QUITAR EL CÉSPED Y HACER UN HUERTO
Mantener un césped verde, es un enorme gasto de energía, agua,
semillas y tiempo, casi con el mismo gasto y tiempo podríamos tener
un exuberante huerto para poder comer sano y barato.
Imaginemos como sería vivir en una comunidad
donde los tomates crecen en los jardines, granadas, espinacas, col
rizada, higos, zucchinis, fresas, almendras, ajo, cebollas, manzanas
y todo aquello que nos apetezca. Comunidades como esta están
apareciendo en todo el mundo, gracias a que mucha gente comienza a
aprender acerca de los beneficios de ser más sostenibles y
autosuficientes.
Este acto simple pero revolucionario podría dar
forma a nuestra salud, economía, política y ambiente natural. En el
centro de la vida está la comida. Las personas que controlan lo que
comemos, controlan nuestra salud y cómo vivimos.
Gestión
ambiental:
Los productos petroquímicos que se utilizan
para fertilizar y conservar los alimentos. Los plaguicidas y
herbicidas aparte de ser extremadamente tóxicos para nosotros y los
demás animales, dañan a muchos insectos beneficiosos como las
abejas polinizadoras, cuya población está en un alarmante declive
en los últimos años.
La agricultura urbana pone la producción de
alimentos y la salud en manos de las personas, permitiéndoles
administrar mejor sus alimentos de una manera sana y sostenible para
el medio ambiente. Esta nueva forma de agricultura nos desenchufa del
petróleo. Los métodos de cultivo orgánicos crean una relación más
simbiótica con los ecosistemas, manteniendo un medio ambiente sano.
Renovación
de las economías locales:
El comercio vecino a vecino es algo que se perdió
en nuestras comunidades. Las áreas residenciales casi nunca incluyen
espacios comunes para que los miembros de la comunidad intercambien
alimentos y productos. En algunas regiones de los Estados Unidos es
incluso ilegal vender pan casero o tomates a tus vecinos. La ley
desalienta el comercio comunitario, ya que alienta la compra de
alimentos a las grandes cadenas de supermercados.
Podemos ayudar a cambiar esto creando espacios en
nuestras comunidades. La agricultura urbana ha revitalizado la idea
de comerciar y realizar intercambios entre vecinos de muchos pueblos.
Si la agricultura urbana continúa creciendo, causará una
perturbación económica masiva y positiva al introducir una
producción local de alimentos que competirá con los mercados
corporativos principales en precio, calidad, salud y comodidad.
Enfoque en la política local:
La agricultura urbana da a la gente el incentivo
para involucrarse en la política local y así poder luchar por
regulaciones locales, relevantes para la vida cotidiana de las
personas que están tratando de cultivar su propia comida y trabajar
con su comunidad.
El crecimiento de la agricultura urbana ya ha dado
lugar a personas que se unen para impulsar reformas legales a gran
escala, como la California Cottage Food Act, que permitirá a la
gente vender legalmente ciertos productos caseros como mermeladas y
panes. Debido a la introducción de la agricultura urbana, las
comunidades se han unido para luchar por el derecho de recolectar
agua de lluvia, criar pollos y mantener abejas en espacios urbanos
para la producción de miel.
Salud y
nutrición:
Los alimentos producidos por la industria
alimentaria pueden tener muchos efectos negativos sobre la salud de
las personas que los consumen. Esta es una razón muy grande por la
cual la agricultura urbana es cada vez más atractiva para muchas
comunidades. Cuando se tiene control total sobre lo que utiliza para
cultivar la comida que te alimenta, es más probable que use los
métodos de cultivo más saludables. La comida local es fresca,
sabrosa y rica en nutrientes.
Como se ve en muchas comunidades, la agricultura
urbana tiene la capacidad de proporcionar alimentos frescos y
saludables para las personas que normalmente no tendrían acceso a
los alimentos saludables. La gente pasará más tiempo afuera,
haciendo el trabajo físico de cultivar un huerto. Esto podría
resultar en menos obesidad, menos enfermedades crónicas y
disminución en el gasto sanitario.
Interacción
de la comunidad:
Para la agricultura urbana el centro es la
comunidad. La gente debe unirse en un esfuerzo cooperativo para
cultivar alimentos y proporcionarlo a sus vecinos. Las semillas se
intercambian, se comparte el trabajo, se intercambia la cosecha y se
intercambia el conocimiento. La interacción con la comunidad es una
parte integral de la construcción de espacios de vida seguros,
cooperativos y pacíficos. Si la gente está trabajando junta para
crear un sistema alimentario local que provea alimento para todos, la
comunidad se fortalecerá y unificará.
Imagínese si cada comunidad se une y comienza a
cultivar alimentos en vez de césped en sus jardines, patios,
balcones, terrazas o incluso en los espacios públicos. Esta podría
ser una verdadera revolución, que luche contra los temas que
actualmente nos aquejan a todas las sociedades, cambio climático,
salud, economía por citar algunos.
Y lo mejor es que no hace falta mucho, solo hay
que tomar una pala y comenzar a cavar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario