EL
MERCADO SOCIAL: Una herramienta de la
economía solidaria
Hace
ya varios años que en REAS comenzamos a soñar con ir construyendo
pasito a pasito una de las principales propuestas de transformación
económica que emanan de las prácticas de la economía solidaria a
la que denominamos Mercado Social, una herramienta para
interconectar las diferentes iniciativas económicas que impulsamos.
La
idea del Mercado Social surge al detectar como en los últimos años
estaban proliferando numerosas iniciativas económicas basadas en
los principios de la economía solidaria en todas las dimensiones
que componen el mercado (producción, distribución, consumo y
financiación). Pero existía la conciencia clara de que todas esas
experiencias, dispersas las unas de las otras, difícilmente podían
presentarse como una propuesta alternativa real.
Era
necesario que esas organizaciones tomaran conciencia de sus
diferencias con la economía capitalista. Necesitábamos conocernos
y reconocernos entre nosotras como afines en nuestros valores,
principios y en nuestra crítica al modelo económico actual, aunque
diversas y diferentes en nuestras prácticas. Y para todo eso,
resultaba imprescindible ponernos en relación, intercooperar entre
nosotras y con una población cada vez más sensibilizada hacia el
consumo responsable.
Muchas
entidades de economía social y solidaria todavía no participaban
en las finanzas éticas ni comercializaban sus productos a través
de la comercialización solidaria, ni tampoco trabajaban con
entidades proveedoras del sector. El consumo y el ahorro responsable
eran y siguen siendo muy débiles.
Con
todas estas ideas en REAS comenzamos a ser conscientes que para
avanzar en nuestra finalidad de transformación social a través de
lo económico, necesitamos interconexionar todos estos sectores
mostrando y haciendo visibles nuestras propuestas a la vez que
reforzamos nuestra intercooperación (priorizar nuestras necesidades
de compra de bienes o servicios eligiendo como proveedora a una
entidad de economía social y solidaria, la cual, también prioriza
sus compras eligiéndonos como proveedoras cuando ésta demande un
servicio o producto).
Nuestro
reto además es que esta intercooperación sea practicada de manera
cotidiana por las personas que trabajan en el sector y por otras
personas que quieran ejercer su opción de consumo con compromiso
social, tratando de crear entre todos, nuevos proyectos
socioeconómicos compartiendo excedentes y recursos.
Con
todo esto empezamos a preguntarnos, ¿qué pasaría si fuéramos
capaces de construir un circuito económico único, común y
coherente con esos valores que compartimos? La respuesta a la que
llegamos es que podríamos tener un Mercado Social. Y cual
hormiguitas nos pusimos a trabajar en esta herramienta cada
territorio a su ritmo, pero de manera coordinada y compartiendo los
mismos objetivos.
Partimos
de tres premisas: abordar el mercado, como escenario principal de
transformación, colocando en el centro de las relaciones económicas
las personas y la sostenibilidad de la vida. Dar a conocer, poner en
relación, enredar y fomentar la intercooperación entre las
iniciativas de economía social y solidaria que ofrecen productos y
servicios tan variados y que tan poco se conocen. Y repensar como
organizarnos para fomentar una economía más justa y solidaria a
través de la implicación activa de la población hacia el consumo
responsable.
Una
red en permanente construcción
Alrededor
del 2009 comenzamos a trabajar en lo que denominamos Mercado Social:
“Una red de producción, distribución y consumo de bienes y
servicios que funciona con criterios éticos, democráticos,
ecológicos y solidarios, constituida por empresas y entidades de la
economía social y solidaria junto con consumidores y consumidoras
individuales y colectivos. Cuyo objetivo es cubrir una parte
significativa de las necesidades de sus participantes dentro de la
red y desconectar la economía solidaria de la economía
capitalista, tanto como sea posible”.
Un
mercado social basado en la idea del apoyo mutuo con tres reglas
sencillas:
- Cada componente de la red se compromete a consumir el máximo dentro de ella.
