Con el telón de fondo que supone el Encuentro
Internacional de Economías Transformadoras, en Córdoba promovido por REAS Andalucía y la
Universidad de Córdoba, conversamos con Brenda Chávez, experta
en consumo y alternativas económicas y una de las ponentes del
evento. Una entrevista de Blanca Crespo aparecida en nuestro blog
en El Salto.
¿Cómo puede ser transformador el
consumo?
El consumo puede ser una herramienta de
transformación socioambiental poderosa, y de cambio del modelo
productivo, si tomamos consciencia como consumidores y consumidoras
del papel que posee en el engranaje de la economía actual y si
apoyamos con nuestro dinero y nuestro consumo productos y servicios
de empresas sostenibles, con impacto socioambiental positivo, porque
así estaremos fomentando modelos productivos respetuosos, en
comparación con el modelo productivo neoliberal, tanto con las
personas, como con el entorno y las demás especies con las que
compartimos el planeta. Así tejemos redes de cambio, ayudamos a
consolidarse a las alternativas que ya existen al modelo productivo
convencional y a sus impactos negativos, con un efecto transformador.
¿Qué cosas podemos hacer para consumir
responsablemente?
Prácticamente podemos consumir responsablemente
en todos los sectores, se puede optar por contratar la energía a
cooperativas de renovables, tener la cuenta en un banco ético,
comprar moda o cosmética sostenible, contratar seguros éticos,
comer alimentos agroecológicos, optar por la movilidad activa y
sostenible, por productos de comercio justo, por operadores de
telefonía responsables, incluso hay alguna marca de móviles que
intentan ser sostenibles como Fairphone.
Escribí mi libro
precisamente por eso, para visibilizar todas las alternativas que ya
existen en cada sector, que son accesibles y promueven modelos
productivos más justos y sostenibles para todos y todas que las del
modelo neoliberal, del que recojo muchos abusos también en el libro.
También es muy importante reducir los niveles de
consumo a lo necesario de veras, porque globalmente hoy consumimos
1,7 tierras en recursos naturales, es decir, por encima de la
capacidad de planeta para renovarse. La sociedad de consumo nos
empuja a consumos irracionales por la persecución suicida de un
crecimiento ilimitado en un mundo de recursos finitos.
¿Es el consumo un acto eminentemente
individual o hay fórmulas de ejercerlo también desde lo colectivo?
Por supuesto que las hay, en todos los sectores
prácticamente, y tienen un efecto de transformación social y
medioambiental potente, desde pertenecer a un grupo de consumo
agroecológico, a contratar la energía en una cooperativa de
renovables, por poner sólo dos ejemplos, de los muchos existentes.
Son modelos en lo que lo colectivo es fundamental, son democráticos,
en ellos los consumidores se empoderan, participan, conocen la
trazabilidad de los bienes y servicios que consumen, se establecen
redes de apoyo mutuo e intercooperación alternativas a las que
proponen el modelo actual neoliberal y su consumo que consume al
mundo depredador con los recursos del planeta y con los seres que lo
habitan, ya sean personas u otras especies.
El consumo responsable y transformador
actualmente....es posible, es accesible, no tiene por qué alterar el
presupuesto que cada persona tenga (si se reorganizan las prioridades
y se cuenta con información adecuada) y es una necesidad vital para
un desarrollo sostenible planetario. No en vano la producción y el
consumo responsables son el punto 12º de los ODS
(Objetivos de Desarrollo Sostenible) que es la hoja de ruta la de
ONU par alcanzar un desarrollo sostenible
en 2030.
¿Qué relación guarda el consumo
responsable con la Economía Solidaria y las Economías
Transformadoras?
Muchísima, de hecho desde la Economía
Social y Solidaria (ESS) se están
planteando ya algunas de las alternativas más interesantes de
consumo responsable (energía, banca, movilidad, telefonía,
alimentación, moda, belleza, cuidados, etc.). Además existen redes
como los mercados sociales que las acercan a los consumidores y
proponen una intercooperación y apoyo mutuo entre personas y
empresas responsables. Yo pertenezco al Mercado
Social de Madrid como consumidora, y
además de facilitarme entrar en contacto con empresas justas y
sostenibles, me permite conocer de cerca muchas propuestas
interesantes y transformadoras que se desarrollan desde la ESS y
desde una ciudadanía activa que quiere un cambio en el modelo
productivo actual que está provocando el cambio climático, una
brecha social cada vez mayor entre ricos y pobres, una precarización
cada vez más intensa del mercado laboral, niveles de residuos nunca
vistos, que acidifica los océanos, que envenena el planeta.
Fuente: Blog
Me Cambio
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