4/2/25

Cosas que podrían hacerse, pero no se exige que se hagan ni nadie controla si se hacen

LAS MENTIRAS DE ECOEMBES                

A las que hay que sumar los «errores» del gobierno

Vamos a hablar (otra vez) sobre reciclaje. Es un tema importante, aunque esté pervertido por la superficialidad de los medios y políticos de masas, amén de otras gentes sin interés real por la sostenibilidad. No queremos caer en el error de quedarnos en lo insustancial y comodón.

Debiera ser conocido que, para el medioambiente, es mejor reducir el consumo de carne que reciclar. Sin embargo, hay muchos intereses en que sigamos confundidos con el ranking, sin importar siquiera que el reciclaje no se haga bien.

Aclarado este punto, vamos a meter el dedo en el ojo de  Ecoembes.

En 2024, se evaluó oficialmente la recogida de botellas de plástico de bebidas para su reciclaje. Solo se estudió eso: «botellas de plástico de bebidas». No se evaluaron cuántos tetrabriks se reciclan (son cero a nivel español y mundial) ni las bandejas blancas (de polietileno) ni los espráis (de insecticidas, por ejemplo) ni las latas (de bebidas o de conservas) ni tampoco los envases de plástico para otros fines, como yogures, detergentes, suavizantes, champú, jabón líquido, repostería o las bolsas para todo tipo de usos.

La conclusión de tan necesario y parcial estudio fue que se recicla solo el 41% de las botellas de plástico de bebidas. Ecoembes dice que es un 73%. Ecoembes miente (está muy demostrado). Le interesa mentir. Entre los accionistas de Ecoembes están las empresas que más contaminan el planeta: Coca-Cola, Pepsi, Nestlé, Danone, Pascual… Esas corporaciones están ganando una cantidad inmensa de millones porque contaminar con plástico es barato. Y también apoyados por millones de ciudadanos ultra-azucarados y necios ante el desastre.

¿De dónde sale la cifra del 41 % que indica el gobierno de España?

Según explica muy bien la revista Ballena Blanca, esa cifra sale de estas tres cantidades:

  1. Cantidad total de botellas de plástico de un solo uso vendidas en España: 214.039 ton.
  2. Botellas recogidas en el contenedor amarillo: 74.482 toneladas.
  3. Botellas recogidas en cárceles, estadios deportivos, estaciones: 14.017 toneladas.

Con esos datos, calcular el porcentaje de botellas recuperadas es simple. Basta con multiplicar por 100 esta operación: (74.482+14.017) / 214.039  41 %.

Casualidades de la vida, la cifra de Ecoembes supera por muy poco el 70 %, que es el objetivo mínimo que dicta la Ley 7/2022. Para desgracia de Ecoembes, el gobierno no le da la razón y, como establece dicha ley, hay que implantar un SDDR en todo el territorio nacional en un plazo de dos años.

La cifra que dice el gobierno no es fiable

Aparte de que —como hemos dicho— no se tienen en cuenta todos los tipos de envases, ni siquiera todos los de plástico, se han cometido dos graves errores que invalidan ese dato:

  1. Por una parte, los cientos de incendios que ocurren anualmente en centros de reciclaje. Es decir, las cifras anteriores del dividendo (2 + 3) están infladas. Una cosa es «lo que se recoge para reciclar» y otra «lo que de verdad se recicla». Lo que se quema en un incendio, no se recicla, pero no se resta. Ni siquiera tenemos datos oficiales y transparentes sobre estos recurrentes incendios.
  2. El segundo error está en el divisor (cifra 1). Resulta que es imposible conocer cuántos envases se venden, como explica el experto Alberto Vizcaíno. Por tanto, esa cantidad parte de una estimación dada por las empresas interesadas que, como puede sospecharse, la reducen al máximo. Es fácil oler que las compañías indican que venden menos de lo que realmente venden.

