El bloque ocupado de Salt es más que una vivienda, es un
proyecto de vida en común
El Bloque ocupado de Salt será desalojado según orden judicial, un día
a partir del 27 de Noviembre. El #BlocdeSalt lo habitan 15 familias haciendo
vida en común -38 personas, 18 de las cuales son menores-. Y no sólo viven
juntas, sino que lo comparten todo. Los recursos económicos individuales de que
disponen son muy limitados pero todos juntos, compartidos, les permiten
vislumbrar un futuro digno. Ahora las quieren echar, separarlas. Lo sienten
como un robo, un expolio a su derecho a construir un proyecto vital, a soñar un
devenir con derechos y deberes de acuerdo a la condición de humanos expresada
en la Declaración de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Individualmente se sienten vulnerables, juntas se cruzan con fuerzas
suficientes para progresar. Y lo hacen compartiendo el dinero, generando nueva
economía expresada en el intercambio desinteresado dentro y con los de fuera,
asumiendo nuevos papeles en los que las mujeres son el eje central de la
sostenibilidad y del desarrollo del proyecto. ¿Por qué pues quieren separarlas
si el objetivo de los gobiernos debería ser dar satisfacción a los derechos
inalienables de la ciudadanía? ¿Qué cargas conlleva para el Govern, para el
Gobierno, que estas familias continúen viviendo en el Bloque? ¿O es que les da
miedo que otros ciudadanos reclamen aquello a lo que tienen derecho, una vivienda
y un proyecto de vida digno y viable?