El
consumo consciente pasa por evitar los consumos superfluos, no
derrochar recursos, mantener en buen estado lo que tenemos y reparar
lo que se haya estropeado o deteriorado. El objetivo: consumir menos.
¡Damos pistas para conseguirlo!
La
primera clave
del consumo consciente es consumir
menos.
Reducir nuestro consumo es la medida más eficaz para que nuestro día
a día tenga menos impacto ambiental y, a la vez, reducir los
malestares y las injusticias asociadas a la sociedad del consumo.
Consumimos mucho más de lo que necesitamos y mucho más de lo que el
planeta puede sostener.
Tenemos
cuatro grandes vías para reducir nuestro consumo:
1.
Buscar maneras de satisfacer cada necesidad sin
consumir
2. No
derrochar,
es decir, gastar solo los recursos estrictamente necesarios
3. Mantener
en buen estado los
objetos que tenemos o usamos
4. Reparar aquello
que se nos estropee o se haya echado a perder.
A
continuación, damos pistas y ponemos ejemplos para conseguirlo!
Replantear
necesidades, satisfacerlas sin consumir
El
objetivo de la economía que sustenta la sociedad de consumo es que
compremos cuantos más bienes y servicios mejor, tanto los que
aparecen nuevos en el mercado (algunos serían lo que justamente se
conoce como “necesidades creadas”) como los de toda la vida. En
cambio, el objetivo del consumo consciente es exactamente el
opuesto: evitar
consumos superfluos.
Por eso, para conseguirlo debemos preguntarnos, antes de consumir,
cuál es la necesidad específica que tenemos y buscar formas de
satisfacerla que no impliquen consumir nada. El consumo consciente no
pide renunciar a todo, pero sí saber qué hay detrás de nuestras
necesidades y deseos y qué costes reales se esconden detrás del que
consumimos.
Algunos
ejemplos de cómo podemos evitar consumos superfluos:
• Juguetes:
lo que necesitan los niños es adquirir aptitudes, descubrir el
mundo, expresar libremente deseos y sentimientos, pasárselo bien,
potenciar la imaginación y la creatividad… Lo consiguen jugando,
en muchas ocasiones sin recurrir a ningún juguete comprado. De
hecho, ciertos juguetes, o un exceso de ellos, entorpecen el
desarrollo de los niños. En cambio, palos, arena, barro, piedras,
conchas, cuerdas y trapos, por ejemplo, son tesoros para los niños.
• Viaje
o salida de fin de semana:
si lo que en realidad necesitamos es descansar y descubrir nuevas
cosas, podemos conseguirlo con un libro desde el sofá de casa. Si
necesitamos desconectar, podemos apagar las pantallas de casa y salir
a correr o a dar un buen paseo.
• Regalos:
tiempo, vivencias, dedicatorias… pueden ser muy apreciados.
• Encender
la luz del escritorio:
si lo que necesitamos es un poco más de luz para poder trabajar, la
podemos conseguir colocando la mesa más cerca de la ventana (y si
puede ser al sur).
• Tecnología:
¿cuántos aparatos de nuevas tecnologías tenemos en el cajón sin
utilizar? ¿Podríamos conseguir las mismas prestaciones con alguno
menos y seguir viviendo prácticamente con la misma comodidad?
No
desperdiciar
Desperdiciar
es tirar o no dar uso a un recurso que tenemos, ya sea nuestro o del
planeta. Es habitual que, de forma rutinaria, hagamos cosas de un
modo que comporta consumir recursos de forma innecesaria. Si jugamos
a detectar estos consumos, a menudo hallaremos varias formas de
evitarlos.
• Energía:
móvil sin wifi y en modo avión siempre que podamos (aquí
damos
más recomendaciones para un uso eficiente del móvil); hibernar o
suspender el ordenador durante los largos espacios de tiempo en que
no lo usemos; en invierno, con un jersey en casa y con un buen pijama
y manta o edredón en la cama; jugar con las persianas y las ventanas
contra
el frío y el calor; subir y bajar por la escalera; desenchufar los
aparatos después de su uso (por ejemplo cerrando el interruptor de
la regleta en la que podemos enchufar unos cuantos); abrir el grifo
en la posición de agua fría (girar hacia la caliente solo cuando la
necesitemos); tender la ropa en seguida y bien estirada para evitar
algún que otro planchado; apagar la luz al salir de una estancia.
