Compra menos para ahorrar dinero y daños ambientales:
¿Es malo comprar barato?
Las
empresas saben que rebajando los precios durante un tiempo limitado
las ventas crecen. Por eso hay periodos
de rebajas,
el Black
Friday,
el Cyber
Monday,
etc. En muchos casos, las tiendas suben los precio para poder
rebajarlos esos días. En otros casos, se fabrican productos de peor
calidad para venderlos a precio rebajado. La gama de estafas es
amplia.
Las
rebajas en los precios no se hacen para que compremos más barato
sino para que compremos más cantidad. Las
rebajas no se hacen para que los ciudadanos vivan mejor, sino para
dar salida a productos que, de otra forma, no se venderían. La gente
que compra en rebajas suele decir que compra barato lo que se iba a
comprar de todas formas. Sin embargo, las tiendas saben que en la
mayoría de los casos, eso es falso y que la
gente compra lo que no necesita solo
porque está “más barato”.
Ninguna
tienda rebajaría el precio si vendiera sus productos al precio
original. Es decir, si rebajan el precio es porque saben que en caso
contrario, no venden. De hecho, a veces es tan difícil vender
productos rebajados que los
grandes almacenes tiran centenares de productos cada año.
Por ejemplo, la multinacional Amazon de
venta en Internet fue descubierta destruyendo
multitud de productos que
no conseguía vender. Tras ese escándalo empezó (solo en algunos
países) una campaña
de donación de
algunos productos, pero realmente es imposible de controlar si lo
dona todo o solo una mínima parte para quedar bien.
Comprar
por Internet puede ser muy cómodo pero no
es ecológico:
multiplica los transportes (con todos sus efectos contaminantes),
destruye el comercio local, genera mayores ingresos a las empresas
más grandes (aumenta la desigualdad),
dispara el consumo de embalajes, multiplica las compras compulsivas e
innecesarias… Tener una tienda abierta todo el día en nuestra
propia casa fomenta el consumismo más que el consumo
responsable.
Tal vez, la única compra
responsable en Internet es
si compras directamente al productor, el cual te manda el producto
desde menos de unos mil kilómetros.
Entonces… ¿tenemos
que dejar de comprar en rebajas? Obviamente
no es eso lo que estamos diciendo. Lo que se propone desde el
ecologismo y desde el consumo responsable es pensar bien
antes de comprar. Tenemos que ser conscientes de que cada
compra que evitamos ayuda a reducir el impacto ambiental de la
industria.
Durante la fabricación de algunos productos se genera más basura y
emisiones tóxicas (minería,
ensamblaje) que cuando se usan esos productos (en toda su vida). Es
decir, lejos
de nuestra vista y lejos de la publicidad hay daños ambientales que
quieren ocultar y que solo ven aquellos que quieren verlos.
Por
ejemplo, unos pantalones han requerido miles de litros de agua para
regar sus materias primas, gasolina para transportes, electricidad
para producirlos, tintes para darles color (que acaban en los ríos y
mares)… y si son baratos, posiblemente
han abusado de las personas que
los hacen (normalmente mujeres). Sabiendo todo eso… ¿cuántos
pantalones necesitamos si tenemos en cuenta que solo tenemos un
cuerpo y una vida?
Usar
la ropa aunque esté vieja reduce
el impacto de la segunda
industria más contaminante del
planeta. Más aún, cada vez más gente se une a la moda ecológica
de NO
planchar.
Te
gustará también:
-
LA CADENA VERDE: consejos ecológicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario