EL OJO QUE TODO LO VE
Hoy día nos encontramos con una cuestión que nos afecta de
modo y manera en todas las áreas de nuestra vida cotidiana, me refiero al uso
que se le da a la tecnología y más concretamente la que se refiere a la
recopilación de datos de los ciudadanos con el fin de evaluar potenciales
amenazas de todo tipo. Creando patrones mediante inteligencia artificial que
evalúan el grado de peligrosidad del sujeto. Sobre todo en lo concerniente a
los ciudadanos que sean especialmente críticos con el sistema establecido.
Creando TIPS cada vez más avanzados que son capaces de recopilar instrucciones a la orden de trillones de datos por segundo que son aprovechados en los superordenadores de que disponen, a la vez que usan ordenadores cuánticos para hacer variables y cálculos complejos sobre dichos datos recopilados utilizando la superposición y el entrelazamiento, lo que le da una mayor capacidad para resolver problemas, sean estos de la índole que sean.
Esto vale tanto para cualquier rama de la ingeniería y más cuando dicha ingeniería es social. Por supuesto tiene muchas aplicaciones pero la que nos interesa es el uso que se le puede dar junto con la I.A. adaptándola para la vigilancia total de los seres humanos, y sus aplicaciones estratégicas conforme al destino que deseen provocar para la humanidad. “El ojo que todo lo ve”.Lo preocupante es que cualquiera que en los años venideros
no sepa manejar un ordenador no podrá vivir en sociedad. Es un proceso
selectivo que mediante el uso de la I.A. les permitirá robotizar a las
sociedades bajo el dominio absoluto de quienes controlan y tienen bajo su poder
el uso que se le dé a la tecnología y la I.A. a conveniencia. Por un lado los
listos y por otro los idiotas, no hay alternativa al menos mientras la
tecnología no esté al servicio del bienestar de la humanidad en todos sus
frentes que son muchos, diría que infinitos.
Lo que conocemos como internet supongo que pronto
desaparecerá y será sustituido por otro procesador de la información mucho más
avanzado que de usarse para provecho de la humanidad podría decirse que
estaríamos a las puertas de acceder a un nuevo amanecer de la inteligencia, o
dicho de otro modo a una superinteligencia impensable en estos momentos ya que
nos están dejando sin futuro y ni siquiera lo podemos imaginar al no estar
impreso en lo futurible, no al menos para la gran mayoría de la raza humana.
Me gustaría pensar que dicho amanecer lo pudiéramos imaginar
en un renovado proceder de los seres humanos que nos permitiera avanzar
transformando el egoísmo en altruismo, una vez eliminado el lucro, y la
pobreza. Los daños y agravios sobre los seres humanos dejarán de cotizar a la
alza, no habiendo lucro, sería fácil de conseguir la percepción de que cuanto
mejor fuese la vida de mi vecino mejor será la mía. No habría crimen ni
violencia alguna, ¿Para qué?. No habría nada que robar cuando todo es gratis,
no haría falta acaparar ya que los avanzados modelos de producción de alimentos
y nuestra forma de consumirlos serían completamente diferentes, primando la
sanidad y el equilibrio natural de nuestro entorno, no cabrían las injusticias
ya que no habría carencias de ningún tipo.
Posiblemente se acabaría con la ignorancia y todo el
conocimiento estaría a disposición de cualquiera en cualquier momento y lugar.
Un potencial ilimitado de posibilidades que están ya en nuestras manos
conseguir. Procesando dicha inteligencia junto con la tecnología estaríamos
listos para dar el paso natural subsiguiente que debe dar la humanidad,
enfocando sus avances y proyectos hacia su gran aventura estelar es decir, la
gran aventura de los viajes interestelares, descubrir nuevos planetas que
fueran habitables, colonizarlos, haciendo nuevos asentamientos humanos
permitiendo a la vez aliviar la superpoblación de nuestro planeta Tierra. En
dicho progreso la tecnología no puede estar en manos de unos dementes fanáticos
que frenen el avance de la humanidad y tengan a su disposición el hacer o
deshacer a voluntad.
El uso respetuoso y comedido de la tecnología y la I.A. al
servicio de la humanidad podría ser el paso natural que nos puede ayudar a
conseguir metas que ya deberían ser una realidad. El que esté en manos de
ciertos personajes en la sombra lo impide. De estar la tecnología en manos de
dichos personajes impiden que estos avances puedan darse de forma constructiva
y altamente beneficiosas para la humanidad. Estos siniestros personajes tienen
la potestad de apagar con un solo clic todo cuanto la tecnología nos podría
ofrecer. Esto es demasiado poder para unos cuantos personajes que tienen dicho
botón bajo sus dedos. O al menos viendo lo que vemos es lo que parece. Aunque
sigo fiel a mi lema, nada es lo que parece.
Mientras la investigación y desarrollo dependa de aquellos
que tienen el dinero para invertir en sus compañías no habrá manera de que
acaben siendo de utilidad y para el bienestar de los ciudadanos, sino todo lo
contrario. Y qué decir, de las administraciones públicas actuales, jamás
invertirán en nada que tenga valor añadido, por la misma dinámica que les
mantiene sujetos y al servicio de las grandes corporaciones e intereses
espurios de los que les dirigen desde las sombras.
Mal presagio para la humanidad, en vez de altruismo,
egoísmo. En vez de bondad, maldad. En vez de sanidad, enfermedad etc. El mundo
al revés, los que deberían servir son servidos. Y así en todo y cada uno de los
procesos de ingeniería social que se nos está aplicando, usando los bits del
sistema informático convencional, y los cubits de la computación cuántica junto
con la I.A en nuestra contra. En definitiva es el uso que se le da a las cosas
lo que decide el futuro de nuestra especie.
Lo que nos lleva a tener que hablar sobre la transhumanidad.
El transhumanismo radical junto con la bioingeniería genética adaptada a la
tecnología actual, dirigida de modo y manera que su menester es contrario a su
enorme potencial de progreso para el ser humano. El uso que se le da es en
cuanto a retrotraer y limitar aún más dicha latencia posible. Dicho de otro modo,
su empleo está restringido para los ciudadanos diría que opuesto a su menester,
viendo el panorama, y en cómo se emplea en contra de la raza humana.
Lo definiría como proceso virulento incubado a priori con el
que a posteriori infectar de manera controlada todas y cada una de las facetas
que inciden en el progreso social y anímico de aquello que está bajo la tiranía
de los amos del planeta. (Esto es harina de otro costal, de la que apenas puedo
dar unas pinceladas por motivos obvios relativos a que “lo breve, si breve, dos
veces bueno”).
Como bien saben, la transhumanidad debería estar al servicio
de la humanidad en pro de trascender las limitaciones naturales, cuya finalidad
fuese la de adquirir mejoras humanas, tanto físicas como cognitivas, con la
colaboración de la tecnología con la que superar limitaciones biológicas, y de
gestión de recursos, sean estos del tipo que fueren. Sus aplicaciones son
ilimitadas, enfermedad, cognición, inteligencia, medios de producción etc.
Ocurre que cuándo el transhumanismo se aplica para otros
fines contrarios a su menester, da lugar a un posthumanismo híbrido y
desnaturalizado.
Un ser humano, no es una máquina expendedora que usa cierta
inteligencia artificial. Me refiero a seres humanos autónomos, reflexivos.
Seres humanos que sienten su inteligencia corporal fluir con naturalidad,
espontáneamente. Es decir, seres humanos divergentes. Mis dudas vienen a
propósito de las personas que inconscientemente se someten al posthumanismo
radical. Es decir, seres convergentes, según los patrones conductuales que
estarán regulados por el sistema. Que se ha dado en llamar, “nueva normalidad”.
De aplicarse un tipo de inteligencia artificial ejercida
autoritariamente en sociedades expuestas a ello, supondría unas nuevas formas
de convivencia, en principio fundamentadas en las represalias hacia otros
ciudadanos, que sencillamente piensen distinto y no por ello se saltaran las
reglas del juego, inclusive defendiendo las normas que su constitución dictara
en sus estatutos. Siendo por ello, maltratados, perseguidos y vilipendiados. No
estaríamos hablando de una sociedad, sino de autoritarismo. Una sociedad se
compone de socios que bajo unas normas aceptan convivir de igual a igual según
su cultura, cooperando juntos para alcanzar mayores cotas de bienestar basados
en la justicia y la libertad bien entendida.
Entonces, ¿Sería lógico deducir, qué la automatización de
las sociedades tendrían la función de automatizar a los ciudadanos, una vez
introducida la ingeniería social afín a dicho propósito? Llegado el momento se
irían aplicando de manera constante medidas correctoras a fin de que los
ciudadanos mansamente acepten ser dirigidos por sujetos, que tuvieran la
intención de dirigir sus empeños a través de la inteligencia artificial y dicho
posthumanismo radical, a la misma vez que impulsarían leyes y prebendas de todo
orden bien financiadas para implementar dicho transhumanismo inadecuado, a
través del funcionariado de alto copete que controlan todas, y cada una de las
instituciones del Estado.
Juana Natividad Baqué
de Cubas
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