En
estos tiempos convulsos, en los que nada parece estar en su lugar, a
veces, cada vez más frecuentemente, tenemos que parar en seco, tomar
aire y pensar con la mente oxigenada.
Que
con tanto móvil, tanto email, tanto internet, tanta prisa y tanto “a
tiempo real” en el que todo es urgente, todo importante pero nada
importa, es más necesario que nunca reflexionar un poco.
Hoy
en día, en que es tan fácil escuchar siempre las mismas cosas, en
todas partes, se hace necesario mirar alrededor y darnos cuenta de un
par de cosas que con demasiada frecuencia se nos olvidan.
Y
es que parece que desde hace un tiempo ya no se escucha nada más que
“crísis”, “guerras”, “colapsos”, “amenazas”,
“peligros”… Y no seré yo quien niegue que muchas cosas estan
mal, pero precisamente por ello, te invito a que consideres unas
cuantas cuestiones importantes.
Sí
tú, que quizá en lo que va de día, ya has pensado y hablado media
docena de veces de la crísis, del gobierno, del paro, de los
“ni-ni”, de los judíos y los árabes, y de tantas otras
maravillas de la sociedad…
Tú
debes saber que, SI TIENES ahora mismo ropa puesta, un techo bajo el
que dormir y algo de comida en la nevera, te encuentras entre el 18%
de las personas más ricas del planeta.
También
debes saber que esta estadística se completa, si además de lo
anterior, tienes también algo de dinero en el bolsillo o en una
cuenta bancaria. Sea la cantidad que sea. Por poco que tengas. Eso,
automáticamente, te coloca entre el 9% de las personas más ricas y
privilegiadas del planeta.
SI
además de lo anterior, te puedes permitir el lujo de abrir el grifo
de casa y que salga agua, y que además salga caliente si lo giras en
la otra dirección… Entonces, no sabes la suerte que tienes amig@.
Como
tampoco sabes lo afortunad@ que eres si comes cuando tienes “apetito”
y no hambre. Además de comer lo que quieras, sólo porque te apetece
un determinado sabor, y no conoces la sensación de necesidad de
nutrirte con lo que te den en algún servicio de beneficencia…
Entonces es que, sencillamente, eres un verdadero privilegiado en
este preciso instante. Uno entre miles… entre millones, puedes
creerme.
Si
llamas problemas a lo que se puede comprar con dinero y que dejen de
serlo, entonces puedes decir en voz alta que vives sin problemas.
Porque los problemas, los de verdad, son los que no desaparecen ni se
pueden resolver tengas el dinero que tengas.
SI
TIENES familia que te quiere y se preocupa por ti, o alguien que te
espera en casa cuando llegas, o a quien esperar a que llegue… En
ese caso, amig@ ni te imaginas la de personas que se cambiarían por
ti en este preciso instante. Personas que viven solas. Personas
mayores sin nadie a su lado, o niños sin padres a los que abrazar.
SI
TIENES proyectos o sueños y te quejas de lo mucho que tardan en
cumplirse, o incluso no tienes ni idea de si se harán realidad,
deberías tener en cuenta que 8 de cada 10 personas en este mundo no
tienen derecho ni tan siquiera a soñar. Están demasiado ocupadas
sobreviviendo, sin saber qué van a comer o cuál va a ser su próxima
ingesta, o tratando de escapar de la guerra, o de la pobreza extrema…
como para plantearse proyectos o sueños.
Sí
tú los tienes, guárdalos, disfrútalos, tarden en llegar cuanto
tarden. Tú, al menos, puedes soñar y esperar que ese futuro mejor
llegue en algún momento.
Pero,
mientras albergas esos sueños de futuro, procura no perder nunca de
vista que hay personas que, sea cual sea tu presente, se cambiarían
por ti con los ojos cerrados, ahora mismo, sin pensárselo dos
veces. Y
llamarían Nirvana a la misma vida que tú, quizá, llamas
desesperante o irrelevante.
¿Crees
que has logrado poco en esta vida?; ¿Que no tienes lo que te
mereces, o “lo suficiente”?; ¿Crees que tu vida no es digna, o
que “no es la vida con la que soñaste”?… Deberías haber visto
a las personas a las que anoche llevé un par de mantas y algo de
comida a las puertas de los cajeros de mi ciudad.
Esos
te mirarían y no verían fallos, ni problemas, ni preocupaciones en
tu vida. Ninguna, te lo garantizo. Te verían bien vestid@, bajar de
un coche, regresar a un hogar con una familia o una pareja, y poder
comer, bañarte, peinarte y el resto de cosas que consideras
“normales”… Y ¿Crees que considerarían tu vida como un
fracaso?
Tu
vida es un modelo de éxito para más del 80% de este mundo.
Mientras
sueñas (nunca dejes de soñar, por supuesto, porque es la savia de
la vida) recuerda apreciar cada cosa, persona, oportunidad, bien,
ropa o circunstancia que tienes en tu vida, especialmente las más
“comunes” porque no son comunes en absoluto. Son un lujo para la
mayoría.
Da
gracias, aprecia, valora… Porque en este mundo de prisas, en el que
todos “deben ser bellos”, todos “ricos”, todos “personas de
éxito”, se nos olvida que millones de personas, a esta hora, no
saben qué van a comer ni cuándo será su siguiente almuerzo.
Personas sin hogar, sin zapatos, sin familia, sin amor, sin salud…
¿Éxito?. Te diré qué es el éxito, por si se te ha olvidado en alguna calle de este mundo que se mueve con demasiada prisa y demasiada poca razón:
El
éxito es vivir en paz con uno mismo. Tratar lo mejor posible a
quienes te rodean, mientras no te castigas más a ti mism@. Y, de
paso, echar una mano a quien lo precisa, siempre que puedas y en la
medida de tus posibilidades.
Eso
es éxito personal y vital, y no lo que te contarán en los anuncios
de Coca Cola, o en las series de televisión.
Dormir
cada noche un poco más en paz que la noche anterior. Descansar con
menos ansiedad, y borrar de tu mente una preocupación cada día.
Vivir una vida más simple, cómoda y bella, sabiendo que no le has
hecho daño a nadie hoy.
Eso
es el éxito, no lo que aprenderás en una escuela de negocios o en
un Máster en Administración de Empresas.
Eres
más de lo que crees. Tienes más de lo que piensas. Estás más viv@
de lo que jamás te has reconocido. Y eres más afortunad@ de lo que
ningún medio de comunicación te dirá jamás.
Disfruta.
Escrito
por Alquimista para
Buscando La Verdad
TWITTER:
@alquimistaverda
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