- Cada componente de la red se compromete a producir el máximo para ella.
- Cada componente de la red contribuye a crear otras iniciativas vinculadas a ella, depositando ahorros y excedentes en instrumentos financieros de la red.
Sabemos
que poner en marcha estas sencillas reglas no es fácil ni rápido.
Las entidades de economía social y solidaria y las personas
consumidoras tenemos que romper cierta inercia y comodidad a la que
estamos acostumbradas y cambiar hábitos cotidianos de
funcionamiento. Esto requiere incorporar nuevos conceptos mentales
en nuestros actos económicos cotidianos que suponen complejizar los
mecanismos de elección que ahora se basan mayoritariamente en el
precio y en una vistosa presentación.
Cambiar
las rutinas y escoger nuevas entidades proveedoras puede llegar a
requerir cambios organizativos y sobre todo requiere, al menos al
principio, de una mayor voluntad, compromiso y esfuerzo que la
simple asunción teórica de querer cambiar el mundo.
Y
en esa tarea estamos. En la actualidad los mercados sociales
promovidos por REAS poco a poco empiezan a ser una realidad en
algunos territorios del Estado Español.
Algunos
territorios como Euskadi, Nafarroa y Catalunya han optado porque sea
la propia Red de Economía Solidaria quien gestione y articule el
Mercado Social. En otros territorios bajo diferentes formas
jurídicas se aglutinan a todas las entidades de la REAS territorial
y a otras entidades de la economía social: Mercado Social Illes
Balears, constituido como asociación, Mercado Social de Madrid
constituido como cooperativa mixta/integral y Mercado Social Aragón
(MESCoop Aragón) como cooperativa de servicios. Estos mercados
sociales recogen dos tipologías de socias; entidades socias
proveedoras de bienes, productos y servicios y socias
consumidoras-colaboradoras tanto individuales como colectivas.
Dentro
de REAS red de redes existe un espacio de coordinación y
cooperación que en la actualidad cuenta con estos mercados sociales
ya constituidos y las REAS territoriales que están en proceso de
construcción. A este espacio de coordinación se suman cooperativas
estatales de servicios en sectores estratégicos de consumo (Fiare
Banca ética, Seguro ético y solidario CAES, Som Energía y
Coop57), y entidades referentes en consumo responsable como
Ecologistas en Acción y el periódico Diagonal.
Estos
mercados sociales comparten herramientas como una imagen común, un
sistema de certificación de entidades proveedoras a través de la
realización de la auditoria o balance social, la celebración de
ferias y un catalogo común de productos y servicios procedentes de
la economía social y solidaria (energías renovables, finanzas y
seguros éticos, alimentación ecológica y de comercio justo,
turismo sostenible, ropa, muebles, papelería, cosmética, servicios
de limpieza, de salud y cuidados, educación, jardinería, diseño
gráfico, mensajería, construcción, asesoría, ocio y cultura,
etc.) a través del portal mercadosocial.net.
Algunos
de los retos en los que también estamos trabajando de manera
coordinada como elementos claves en la construcción de mercado
social son las monedas complementarias, carnets para las socias
colaboradoras en forma de tarjetas de fidelización/ bonificación y
sistemas de distribución y venta conjunta alternativos.
En
las webs gestionadas por REAS mercadosocial.net
y
mecambio.net
podemos encontrar información útil de cómo participar en el
Mercado Social y como adquirir productos y servicios para ejercer un
consumo responsable lo más cercano posible a las personas en cada
territorio.
Esta
amplia oferta de productos y servicios hace viable un consumo
responsable pero que tiene que seguir creciendo, porque creemos que
uno de los principales retos que se detectan es que aún hay
sectores por cubrir y consumidoras responsables que quieran caminar
junto con nosotras en esta idea en permanente construcción que
llamamos Mercado Social.
¿Te
apuntas?
Susana
Ortega de REAS RdR para la Revista
Pueblos
Artículo
publicado en el nº71
de Revista Pueblos, cuarto
trimestre de 2016.
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