JOYNERS:
COMPARTIR ES VIVIR... UNA SEGUNDA JUVENTUD
Joyners entra en el consumo colaborativo
destinado a la tercera edad presentando una plataforma que ofrece compartir
casa y servicios con el valor añadido de la compañía mutua ¿Quién dijo que el
consumo colaborativo era solo para jóvenes?
“Constantemente nacen empresas cuyo objetivo es conectar a gente
joven, que se centran en moda o tecnología, pero…¿qué pasa con el segmento
senior?”
Con esta frase reivindican
en Joyners este sector como un perfil de usuario hasta ahora ignorado por parte
de las nuevas plataformas que han ido surgiendo en los últimos años,
dedicadas a compartir bienes y servicios entre particulares con un perfil más
enfocado al público joven, formado y nativo digital.
Para
ello han creado una plataforma que une a personas mayores que prefieren vivir de manera alternativa a los tradicionales hogares
para la tercera edad. Buscan perfiles afines que quieren
compartir vida y gastos y, además, ofrecen la oportunidad de agregar servicios
extras que se pueden permitir gracias a que el coste es compartido.
Hay que tener en cuenta que este
sector está creciendo de manera exponencial con el envejecimiento de la
población, sumado además a la pérdida de poder adquisitivo debido al bajo crecimiento de las
pensiones en comparación con el coste de la vida. Se presenta pues como una
solución a ambos problemas que encara la sociedad actual.
“Apostamos por la creación de
hogares compartidos, aprovechando los recursos existentes, y con multitud de
servicios adicionales.”
Un test de afinidad a través de un algoritmo propio basado
en los criterios de la asistencia social se encarga de encontrar a la compañía
más adecuada para comenzar una nueva vida, bien acompañado y compartiendo todos
los gastos que se generan.
, eliminando así uno de los principales problemas al llegar a la
etapa madura. Como podéis ver en este reportaje, se trata de una idea que está teniendo una
buena acogida.
“En Joyners
proponemos algo nuevo centrado en la etapa adulta. Proponemos
vitalidad. Proponemos cero soledad. Proponemos disfrutar de las atenciones
necesarias sin tener que apretarse el cinturón. Proponemos compañía y aumento
de renta por gastos compartidos.”
Tras
siete semanas de andadura cuentan ya con 150 usuarios y, según ellos, con una acogida
excepcional en forma de apoyo y cariño. Según dicen, hay mucha
gente que se ofrece a ser embajadora de la iniciativa, e incluso un usuario les
ha llegado a decir que le están
estructurando un sueño
que ha tenido durante mucho tiempo: jubilarse con y entre amigos
MODELOS
QUE UNEN A DIFERENTES GENERACIONES
Joyners es un buen ejemplo pero no el
único que demuestra que el consumo colaborativo no es sólo para gente joven y
que además puede ser una herramienta para la cohesión intergeneracional:
§
Siemprevivo.
Fundada a mediados de 2013, es una empresa social y nace con el objetivo de potenciar la creatividad y la experiencia y vivencias de las personas
mayores de 50 años. Esta plataforma permite a este segmento de población
compartir sus experiencias enseñando (artesanía, cocina, fotografía, etc.) y
ganar algo de dinero mientras lo hacen. Desde cualquier persona puede acceder a
este aprendizaje presencial de mano de un senior.
§
TheAmazings,
en Reino Unido, fue otra iniciativa similar destinada al aprendizaje online por parte de los más
mayores. Sin embargo, tras dos años de andadura, cambiaron su
modelo y lo abrieron a la enseñanza sin importar la edad.
§
Vincles es
un proyecto en fase piloto que está llevando a cabo el Ayuntamiento de
Barcelona. Se pretende crear a través de la tecnología – en
este caso una aplicación para tabletas – una red de confianza y mitigar de este modo la soledad. En este enlace podéis
ver un vídeo explicativo. Este proyecto fue galardonado el pasado año con el
premio Mayor’s Challenge
2014 de la fundación Bloomberg Philantropies, dotado con cinco millones de
euros.
§
También he
conocido recientemente una bonita iniciativa intergeneracional en la provincia de Valladolid, aún en
fase de desarrollo, en la cual, haciendo uso de los terrenos de una residencia para
la tercera edad, en palabras de Esperanza, una de sus
impulsoras “se crean huertos compartidos donde ancianos y
gente de todas las edades de la zona – entre ellos jóvenes y niños -,intercambian conocimientos -
no sólo de agricultura, sino la sabiduría tradicional -, tiempo y valores, en la que se hacen compañía, y crecen no sólo
hortalizas, sino sentimientos de valor, aprecio y apoyo de
una gran familia.” ¿Podría ser ésta una oportunidad para el
intercambio de conocimientos? Esta idea es fácilmente replicable y sería muy
beneficiosa para todas las partes que de ella participen
La brecha digital en cuanto a uso de las tecnologías parece
no ser tal cuando hay buenos motivos para aprender. Al igual
que nuestros padres están conociendo Skype y Whatsapp para poder comunicarse
con sus hijos en el extranjero, nuestros abuelos parece ser que empiezan a
moverse como pez en el agua por las redes.
Desde
Joyners nos cuentan que no tienen ningún problema para llegar a personas de
entre 50 y 65 años, principalmente a través de las redes
sociales, y que con las personas más mayores cuentan con sus hijos
como prescriptores, que en su mayoría son quienes se
preocupan por una solución hogar digna, autónoma y vital para sus padres.
Quizás y con suerte, haciendo uso de
estas nuevas herramientas y proyectos, el futuro de nuestros ancianos esté cada
vez más cerca de nuestros jóvenes. Y quizás, el futuro de nuestros jóvenes se
vea enriquecido gracias a estos proyectos que pueden unir generaciones en
beneficios de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario