29/12/10

EL QUE FA QUE PAGUI LA PENA VIURE



Zygmunt realiza una brillante descripción de las condiciones en las que elegimos cómo queremos vivir y de las limitaciones que pueden imponerse a dicha elección en una sociedad que fija en el poseer material el medio casi único para alcanzar a la escurridiza felicidad.
Tal como declaró Robert Kennedy pocas semanas antes de ser asesinado:

"El PIB tiene en cuenta, en sus cálculos, una serie de indicadores de bienestar, de servicios y de consumo, no refleja, en cambio la belleza de nuestra poesía ni la solidez de nuestros matrimonios. No se preocupa de evaluar la calidad de nuestros debates políticos ni la integridad de nuestros representantes. No toma en consideración nuestro valor, sabiduría o cultura. Nada dice de nuestra compasión ni de la dedicación a nuestro país. En una palabra: 
El PIB lo mide todo excepto lo que hace que valga la pena vivir.” 

¿Qué hay de malo en la felicidad? ¿Acaso es concebible que exista “lo malo” en algo que tanto se persigue hasta constituir el fin principal de la existencia? Nuestra sociedad líquida moderna nos induce a creer que el objetivo del arte de vivir debe y puede ser la felicidad, aunque no esté muy claro en qué consiste tal cosa.

Y es que, “sociedades como la nuestra, movidas por millones de hombres y mujeres que buscan la felicidad, se vuelven más prósperas, pero no está nada claro que se vuelvan más felices.

Parece como si la búsqueda humana de la felicidad fuera un engaño. Todos los datos empíricos disponibles sugieren que entre las poblaciones de sociedades desarrolladas puede no existir una relación entre una riqueza cada vez mayor, que se considera el principal vehículo hacia una vida feliz, y un mayor nivel de felicidad”. Pues, si bien el PIB tiene en cuenta, en sus cálculos, una serie de indicadores de bienestar, de servicios y de consumo, no refleja, en cambio, “la salud de nuestros hijos, la calidad de nuestra educación ni el grado de diversión de nuestros juegos.

No mide la belleza de nuestra poesía ni la solidez de nuestros matrimonios. No se preocupa de evaluar la calidad de nuestros debates políticos ni la integridad de nuestros representantes. No toma en consideración nuestro valor, sabiduría o cultura. Nada dice de nuestra compasión ni de la dedicación a nuestro país. En una palabra: el PIB lo mide todo excepto lo que hace que valga la pena vivir.”

Este es un libro que, cual espejo, refleja las formas que como sociedad hemos adoptado y los discursos que justifican esas formas. Es un guiño claro que nos señala nuestra incapacidad para ver lo que es, para no optar por lo esencial y para dejarnos engatusar por lo superfluo. También una oportunidad para ir al encuentro de lo que realmente somos.

Sumario
Introducción: ¿Qué hay de malo en la felicidad?
1. Las miserias de la felicidad
2. Nosotros, los artistas de la vida
3. La elección
4. Epílogo: De la organización y de organizarse

Publicado por Omar Montilla
http://gramscimania.blogspot.com/2010/12/zygmunt-bauman-el-arte-de-la-vida.html

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