TIC, TAC
De acuerdo con Silvia Ribeiro,
investigadora del Grupo ETC http://www.etcgroup.org/es/
organización dedicada a la conservación
y promoción de la diversidad cultural y ecológica y los derechos humanos, se
negocian actualmente en secreto con gobiernos de 50 países incluido México,
tratados internacionales en pos de dar beneficios irrestrictos a las empresas
trasnacionales, contra los intereses y el bien público.
El Acuerdo de Comercio
en Servicios (TISA por sus siglas en inglés), prevé la privatización de
empresas y servicios relacionados con agua, alimentación, educación,
investigación, correos, transportes, telecomunicaciones, comercio electrónico,
servicios financieros, servicios ambientales, salud y mucho más, incluso los
mal llamados servicios ambientales relacionados a bosques, sistemas
hidrológicos y otras funciones de los ecosistemas.
Las negociaciones y textos que se
discuten son secretas, pero Wikileaks los ha filtrado desde 2014 (http://wikileaks.jornada.com.mx/).
El TISA integra un paquete de varios tratados comerciales en negociación en los
que un grupo de países, con Estados Unidos a la cabeza, busca afianzar el
mercado de sus empresas y su esfera de poder comercial, financiero y político.
Los más significativos son la "Asociación Transatlántica para el Comercio
y la Inversión" y el "Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación
Económica" (TTIP y TPP por sus siglas en inglés). El primero es entre
Estados Unidos y Europa (llamado informalmente OTAN económica) y el segundo
entre Estados Unidos y varios países del Pacífico.
Respondiendo a la demanda de
poderosísimos grupos trasnacionales financieros y cadenas de supermercados
(Walmart principalmente), se facilitará mayor privatización de servicios
públicos, además de sus contenidos. Según Ribeiro, los tratados ni siquiera
pasarán formalmente por otra instancia, como la Organización Mundial del
Comercio, durante su negociación. El texto será confidencial por cinco años
después de acordado y los Congresos de los países –donde esto se requiera– sólo
podrán aceptar o rechazar el paquete entero, como caja negra.
En el TISA, participan países que en
conjunto representan 68% del comercio en servicios a nivel global y es notoria
la exclusión de países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica). Es
clara la intención de afirmar la competencia económica de ese bloque ante los
otros liderados por China.
Para descubrir la perspectiva y los
alcances de esta importante negociación internacional resulta fundamental
ubicarla en el marco aún mayor de la situación financiera global.
Los Estados Unidos de América han
sacado de su territorio ya casi toda actividad industrial. Emitiendo dólares,
prácticamente de la nada –ya que desde 1973 separó el valor de su divisa del
oro-, ha financiado el complejo industrial militar más grande de la historia.
Tiene al día de hoy la economía más endeudada del planeta. Su deuda pública
asciende a 18.3 billones de dólares, a la que se añaden los dólares
depositados en el sistema bancario internacional (eurodólares, petrodólares,
etc.). Así, las obligaciones monetarias de los EUA alcanzan una cantidad
estimada en 96 billones, esto es 300,000 dólares por cada ciudadano.
Los EUA patrocinaron las enormes
transferencias –subsidios- que se otorgaron a los bancos desde noviembre de
2008 mediante el mecanismo de flexibilización cuantitativa –conocida con el
acrónimo QE, quantitative easing-, que es una herramienta de política monetaria
utilizada por bancos centrales (que en los EUA es la “Federal Reserve”, o Fed)
para aumentar la oferta de dinero. Se pretendía con esa inyección de dinero
evitar el colapso de los bancos que tuvieron que asimilar pérdidas por sus
créditos hipotecarios impagados (activos tóxicos) y reducir las tasas de
interés a largo plazo con lo que, conforme a la teoría monetaria convencional,
se debería provocar un estímulo inmediato a la economía. En otras palabras,
inyectar adrenalina, en forma de dinero, que debía estimular al paciente.
Pero el dinero adicional (dinero-deuda)
no permeó hacia las economías, por lo cual no se pudieron palpar signos de
mejora económica. El caso reciente de Grecia permitió dejar muy claro cómo
opera la perversión implícita en el dinero-deuda: las inyecciones de nuevos
créditos recetadas por la “troika” simplemente eran para pagar réditos a los
bancos, a cambio de recibir como garantías los bienes y recursos del país.
El apetito insaciable del sistema
bancario de dinero-deuda absorbe la riqueza de manera tal que progresivamente
deja de existir dinero disponible para generar riqueza a través de la industria
y el desarrollo tecnológico de los países. Así sólo les queda –sólo nos queda a
los países satélites- la opción de recibir inversiones extranjeras para
maquila, la privatización de los servicios y la venta de recursos naturales al
precio que las transnacionales establecen.
Quienes controlan las finanzas del
mundo, a la vez que las armas, los químico-farmacéuticos, los alimentos, el
petróleo y ahora los servicios públicos, perfilan ahora un nuevo golpe para
refrendar su predominio en el mundo occidental. Dejarán caer por su propio peso
el resultado natural de una deuda impagable. El dólar norteamericano, con cuya
emisión ilimitada los dueños de la Fed, que son también dueños de los
monopolios globales, acumularon el oro del mundo, ya dejó de ser útil para
ellos.
Una devaluación de la divisa
norteamericana abarataría el valor de la deuda en su totalidad.
El pasado 15 de julio el estado
soberano de Texas reclamó formalmente a la Fed la reintegración de la parte
proporcional del oro que correspondería como parte de la Unión Americana. Esta
acción, presumiblemente planeada por los mismos dueños del dinero, generaría
una creciente desconfianza en el dólar, hasta devaluarlo.
China es el país que posee la mayor
cantidad de dólares. Al caer el valor de la divisa verde, sería el principal
afectado si no le compensase ser el principal destino de la inversión
productiva norteamericana y principal proveedor de productos de consumo de
Walmart, la mayor cadena de tiendas de venta al menudeo.
El conjunto de implicaciones
monetarias, comerciales, sociales y políticas parecen estar alineándose hacia
un importante cambio económico en los EUA con repercusiones a nivel global. La
cuenta regresiva parece haber comenzado para concluir el próximo mes de
septiembre.
Por José Luis Gutiérrez Lozano*
* Presidente de Fundación Ahora A.C., asociación que promueve la Economía Solidaria en la región centro-occidente de México con más de una década de trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario