata de la deuda soberana
española. Si el enfrentamiento lleva a un divorcio en plan de
discusiones y peleas, estas pueden afectar a la recaudación de
impuestos por huelgas y caída de la producción.
Si afecta a la recaudación
fiscal, afectará a la caja del Estado y con el cambio
constitucional, del PP y PSOE, que primero cobran los acreedores que
tienen en sus manos la deuda española, los recortes a los
Presupuestos Generales del Estado se les ira la mano y recortes sobre
recortes se supone provocará más disturbios.
Pero eso sería lo de menos,
lo gordo estará, si el divorcio es de aquellos que se tiran los
platos a la cabeza, en que unos dirán: “si te vas no pienso
pagarte la pensión y te vas a jorobar”, y los otros dirán: “te
puedes meter la caja de la seguridad social por donde te quepa, ahí
te quedas con la deuda soberana que está a tu nombre”.
Ojo por ojo y diente por
diente, pero resulta que las pensiones se pagan con las cuotas a la
Seguridad Social que patrones y empleados pagan cada mes y en
Cataluña ya tienen organizado que estas cuotas lleguen a las arcas
catalanas, sin embargo, los vencimientos del Tesoro, el encargado de
pagar la deuda soberana, se pagan con los dineros que hay en la caja
del Estado, si no hay dinero ya se lo encontrarán los inversores.
La desestabilización del
Estado llegará por ahí, el poder financiero sabe que un torpedo de
este calibre en la línea de flotación con la marca Cataluña
hundirá el trasatlántico España. De este previsible acontecimiento
el gobierno nos miente y los medios de comunicación lo silencian y
quienes tienen que decir no dicen nada.
Es preferible dar la vuelta a
este peliagudo asunto y difundir que una Cataluña escindida vagaría
eternamente por el espacio sideral, y en lugar de decir la verdad que
España, con una deuda impagable por las “ayudas a la banca”, no
podrá atender los vencimientos de la deuda y entrará en el caos del
default (el país suspende pagos al dejar de pagar la deuda vencida y
los intereses debidos) de ahí, que el problema de Grecia se quede
empequeñecido.
La deuda soberana de Grecia es
de 200.000 millones de euros y la de España de un billón, es decir,
cinco veces más. Estamos cerca de esta catástrofe y el órdago de
la deuda saldrá a relucir en cuanto se produzca el choque de trenes.
Cataluña tiene una deuda a nombre de la Generalitat, esto es lo que
vale, de 62.000 millones de euros que equivale al 31% de su teórico
PIB, una deuda asumible ya que es la mitad de lo recomendable y
España (sin Cataluña) tendría una deuda del 125% que es el doble
de lo que se aconseja ¿Quien gana y quién pierde?
Para añadir algo más dejo mi
pronóstico sobre este asunto: Europa intervendrá cuando vea
peligrar la integridad del euro ya que la zona euro tiene un problema
de diseño, los países que la integran no pueden devaluar ya que la
moneda es común y no tienen previsto asistir al país con
dificultades. Lo hemos visto en el tratamiento a Grecia.
Cataluña no será
independiente y estará atada a España por la parte alícuota que le
corresponde de la deuda, por este vínculo será un Estado asociado a
España (como Puerto Rico a los EE.UU.). Así y todo los oligarcas no
dormirán tranquilos, tendrán la deuda asegurada como también
tendrán asegurados los escándalos por corrupción que se destapen
en cuanto Cataluña se saque de encima la lacra de los que han
ostentado el poder. Ya lo dijo Jordi Pujol: si agitan las ramas
acabarán cayendo los nidos.
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