EL SUEÑO HACIA EL SISTEMA PERFECTO
Es un hecho que los demonios no descansan, ni tan siquiera los que están encarnados y se hacen pasar por auténticos santos. Los satánicos buscan controlar no ya la economía, los pensamientos, las creencias, los dogmas o nuestro futuro, así como nuestros recuerdos.
Su principal objetivo es nuestra alma y no cesan de buscar el modo de engatusarnos y hacernos caer en la trampa para así tenernos controlados, de modo que pueden privarnos de nuestro derecho de supervivencia como castigo porque hemos desafiado las órdenes de los gobiernos llenos de mafiosos y delincuentes, hemos delatado sus planes genocidas o sencillamente no somos lo suficiente obedientes o, aún peor, agradecidos a su trato benévolo y protector al más pestilente olor de la masonería.
Se inventan cuentos como el de la plandemia covidiana, de
sobra ya conocido, buscan otros con la nueva versión del dengue, con los mismos síntomas, pues son los
mismos enfermos envenenados con sus vacunas mágicas, esta vez catarros,
mosquitos y el virus, que nunca puede faltar, aunque no exista. Sin embargo, lo
que me trae hoy no es este tema, es una argucia aún más sibilina y perversa: la
trama Worldcoin.
De todos es conocido que Christine Lagarde, ex directora general del FMI y ahora del Banco Central Europea (las puertas giratorias funcionan muy bien en ciertas instancias) se reunió con su equipo en octubre del año pasado para estudiar la instauración del euro digital, de modo que todo el dinero del mundo sería controlado por las élites financiero-satánicas, haciendo que todos nuestros datos (médicos, vacunas, financieros, judiciales, policiales, teléfonos, dispositivos y rastros digitales de nuestra conducta) estén a la mano.
Para eso han de prohibir el dinero en efectivo (que es el que
nos da la libertad) haciendo que se imponga el virtual, el que no existe
físicamente, como si fuese el mismo Dios, el que nos vendrá o se irá en función
de si somos buenos o malos satánicos. El plazo de adaptación es de dos años,
así que les diría a mis amigos europeos que no se duerman en los laureles y
hagan algo por su libertad y sus derechos. Tanto el BCE como la UE desean
imponernos la dictadura perfecta, tanto que ni siquiera ellos la habrían soñado
de ese modo.
Lo de WORLDCOIN
es el colmo. Las criptomonedas como gancho para un nuevo sistema capitalista
más justo (el cual sabemos o deberíamos conocer que está en crisis y los de
arriba están desesperados por reinventarlo) constituyen una estrategia esencial
para ir sacando a la gente del efectivo, todo ello bajo el cuentazo de que las
garantías con su uso son mucho mayores que las del dinero que nos dan los
bancos. Imaginar un sistema que nos permite ganar más de lo que obtenemos con
la decrépita economía de mercado es muy atractivo y sirve para engañarnos una
vez más. Con la excusa de que el sistema tiene la obligación de protegernos y
no lo hace, estas compañías te ponen la miel en la boca y te integran en un
nuevo mundo, en el nuevo capitalismo de bandera neo utópica, el mismo espíritu
de la agenda 2030. Ahora es una multinacional la que se encarga de protegerte,
por supuesto, llevada de la mano de la inteligencia artificial, el nuevo modo
de que lo que se inventen sobreviva en el tiempo como los dioses.
Para ser parte de Worldcoin lo primero es registrarte el
iris como medida de seguridad. Esta medida parece inocente, pero no lo es, pues
tiene varios dantescos objetivos: el primero, tener tu huella digital, todos
tus datos y vigilarte; no se trata de hacerlo sólo contigo, sino con quien va a
recibir la transferencia de moneda electrónica, de ese modo se descubre cuál es
tu relación con esa persona. Es algo muy parecido a lo que pretende Christine
Lagarde, saber con quién haces los negocios, qué ideología tiene y con quién se
junta en las redes sociales, no sea que sea un facha o un disidente peligroso,
en cuyo caso podrían acusarte a ti de sus delitos como cómplice (en Alemania ya
tienen pensadas una serie de medidas para prohibir todas las redes y
financiación de los llamados ultras, que es decir lo mismo que señalarnos como
opositores a la criminal agenda 2030).