• Agua:
cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes; regar temprano
por la mañana o al atardecer; limitar los ratos de ducha; llenar un
recipiente para otros usos mientras no sale el agua caliente.
• Papel:
usar siempre las dos caras; tomar notas en trozos de papel ya
utilizados; llevarnos objetos comprados sin envolver.
• Envases
y embalajes:
salir con la cantimplora llena (también los más pequeños); ir a la
máquina de café con un vaso propio; llevar siempre una bolsa
plegada para las compras en la bolsa de mano o en la mochila; en
casa, guardar bolsas y fiambreras en la cesta o en el carrito de ir a
comprar.
• Comida:
planificar las comidas de los próximos días; hacer la lista de la
compra después de haber repasado bien la despensa y la nevera;
seguir las pautas
de conservación de
los alimentos; no comprar “3×2” si queremos menos de tres; no
comprar paquetes de más unidades de las que queremos;
aprovechar
todos los restos que
queden de las comidas.
Mantener
en buen estado
Una
primera medida importante es hacer el mantenimiento
anual de
todo lo que lo necesite (bicicleta, coche, gas, calefacción…).
Además, hay que tener en cuenta que, con el paso del tiempo, todo se
deteriora, pero que lo haga más deprisa o más poco a poco depende
en gran medida de cómo lo tratemos. Todos los deterioros están
provocados por media docena de elementos.
Teniéndolos siempre bien
presentes sabremos cómo prolongar la vida de cualquier cosa.
• Mobiliario:
reparar los goteos antes de que causen un estropicio irreversible
(por ejemplo sobre una madera de conglomerado); bajar las persianas o
correr las cortinas (de color claro para que no pierdan color);
barnizar regularmente las puertas y ventanas de madera; no apoyarnos
en las puertas; poner fieltro en las patas de mesas y sillas; no
arrastrar los muebles; no balancearnos sobre las dos patas de una
silla; poner fieltro debajo de los jarrones en muebles de madera o
cristal; proteger el colchón con un protector si hay riesgo de que
se moje, darle la vuelta de vez en cuando y no ponernos encima de
pie; hacer un tratamiento contra la carcoma, tanto si aparece de
repente como de forma preventiva.
• Utensilios
de cocina:
remover y limpiar la batería con utensilios no metálicos
(utilicemos el remojo para evitar estropajos que rayen); secar bien
los utensilios de hierro; evitar que quede agua sobre los utensilios
de madera durante un tiempo prolongado; no someter la vajilla de
cerámica a cambios bruscos de temperatura; manejarla con cuidado; no
dejar utensilios que salgan del fuego encima del mármol, fórmica o
ropa; si guardamos las sartenes apiladas, poner un cartoncito entre
unas y otras; no poner en el lavavajillas cristal que no se apto para
ello; utilizar dispositivos antigoteo en las botellas de vino;
guardar los pequeños electrodomésticos en armarios o bien tapados,
y no desenchufarlos tirando directamente del cable.
• Ropa:
no dejarla hecha un gurruño; en casa, ir con ropa de estar por casa;
utilizar delantal mientras cocinemos; no pisar los bajos de los
pantalones; utilizar cajas o fundas para guardar la ropa fuera de
temporada; poner bolas antipolillas entre las piezas de lana; hacer
una buena limpieza anual del armario; arreglar en seguida los
desgarrones; llevar las llaves en llaveros que eviten jirones; no
lavarla en exceso ni con agua muy caliente; lavar por separado la
blanca y la de color; tenderla evitando que le dé demasiado el sol
de forma directa; quitar las manchas lo
antes posible; no excedernos con la temperatura de la plancha.
Reparar
Según
tres talleres de reparación que hemos consultado, los aparatos se
pueden reparar en más de un 90% de los casos. Saber que muchas
averías pueden tener una solución sencilla nos hará llegar al
taller con cierta seguridad o confianza para dialogar con quien nos
atienda. Para encontrar el taller adecuado de aparatos eléctricos o
electrónicos, una buena opción es recorrer al servicio técnico del
fabricante. Y para otro tipo de objetos, a profesionales
específicos como remendones o relojeros. Si un aparato ya no está
en garantía, también podemos probar de repararlo en casa. Hay
averías bien sencillas y en Internet podemos encontrar vídeos y
tutoriales para resolver muchos casos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario