¿En qué se
diferencian una tienda ecológica del barrio y un comercio
cooperativo? ¿Cómo se pone en práctica el espíritu cooperativo en
una iniciativa de una cierta escala? ¿Todos los comercios
cooperativos funcionan igual? Echemos un vistazo.
La fiebre de los supermercados
cooperativos los ha convertido en uno de
los temas del año en el mundo de la economía social y solidaria. El
éxito del documental sobre la iniciativa de Brooklyn, Park
Slope Food Coop, ha ayudado a dar a conocer
este modelo y ha generado una ola
de nuevos proyectos. Pero en el Estado español
ya tenemos experiencias de proyectos de distribución de alimentos de
forma cooperativa y no todos tienen las mismas características. ¿Qué
puntos tienen en común? ¿En qué se diferencian?
Vamos a explorar cómo se organizan iniciativas de
comercialización que cumplen (salvo excepciones) tres criterios:
-
distribuyen principalmente alimentos ecológicos;
-
tienen modelos de gobernanza democráticos;
-
funcionan con una infraestructura profesional suficiente como para ofrecer una oferta amplia de productos y horarios que los hacen accesibles a un público amplio.
Al final del artículo encontraréis un listado:
como siempre, nos encantará que nos ayudéis a completarlo (vía
comentarios).
Bienvenida la participación:
asociaciones y cooperativas de consumo
Cuando un colectivo de personas con un objetivo
común decide dotarse de una estructura legal operativa, la
asociación aparece a menudo como primera opción:
es una estructura democrática, su constitución es sencilla, y
permite actividad económica sin ánimo de lucro. Además, es un
modelo popular: quien más, quien menos, ha pertenecido a una. No
sorprende, por lo tanto, que muchas de las primeras iniciativas de
comercios cooperativos (finales de los ochenta y años noventa) sean
asociaciones. Sería el caso, por ejemplo, de Landare
en Pamplona, el comercio cooperativo con mayor número de asociados
en el Estado español –más de 3.000– o el de más reciente
creación Biolibere, en Getafe.
Otro modelo muy extendido, y con raíces
históricas nada desdeñables, es la cooperativa de consumo.
Desde el punto de vista formal, se trata de sociedades cooperativas
(por tanto empresa social, no mercantil) creadas para organizar
colectivamente la distribución de bienes y servicios a sus miembros
–por ejemplo, alimentos ecológicos– sin buscar el lucro.
“Montamos nuestra empresa para consumir ahí”, se podría decir.
En el Estado español, El Brot (Reus, Tarragona) fue
la primera en constituirse como cooperativa de consumo de productos
ecológicos. Lo hizo en 1987, aunque ya funcionaba de manera informal
desde inicios de los ochenta. Entre las más recientes encontramos El
Rodal de Sabadell, fruto de la fusión de grupos de consumo
más pequeños, que abrió sus puertas el pasado mayo y cuenta con un
centenar de asociados.
El objetivo prioritario en ambos casos –asociación
y cooperativa de consumo– es atender las necesidades
alimentarias y cotidianas de las personas que forman parte del
proyecto. Así que, si caminamos por la calle y entramos en
un comercio cooperativo de este tipo, pensando que es una tienda
convencional, puede que nos encontremos de bruces con esta
limitación. O no. Afortunadamente, muchas de estas iniciativas
permiten comprar al público, no sólo a personas asociadas. Bien de
manera ocasional (“pruébalo ya que estás aquí”), o bien porque
se ha decidido expresamente que una parte de la venta se puede
destinar a no asociadas, eso sí, a un precio ligeramente superior
que el que pagan las que son socias.
Las asociaciones y cooperativas de consumidores,
desde el punto de vista de gobernanza, tienen
bastantes similitudes y algunas diferencias. El siguiente recuadro
muestra algunos elementos básicos:
Asociaciones
|
Cooperativas de
consumidores/as
|
|
Máximo órgano soberano
|
Asamblea de socios/as
|
Asamblea de socios/as
|
Órgano de gobierno
|
Junta directiva
(elegida por la asamblea)
|
Consejo rector
(elegido por la asamblea)
|
Distribución del voto en asamblea
|
Una persona, un voto
|
Una persona, un voto
|
Obligaciones económicas de los socios
|
Puede haber cuotas periódicas de mantenimiento
|
Aportación
obligatoria de capital social (normalmente se devuelve cuando la
persona se da de baja de la cooperativa)
Puede haber cuotas periódicas de mantenimiento
|
Iniciativas mixtas: liderazgo compartido
Otro criterio para clasificar los comercios
cooperativos sería preguntarnos: ¿además de las personas que
consumen, quién tiene derecho a participar y decidir sobre el rumbo
de la organización? Encontramos que en este tipo de iniciativas
colectivas, hay una tendencia a tejer proyectos amplios,
que tengan en cuenta los diversos retos a los que la organización
quiere hacer frente. Es decir, no sólo se trata de la compra de
productos ecológicos en buenas condiciones de precio y calidad;
también, por ejemplo, generar puestos de trabajo dignos o apoyar al
campesinado y la vida rural. Así, es bastante frecuente que las
personas asalariadas y/o los productores de la zona estén también
asociados a la cooperativa o asociación. En este caso tienen los
mismos derechos a participar en las asambleas, o a ser elegidos como
miembros de la junta directiva (asociaciones) o del consejo
rector (cooperativas). Estaríamos, así, ante diversas tipologías
de socios dentro de la misma cooperativa o asociación: hay
diferentes intereses personales, pero se comparte una misma
perspectiva sobre el modelo de consumo. Es el caso, por ejemplo, de
la asociación de consumidores/as y productores/as El Encinar de
Granada o la cooperativa sevillana La Ortiga, que tiene cuatro tipos
de socios: los que consumen, los que trabajan, los productores y los
colaboradores.
En este caso de gobernanza compartida
entre diversos roles (producción, consumo, trabajo, apoyo),
la asociación y la cooperativa no son exactamente iguales. En el
caso de la asociación, todos los miembros son iguales. La ley
permite que las personas jurídicas (empresas, otras asociaciones,
organismos públicos, etc.) se asocien como uno más, designando una
persona que les represente en la asamblea general. El vecino, la
proveedora de queso o la persona asalariada que atiende en el local
son iguales en la asamblea, independientemente de su rol (comprar,
vender o trabajar). Una persona, un voto. En la cooperativa, por otro
lado, la ley permite establecer categorías de socias con
características diferentes. Cada tipo de socio/a tiene un porcentaje
de votos en la asamblea, y las aportaciones de capital de cada tipo
son diferentes. Por ejemplo, una cooperativa podría tener los
siguientes tipos de personas socias:
Tipo de socio
|
Número de socios
|
% votos en asamblea*
|
Aportación capital para ser socio (€)*
|
Consumidor/a
|
500
|
50
|
50
|
Trabajador/a
|
5
|
20
|
1.000
|
Productor/a
|
40
|
30
|
1.000
|
* Los importes deben estar reflejados en los
estatutos de la cooperativa.
Las posibilidades de organización de las
cooperativas son muy amplias. En función de cómo determinan el peso
de cada colectivo que se implica en ellas, tendrán su nombre y
apellidos: cooperativas de consumo, de trabajo, de servicios, mixtas,
etc. En los comercios cooperativos, encontraremos sobre todo:
-
Cooperativas de consumo, en las que se puede, opcionalmente, vincular a los trabajadores como socios de trabajo.
-
Cooperativas de trabajo: formadas por trabajadores.
-
Cooperativas mixtas: donde podría haber socios de consumo, de trabajo, y productores juntos.
Además, cualquiera de las anteriores puede tener
socias colaboradoras, una categoría “comodín” que puede servir,
por ejemplo, para personas y entidades que dan apoyo al proyecto sin
necesariamente participar en el día a día. Incluso la figura de
socia colaboradora ha sido la elegida para vehicular la implicación
de administraciones públicas en proyectos cooperativos, un ejemplo
inspirador de colaboración público-cooperativa.
Proyectos liderados por personas
trabajadoras y productoras
Es innegable que los proyectos participativos de
los que hemos hablado tienen muchos valores positivos: nos permiten
conocer de primera mano a las personas que producen nuestros
alimentos, participar en la toma de decisiones en plano de igualdad,
formarnos en economía cooperativa y tejer relaciones de afinidad.
Pero quizás ya participamos en otros colectivos, o no hay un
proyecto de este tipo cerca de casa, y nos gustaría explorar otras
opciones. Sea cual sea nuestro caso, podemos encontrar proyectos
interesantes y afines a nuestros valores, que están liderados por
trabajadores y/o productores. En algunos de ellos no se contempla la
implicación de las personas consumidoras, y en otros su rol es menos
central en la gobernanza y sostenimiento del proyecto.
Un caso de liderazgo de los trabajadores
sería , por ejemplo, el de L’Economat Social del
barrio barcelonés de Sants. Se trata de una cooperativa de trabajo
asociado, donde las personas que consumen tienen estatus de socias
colaboradoras. Un caso similar: Mengem Bages
(Manresa, Barcelona), una tienda física y virtual de productos de
proximidad y ecológicos, que hace de enlace entre productores y
consumidores. Está impulsada por Frescoop, una cooperativa de
iniciativa social sin ánimo de lucro que también participa en el
grupo motor para la creación de un supermercado cooperativo en
Manresa. En ambos casos, L’Economat i Mengem Bages, los
consumidores no lideran la cooperativa, pero pueden participar si así
lo desean.
Ampliando la mirada y la tipología de proyectos
un poco más, encontramos algunos ejemplos inspiradores impulsados
desde el lado de los profesionales, como la cooperativa
Molsa. Su origen está en Bioconsum, una red de
tiendas de productos ecológicos (alimentación, cosmética y
terapias) que sirve de central de compras conjunta y de espacio de
servicios compartidos. Con más de sesenta tiendas asociadas entre
Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia y después de un período
de reflexión interno, una parte de la red de Bioconsum decide que
quiere profundizar en la colaboración e ir más allá de las compras
y servicios. Así, en 2016 nació la cooperativa de tiendas Molsa,
que ahora cuenta con 14 establecimentos asociados en Cataluña
(alguno de los cuales, no todos, son a su vez cooperativas).
En el ámbito del cooperativismo campesino de
base, un caso interesante sería la sevillana Cooperativa de
Marinaleda. Es un proyecto que aglutina a ocho cooperativas
de producción (aceite, pimiento, alcachofa, etc.), para envasar y
comercializar los productos del pueblo. Los nombres de las
cooperativas miembros no dejan lugar a dudas sobre su perspectiva
reivindicativa de la gestión de la tierra: “Los Jornaleros”,
“Domingos Rojos” o “Tierra, trabajo y libertad” son algunas
de ellas. Más allá de la anécdota, la cooperativa factura más de
5 millones de euros anuales y da trabajo, en temporada, a más de 500
personas.
Finalmente, una iniciativa reciente a resaltar,
que combina cooperativismo alimentario, cultura alternativa y
economía solidaria es Geltoki Iruña. Inaugurado en
junio en Pamplona, Geltoki tiene algunos aspectos destacables, como
nos contaba Toni Lodeiro en el artículo “Supermercados
cooperativos: efervescencia de proyectos”: se
trata de una remodelación de la antigua estación de autobuses de
Pamplona, por tanto cuenta con una superfície notable, 900 m², que
se reparten entre espacio cultural, zona de venta de productos
ecológicos y locales, espacios para cursos y conferencias, cafetería
o biblioteca. Liderado por entidades como REAS Navarra, Traperos de
Emaús o el sindicato agrícola EHNE, y con el apoyo del tejido
socioeconómico cooperativo de Navarra y una concesión para siete
años del ayuntamiento, Geltoki supone un salto de escala y una
innovación en cuanto a su formato, al ser un espacio comercial de
titularidad pública gestionado por cooperativas.