Lo segundo es ver tu alma a través del iris, bajo la excusa
de que estudiarán tus vidas pasadas; no podemos olvidar que su obsesión por
nosotros, día y noche, es su afán de trabajo al querer jugar con nuestra
dignidad, saber quiénes somos, qué hacemos, con quién estamos, para qué
hacemos, a quién le hacemos, el grado de pureza de nuestro espíritu (no digamos
ya si nuestra sangre está limpia, en cuyo caso seremos delincuentes) y,
finalmente, vernos como posibles autores de delitos ideológicos, en cuyo caso
nos investigarán aunque no hayamos cometido nada ilícito, fuere del tipo que
fuere, pero, por si acaso, nos miran con lupa.
Dado que todos estos datos estarán integrados en las redes
de seguridad cibernética, las cámaras biométricas que están poniendo al lado de
tu casa descubrirán que fuiste tú y no otro el que salió de casa, te rastrearán
peor que a las ratas de laboratorio y sabrán todo de ti, incluso más de lo que
conoces de ti mismo, porque ya se encargan de que no sepas nada de quién
realmente eres.
Es así como tendrán un registro de tu naturaleza espiritual
y podrán coaccionarte, amenazarte, avisarte, o sencillamente castigarte, del
mismo modo que retiraron el dinero que tenían los camioneros que se
manifestaron en Canadá el año pasado contra Trudeau, cuando este sujeto, por
llamarlo de algún modo, tuvo que huir del país asustado como una auténtica
rata. La crisis económica, perfectamente planificada desde hace años, como
hicieron con el crack del 29, va a provocar miedo, el hundimiento del sistema
financiero no es fantasía, es una realidad latente y puede ocurrir en cualquier
momento, cuando las monedas que conocemos dejen de ser una realidad y tengamos
que vivir de una moneda virtual como refugio del poco dinero que nos quede,
dado que las bancarrotas de los bancos ya han comenzado.
Y como premio por ello, nos darán el mínimo vital: dado que
no habrá trabajo porque la inteligencia artificial hará realidad la cuarta
revolución industrial de Klaus Schwab, director del Foro de Davos donde todos
los mafiosos acuden como moscas al olor de las heces, los mortales ansiarán
recibir esa miseria, pero con condiciones: nada de pensar, nada de cuestionar,
nada de desobedecer y a envenenarse si lo ordenan nuestros amos, que para eso
nos permiten seguir viviendo en un mundo donde muchos morirán por díscolos y
humanos.
Así que no se fíen, no acudan ni a oficinas, ni llamadas, ni
a las aplicaciones de Worldcoin, porque son una trampa, a pesar de que ofrezcan
dinero gratis. Sus prácticas de marketing son engañosas, los datos que obtienen
son empleados de manera ilegal y sin que estés protegido. El fin es formar
parte del orbe cromado, donde una nueva moneda aparece como la gran esperanza
para aquéllos que se han dado cuenta de que la situación no pinta nada bien.
Mucho cuidado entonces porque esto es un plan para los despiertos, desean
vernos envueltos en sus juegos maquiavélicos y saben que con nosotros tienen
que afinar mucho la estrategia.
El uso de las criptomonedas biométricas nació de las mentes
del director ejecutivo de OpenAi Sand Altman, así como Alex Blania, bajo la
compañía Tools for humanity. Su finalidad, siempre muy espiritual, es hacer que
la inteligencia artificial proteja a la humanidad, y, por supuesto, a cada uno
de nosotros, un fin encomiable como en todos los globalistas comprados por las
élites, como lo fue Bill Gates hace años. Y qué mejor modo que hacerlo con la
inteligencia artificial. Tiene una relación con Microsoft, es decir, con el
criminal que está trabajando ahora con mosquitos en Colombia, el que pone
vacunas de manera experimental, el que se ha llenado los bolsillos con miles de
millones a costa de los muertos por injertos venenosos legalizados por la OMS,
ya sabes quién es.
Entre sus fundadores están Elon Musk, Sam Altman y Greg
Brockman, en 2015, como piezas esenciales para llevar a cabo el sueño de Klaus
Schwab en su obra “La cuarta revolución industrial”. Se observa como todo
va de la mano, como las piezas del puzle de la tecnología satánica están juntas
y desarrollan estrategias para llevarnos al matadero.
Es hora de luchar por el alma humana, por defenderla cómo
sea; nuestros enemigos siempre buscan la forma de vencernos. Esto es una
guerra, una batalla cruenta en la que los Estados actúan como batallones de
primer ataque y quiénes les dan las armas son ellos. Hacer que un país funcione
con inteligencia artificial es como crear un narcoestado donde la droga no sea
la que conocemos, donde se premie al delincuente, o la estupidez y la dictadura
del más alienado y zombi. No caigas ni en sus trampas ni en sus cantos de
sirenas.
https://eldiestro.info/2024/02/worldcoin-el-sueno-hacia-el-sistema-perfecto/
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