ECONOMIA COLABORATIVA: Poder (económico) para el ciudadano
· Cerca
de 35 empresas de economía colaborativa multinacionales, españolas y andaluzas
se alían para fortalecer un sector que mueve 2.580 millones de euros.
· Empresas
como Blablacar o Airbnb se reúnen por primera vez en Sevilla para difundir las
oportunidades de un negocio basado en poner en contacto a ciudadanos con otros
ciudadanos.
· Vicente
Fernández, secretario general de Innovación andaluz, afirma que "se
favorece la redistribución de la renta y genera una economía más
participativa".
Te levantas un
día cualquiera para ir al trabajo. En la puerta te espera tu contacto de
Blablacar para ir en coche a Málaga, donde tienes una reunión importante.
Compartís los gastos de combustible. Durante el trayecto, tu hija te llama a
través de Skype para decirte que ya está instalada en su nuevo piso de
estudiantes en un flamante barrio de Berlín. Lo ha encontrado a través de
Eurasmus y podréis ir a visitarla en un mes y alojaros en un "monísimo
apartamento" con vistas al canal. Os lo ha encontrado mediante Airbnb. A
tu regreso de Málaga, recuerdas que necesitáis ropa de abrigo para el viaje a
la capital alemana. Pones a la venta varias prendas que ya no usas a través de Chicfy y
allí mismo encuentras la chaqueta perfecta contra el largo invierno berlinés.
Te han bastado tus pulgares y tus índices para gestionar un día de tu vida.
No es el futuro,
sino el presente. Como le subraya a este diario José Luis Zimmermann,
director general de la Asociación Española de Economía Digital, "esta
economía ya está aquí y el
siguiente paso es que sean empresas españolas en vez de multinacionales".
El empresario se
refiere a la economía colaborativa, un pujante sector que mueve en todo el
mundo 2.580 millones de euros, según la revista Forbes, y que se basa en
plataformas digitales que ponen
en contacto a unos ciudadanos con otros. "Ponen en valor lo que
tienen o lo que saben", destaca Javier Creus, gurú de la economía del
sharing y autor del libro No
Somos Hormigas.
Aunque en España
la voz cantante del sector la llevan multinacionales como Blablacar, con más de
diez millones de usuarios en Europa, o Airbnb, que se extiende ya por 30.000
ciudades del mundo, las pequeñas y medianas empresas nacionales tienen mucho
que decir. Para hacerse fuerte, han creado entre todas la organización Sharing
España, que en tan solo tres meses agrupa ya a 34 empresas con modelos de
negocio 'peer to peer' o de 'ciudadano a ciudadano', que comparten coche, alquilan
habitaciones de su propia vivienda o
se prestan servicios de todo tipo entre ellos. Y todo gracias a plataformas
digitales que los ponen en contacto.
"Somos ciudadanos diferentes"
"Hoy en día
somos ciudadanos diferentes y reclamamos nuestro derecho a producir. Un
individuo aislado puede ser hoy en día una multinacional. En España tenemos una
oportunidad única, porque somos una sociedad con una plasticidad brutal. Somos
la sociedad más abierta que hay en Europa y tenemos unas tasas de adopción de
tecnología brutales", explica Creus ante los emprendedores que se han
reunido en Sevilla para celebrar el 'Digital Economy Day'.
Jaume Mayor,
fundador de WeSmartPark,
una red de aparcamientos colaborativos a bajo coste, recuerda que el auge de
estas empresas ha nacido al calor de la crisis económica, porque "estos
servicios te ofrecen una alternativa para mantener tu nivel de consumo de
manera más eficiente". Vicente Fernández, secretario general de
Innovación, Industria y Energía de la Junta de Andalucía, no duda en calificar
este nuevo modelo económico de reto
de primer orden. En términos de análisis económico, hay pocos tan
drásticos como éste. “Favorece la redistribución de la renta, es un complemento
de rentas y genera una economía más participativa".
Comercio,
turismo, reparaciones, transporte… El abanico de posibilidades de la economía
colaborativa es amplio, como demuestran las empresas presentes en el evento
organizado por la asociación Adigital en colaboración con la Junta de Andalucía
en El Cubo, una incubadora de empresas impulsada
por ésta y Telefónica.
Emprendedores andaluces
José Daniel
Sánchez, sevillano, es fundador de Eurasmus,
una plataforma que permite "poner en contacto a la comunidad de
estudiantes internacionales que se mueven por Europa con, por ejemplo, esas
600.000 viviendas vacías que tiene Andalucía". Como la barrera lingüística
existe, ellos consiguen unir a los estudiantes extranjeros con beca Erasmus,
que buscan alojamiento durante al menos seis meses, con los arrendatarios, que
pueden alquilar habitaciones de sus viviendas vacías. "En el barrio de El
Porvenir de Sevilla había una casa palacio que era imposible de alquilar, ya
que su precio era de 5.000 euros al mes. Tiene 18 habitaciones y los
estudiantes, gracias a la economía colaborativa, han podido acceder a un sitio con
unos estándares muy altos", aclara Sánchez.
Otro andaluz que
le da la vuelta a la tortilla a tópicos varios es Alejandro Costa, creador de Myfixpert. Su discurso
engancha y los números de su empresa convencen: el premio Andalucía Joven a
empresa embajadora de Andalucía no es casualidad. "Esto es un modelo
disruptivo que genera microempleo local, estamos convencidos de que ha venido
para quedarse". En el caso de Costa, su plataforma digital permite que más
de 8.000 técnicos, que reparan móviles y ordenadores, estén " a disposición de la
comunidad". "En todo el mundo se generan más de 45.000
millones de euros al año en reparaciones fuera de garantía, así que la
capacidad de generar empleo de nuestro modelo es brutal", subraya.
Ignacio de la
Hera ( Etece),
también sevillano, tiene un modelo similar, pero pone en contacto a los
consumidores con autónomos que llevan a cabo tareas domésticas o de oficina.
Desde portes hasta reparaciones, pasando por el cuidado de mascotas. De la Hera
recuerda que "los autónomos soportan unas cargas muy altas. La lucha es
conseguir que la regulación entre en los programas electorales y que el
autónomo no tenga que soportar esas cargas fiscales tan grandes. De ese modo,
no solo afloramos la
economía sumergida, sino que permitimos que la hacienda pública
recaude".
Los fundadores de
Airbnb o Uber ya aparecen en la lista Forges como multimillonarios de menos de
40 años. Hay negocio, por tanto, tanto a mayor como a menos escala, pero esta
nueva economía ha de lidiar todavía con las quejas de hoteleros o taxistas, que
sufren una exigente regulación por parte del Estado. Como concluye el propio
Vicente Fernández, "nos enfrentamos a un reto jurídico.
Hay que identificar cuáles son las mejores reglas para que oportunidades como
éstas no se frenen, sino que florezcan en beneficio de todos sin merma de los
derechos de los consumidores".
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