GRATITUD
En primer lugar, me quito el sombrero ante todos aquellos
que han conseguido convertir el Coronavirus en una "crisis sanitaria
mundial", en una "pandemia
mundial".
Gracias a los medios de comunicación alarmistas y portavoces
del miedo, gracias a los políticos dictatoriales, gracias a los científicos
corruptos o dogmáticos.
Con este artículo quiero expresarles nuestro
agradecimiento.
Gratitud que viene de la palabra "gracia". Sí, hemos sido tocados por la gracia, gracias a vosotros.
Esta crisis es una revelación, un desvelamiento, un apocalipsis. Y después del apocalipsis viene otro mundo.
Nunca volveremos al mundo de antes, a pesar de los que
todavía se aferran a él.
Durante varios años, hemos sentido que muchas cosas estaban
"mal" en este mundo.
Atrapados en nuestra vida cotidiana con el sentimiento
confuso de que "algo" está mal, vagamos sin entender realmente,
dudando de todo, y aferrándonos a este mundo defectuoso para evitar el dolor de
desprendernos de él.
Afortunadamente, el virus y su burlesca narrativa invadieron
la superficie del planeta, arrancando nuestras anteojeras, nuestro velo,
dejándonos contemplar el desastre.
En primer lugar, intentamos comprender.
Puedo decir que nunca hemos trabajado más duro.
Y te voy a hacer daño: ¡todos somos voluntarios!
Hemos estudiado todos los artículos científicos, toda la
información, leyes, decretos, ordenanzas, etc...
Hemos leído toda la información, tanto de los principales
medios de comunicación como de los "teóricos de la conspiración".
Aprendimos a dominar Internet, las redes sociales, la
comunicación, el diseño gráfico, la comunicación no violenta...
Hemos escrito, filmado, publicado, coordinado, dibujado,
cantado, bailado, creado obras de arte.
Nos levantamos al amanecer y nos acostamos cuando se cierran
los ojos.
Queríais empobrecernos, pero nos habéis enriquecido:
nuestros conocimientos son mayores, hemos descubierto nuevos talentos.
Hemos superado nuestros límites: más que nunca estamos
llenos de esperanza, valor, coraje y alegría.
Nos queríais muertos pero nos sentimos más vivos y radiantes
que nunca.
Queríais que nos desesperáramos, ya no necesitamos la
esperanza para emprender.
Gracias a vosotros, hemos podido identificar lo que no
queremos.
No queremos vivir disfrazados.
No queremos vivir en la desconfianza de los demás.
No queremos vivir con la hipotética culpa de "dar
muerte" a nuestros seres queridos al transmitirles un virus.
No queremos vivir vacunados a la fuerza cada mes de todos
los virus que hay o los que vendrán.
No queremos un pasaporte sanitario, reconocimiento facial,
no queremos vivir en un archivo.
No queremos ser encarcelados en nuestros hogares.
Queríais separarnos. "Atención: distanciamiento social:
1m, luego 1m50, luego 2m. con las nuevas variantes"...
Nos habéis reunido.
Si queríais asustarnos, salimos de la cueva.
Jugad vosotros solos con las sombras.
Queríais atontarnos frente al televisor, lo apagamos y
mañana tiraremos todos vuestros bienes de consumo con obsolescencia programada.
¿Queríais imponernos un pasaporte sanitario, para
vigilarnos, para reconocernos por la cara, para ponernos un chip tal vez?
Tenemos hambre de libertad.
¿Queríais vendernos medicamentos caros de dudosa eficacia y
dudosa seguridad?
Caminamos por otros senderos en la salud.
¿Queréis imponernos vuestra visión del mundo, una visión de
mercado basada en la deuda eterna, y la desposesión total, incluso de nuestras
propias vidas?
Estamos poniendo las primeras piedras de otro mundo
apasionante basado en la gratitud, la unión, la alegría y la presencia de los
demás.
Así que un enorme agradecimiento a ustedes por todos estos
beneficios.
Texto: Dr. Louis Fouché
@Caminantes_universales
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