Una solución tan simple que ni se contempla

Como es sabido, el problema del plástico es enorme. Algunos no quieren verlo aunque se lo estén tragando con su agua mineral. Y la solución no es difícil. Consiste en dos simples medidas:

  1. SDDR (Sistema de Depósito, Devolución y Retorno) para envases retornables y exigir que los envases de vidrio sean siempre reutilizables (salvo que se justifique por qué no). El vidrio debe reutilizarse porque reciclarlo tiene un enorme impacto ambiental y además también hacen trampas, como también explica Vizcaíno.
  2. Impuestos crecientes —año a año— para las empresas que vendan productos en envases no retornables.

Los envases de usar y tirar (no reutilizables) pueden (y deben) tener también su SDDR, pero cuando la tasa que paguen las empresas sea elevada, este tipo de envases desaparecerán. Este impuesto puede ser pequeño durante unos pocos años y subir progresivamente. Así, las empresas tendrán tiempo para hacer que sus envases sean retornables y adherirse al SDDR para envases reutilizables. Por cierto, lo mejor sería implantar un sistema SDDR como hace cincuenta años, pagando una parte a los comercios que recojan los envases vacíos y sin caras y contaminantes máquinas electrónicas.

La Ley de Residuos 7/2022 no contempla nada de eso. Solo se habla de un SDDR para reciclar (no para reutilizar) y, encima, exclusivo para botellas de plástico de hasta 3 litros: no se recogería nada de vidrio ni otro tipo de envases que son una clara mayoría (bidones de 5 o más litros, envases de yogures, detergentes, suavizantes, tetrabriks, latas, etc.). Está claro que la ley solo pretende maquillar el reciclaje.

Es curioso: la ley condena el greenwashing y es una ley de puro greenwashing.

Más detalles sobre la nefasta Ley de Residuos 7/2022

Esta ley está pensada para las multinacionales; no para la ciudadanía. Es evidente la malsana intención de que apenas sirva para resolver ningún problema. Es como una carta a los Reyes Magos con cosas que podrían hacerse, pero que no se exige que se hagan y que nadie piensa controlar si se hacen o no. Algunos puntos que la ley trata y que es bueno saberlos para exigir que se cumplan.

  • Los ayuntamientos, las confederaciones hidrográficas o la Dirección General de Carreteras no deben pagar nada por la recogida de residuos. La ley deja claro que los costes tendrán que ser sufragados por las empresas. Los organismos públicos deben hacer que se limpien calles, ríos y arcenes; y pasar la factura a las empresas del plástico, a las tabaqueras, etc.  Por la misma razón, los costes y daños ocasionados por las toallitas húmedas, deben ser asumidos por las empresas responsables.
  • La ley exige programas de prevención sin materializar nada concreto.
  • Bares y restaurantes deben «ofrecer» agua gratuita y «no envasada».
  • Los comercios de alimentación cuya superficie sea igual o mayor a 400 metros cuadrados destinarán al menos el 20% de su área de ventas a productos presentados sin embalaje primario.
  • Seguimos esperando que se haga algo contra la obsolescencia programada, como manda la ley.

Que haya otras cosas más importantes que reciclar no nos exime de nuestra obligación de atender con urgencia el problema de los residuos (denunciado hasta en dibujos animados). El plástico está matando a millones de animales. Las aves se atragantan en islas alejadas de las ciudades donde se despilfarra ese recurso. Los humanos también enfermamos por esta causa.

Aparte de un completo análisis de la Ley de Residuos, en  Blogsostenible hemos tratado estos temas, desde los  incendios en centros de reciclaje, hasta las mentiras de Ecoembes, pasando por nuestra propuesta para resolver el problema, o el greenwashing de empresas envasadoras y también los lemas más empleados para engañar al consumidor.

Como sociedad, nos queda mucho por hacer. Y sería fácil, si los ciudadanos votáramos a partidos que no se vendan a las grandes corporaciones. El gobierno actual de España (PSOE), no está atendiendo la crisis climática ni la crisis ambiental. Y si piensas que el PP lo haría mejor, es porque los conoces muy poco.

https://blogsostenible.wordpress.com/2025/02/03/a-las-mentiras-de-ecoembes-hay-que-sumar-los-errores-del-gobierno/  

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