8/8/13

Tener o disfrutar. Otra forma de entender el consumo es la clave de la economía compartida

 ¡NO SOMOS LO QUE TENEMOS! 

“Hay quien dice que el sistema no se puede cambiar. Son el 1% que están arriba de la pirámide y no les interesa que cambie, funciona para ellos. Se habla del consumo colaborativo como innovación social radical. No trata de arreglar los problemas que el sistema genera sino que está intentando CAMBIAR EL SISTEMA para que esos problemas no se generen”
“En realidad la economía compartida quiere ofrecer más alternativas al sistema. 

Hoy las alternativas son escasas. Si quiero comprar algo, voy a una tienda y pago con euros. No se me ocurre nada más. El consumo colaborativo quiere darnos un abanico más amplio de opciones. Por ejemplo, en transporte. Hace un tiempo solo podía pensar en autobús, tren y mi coche particular. Ahora tengo la alternativa del coche compartido, que es muy realista. Para dormir en otro lugar, tengo hoteles, que para cierto momento estará bien, pero tengo también intercambio de casas para estancias largas en familia, para cosas más cortas, Airbnb y para temas más sociales Couchsurfing. Se amplía el rango.

Pero no es eliminar lo que ya existe, porque hay cosas que están bien y la propiedad no va a desaparecer, porque para que alguien me alquile y comparta su coche esa persona ha de ser propietaria de ese coche. Habrá a quien le salga a cuenta ser propietario de una casa, ser propietario de un coche en sus circunstancias personales, pero no a todo el mundo. Se habla de EMPRENDEDURÍA SOCIAL RADICAL en el sentido de cambiar el sistema y ofrecer más alternativas, incluso entender que parte de la economía local no tiene por qué depender de los euros, se puede trabajar con moneda alternativa.

En el momento que soy capaz de intercambiar, debo ser capaz de generar riqueza aunque no sea en euros. Y esa riqueza se puede evaluar de otra manera, sea tiempo (bancos de tiempo), moneda alternativa u otras fórmulas. Es abrir este abanico donde no se depende tanto del sistema actual y se abren alternativas para distintos usos en distintos momentos.



Consumo colaborativo, economía compartida, monedas sociales, carsharing o crowdfunding son los protagonistas del nº 36 de la revista online esPosible titulada «Tener o disfrutar. Otra forma de entender el consumo es la clave de la economía compartida» y nos muestran un panorama alternativo lleno de fuerza en el que la propiedad ya no es una ley natural de la Vida, ni una obligación social.
¿Por qué comprar y tener cada uno una taladradora si la usamos tan poco? La revista nos cuenta que tenemos más de 4.000 objetos en cada casa, la mayoría inútiles o infrautilizados y que con cambios de planteamiento podríamos darles mejores usos.
¡NO SOMOS LO QUE TENEMOS! es el mensaje principal de este número que nos muestra con numerosos ejemplos e iniciativas realistas que compartir no es una necesidad de supervivencia en crisis sino el camino para VIVIR MEJOR. Apostemos por ello.

esPosible, la revista de la gente que actúa, se puede leer online o en pdf  y a continuación adjuntamos la editorial y el índice del nº 36:
¡No somos lo que tenemos!
La economía compartida está aquí por varias razones. La crisis económica y social hace que para muchas personas compartir sea una necesidad urgente, Internet permite hoy la colaboración de miles de personas creando redes amplias de nueva confianza y la conciencia de que con un planeta de recursos limitados, o compartimos o… nos hundimos. Estas tres fuerzas son muy poderosas y empujan en la misma dirección.

Pero en realidad la economía compartida está con nosotros desde el principio: somos seres sociales y la ayuda mutua nos hizo más fuertes para resistir las adversidades y los problemas en la larga evolución humana.
Pasar de la economía del propietario en la que hemos vivido -y en muchos casos seguimos viviendo- a la economía compartida es uno de los cambios disruptivos que tenemos que realizar si queremos lograr el bienestar para todas las personas dentro de los límites del planeta. Ese cambio comporta una auténtica revolución que implica un cambio de normas legales, un cambio tecnológico y, sobre todo, un cambio cultural profundo.

En buena medida esa economía compartida significa poner en valor activos hoy inutilizados (las muchas horas que los automóviles están sin utilizar, los tejados públicos, las viviendas y habitaciones vacías…).Nuestro actual grado de despilfarro es de tal magnitud que las posibilidades son infinitas. En Barcelona 5.000 personas comparten 100 vehículos. De otro modo esas personas poseerían, muy posiblemente, 5.000 automóviles. La tarea es lograr disociar la propiedad de una cosa del uso de esa cosa. Pasar de la propiedad al acceso.
En este nuevo número de la revista esPosible damos soluciones concretas. Aquí encontrarás direcciones para compartir coche y casa, utilizar bici en tu ciudad, participar con tu tiempo en apoyo social, dar tu dinero para un proyecto solidario, aprender a consumir de otra manera…
Somos más de 7.000 millones de seres humanos compartiendo este único planeta, tenemos que aprender a vivirlo de otra manera, tenemos que aprender, como hicieron nuestros ancestros, a compartir para sobrevivir…para vivir bien.
Índice
El acceso es mejor que la propiedad
El consumo colaborativo facilita la posibilidad de obtener objetos de forma más sostenible, pues se basa en la vida útil del objeto y en su uso compartido.
Una solución para cada necesidad
Iniciativas públicas y privadas se ponen al servicio del consumidor para repartir bienes y gastos en todo tipo de servicios.
Entrevista a Albert Cañigueral
“Las entidades financieras se muestran más receptivas”. Experto en consumo colaborativo fue entrevistado aprovechando su intervención en la jornada de presentación de la plataforma
OuiShare.
Estilos de vida colaborativos
La economía social, solidaria o alternativa piensa en algo más que en el dinero.

Sitio oficial: Revista esPosible y pdf 36
En El Blog Alternativo: Otros números de la revista esPosible



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