Gobernanza, valores y tamaño
El cooperativismo alimentario de bienes de
consumo incluye también empresas bien conocidas de la distribución,
como el Grupo Eroski o la cooperativa valenciana
Consum. A diferencia de las iniciativas citadas
anteriormente, estas cooperativas ofrecen alimentos convencionales
(lo ecológico es la excepción), no cuestionan el modelo dominante
de producción y consumo, y la apuesta que han hecho, históricamente,
es la de crecer y adaptarse a muchas de las lógicas “mainstream”
para poder sobrevivir en un mercado muy competititvo. Con decenas de
miles de personas asociadas –tanto consumidoras como trabajadoras–,
el resultado es un cooperativismo “de masas”
que, si bien conserva cierta relación con el espíritu y valores del
cooperativismo, este vínculo queda muy desdibujado por la asunción
de estrategias de marketing convencional. Y es que es un reto
necesario pero enorme crecer
sin perder demasiados valores en el intento.
El tamaño importa: necesitamos iniciativas de
mayor escala, más profesionalizadas y capaces de dar mejor servicio
a las personas que apuestan por un modelo diferente de
consumo. A la vista de lo que hemos visto y vamos conociendo
estos últimos meses, en el ámbito de la alimentación y productos
de primera necesidad, la dinámica parece ir en esta dirección.
Pero, ¿cómo crecer sin perder la esencia? Los próximos meses y
años verán surgir proyectos de comercios y supermercados
cooperativos que deben responder a esta pregunta. Conocer la historia
cooperativa, los éxitos y fracasos de otros proyectos –con sus
valores y lógicas subyacentes– y la complejidad de la gestión de
este tipo de proyectos se convierte en una necesidad imperiosa para
avanzar en la buena dirección.
Listado de comercios cooperativos
Andalucía
|
||
Nombre del proyecto
|
Municipio
|
Tipo
|
Sevilla
|
Cooperativa
|
|
Granada
|
Asociación
|
|
Córdoba
|
Cooperativa
|
|
Cabra
|
Asociación
|
|
Marinaleda
|
Cooperativa
|
|
Cataluña
|
||
Nombre del proyecto
|
Municipio
|
Tipo
|
Reus
|
Cooperativa
|
|
Girona
|
Cooperativa
|
|
Granollers
|
Asociación
|
|
Barcelona
|
Cooperativa
|
|
Sabadell
|
Cooperativa
|
|
Terrassa
|
Asociación
|
|
Manresa
|
Cooperativa
|
|
Vic
|
Asociación
|
|
Gavà
|
Cooperativa
|
|
Barcelona
|
Cooperativa
|
|
Varios
|
Cooperativa
|
|
Comunidad
Valenciana / Murcia
|
||
Nombre del proyecto
|
Municipio
|
Tipo
|
Varios
|
Cooperativa
|
|
Valencia
|
Cooperativa
|
|
Euskadi
|
||
Nombre del proyecto
|
Municipio
|
Tipo
|
Pamplona
|
Asociación
|
|
Vitoria
|
Asociación
|
|
Bilbao / Oiartzun
|
Asociación
|
|
Galicia
|
||
Nombre del proyecto
|
Municipio
|
Tipo
|
Santiago de Compostela
|
Cooperativa
|
|
Vigo
|
Cooperativa
|
|
Lugo
|
Cooperativa
|
|
Madrid
|
||
Nombre del proyecto
|
Municipio
|
Tipo
|
Getafe
|
Asociación
|
|
Madrid
|
Cooperativa
|
|
Rivas-Vaciamadrid
|
Cooperativa
|
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