EL FUTURO NO ESTÁ PREDETERMINADO
Ilya Prigogine es uno de los principales
responsables de nuestra visión actual del universo, en la que la imagen de un
mecanismo eterno e inmutable dio paso a la de una obra en construcción en la
que el tiempo juega un papel esencial.
¿Está el futuro predeterminado? ¿Cómo surgió
el universo? ¿Cuál es el papel de la ciencia en el mundo actual? A los 83 años,
con su bondad y lucidez, Ilya Prigogine contesta estas preguntas.
La nueva ciencia no
habla de certidumbre, sino de probabilidad.
La modernidad es la búsqueda de la certidumbre, el control y el dominio. Y aún hoy, escribe Silvia Zimermann, pasadas décadas de la nueva ciencia, no toleramos la idea del caos; preferimos la supervivencia de un "orden desordenado", obsoleto y dañino que nos dé una seguridad falaz. Prigogine invita a pensar el caos como consustancial a la vida, y entenderlo con signo positivo: como ámbito de creatividad, de transformación y de oportunidad.
Sin caos, sin
alejamiento de los estados de equilibrio, no habría capacidad de reorganización
de las estructuras disipativas, esas en las que pedazos subsistentes del orden
viejo y el desorden alcanzado estructuran lo nuevo con el concurso de la
libertad.
Esta es parte de la entrevista publicada por CMEH que se encuentra
en el sitio Pressenza
LRI: Ante la desorientación del mundo actual, ¿qué
respuestas cree que son necesarias?
IP: ¿Respuestas? Es mucho pedir, sobre todo porque estamos en un nuevo periodo histórico.
Estamos viviendo el declive de las ideologías, ya sean económicas o políticas.
Lo mismo ocurre en el ámbito científico, sobre todo en lo que respecta a la
noción de determinismo y certidumbre. Por tanto, es difícil esperar respuestas
en un momento en que la humanidad atraviesa un periodo de transición. No
obstante, se perfilan algunas tendencias generales: el interés por la
naturaleza, por el ser humano y por la historia de las civilizaciones.
Nuestros contemporáneos tienen intereses muy diversos. En este contexto, es
importante situar el papel de la ciencia. Tengo una visión bastante positiva de
la ciencia. Creo que, a pesar de todo, la ciencia tuvo un efecto muy importante
en el siglo XX. A lo largo del mismo hubo, por supuesto, guerras espantosas y
holocaustos, pero a pesar de ello hubo efectos positivos, una mayor
universalidad y una tendencia a la disminución de las desigualdades. La gente
es más consciente de otras civilizaciones. También es interesante observar que
la ciencia y la tecnología, que eran elementos de dominación europea, se han
convertido en instrumentos de difusión de la cultura, permitiendo transmitir un
mensaje más universal.
LRI: ¿Cuáles son los aspectos clave que están cambiando?
IP: Hasta
hace poco, teníamos una idea bastante simplista de la naturaleza y de su
funcionamiento. Pensábamos que con las leyes de Newton o la mecánica cuántica
teníamos una descripción casi completa del mundo. En resumen, nos centrábamos
en el movimiento de cuerpos aislados. Pero la naturaleza no es eso.
A todos los niveles, nos ofrece un elemento narrativo, un poco como Sherezade
que interrumpe su historia para comenzar otra más bella. La ciencia actual está
pasando de una descripción geométrica del universo a otra más narrativa. Es una
serie de historias entrelazadas. Esto
nos lleva a la noción de complejidad de la naturaleza. Pero es esta complejidad
la que le ha permitido crear maravillas como las plantas y el cerebro. Así
que no debemos deplorarla. La complejidad es bienvenida; no describe un declive
de la ciencia, sino una apertura.
LRI: Usted cuestiona teorías que se remontan al siglo
XIX...
IP: El siglo XIX nos dejó dos concepciones
contradictorias. Por un lado, las leyes de la naturaleza aplicables a los
movimientos reversibles. Pensábamos que todas las manifestaciones de la
naturaleza estaban descritas por estas leyes, pero eso no es cierto. Por un
lado, tenemos la ley reversible del movimiento planetario y, por otro, la
conductividad térmica, que es un ejemplo de fenómeno irreversible en el que se
manifiesta la flecha del tiempo. La flecha del tiempo es común a todo el
universo. Tú envejeces en la misma dirección que yo. Todas las estrellas
evolucionan en la misma dirección temporal. Por lo que sabemos, todos los
objetos del universo se mueven en la misma dirección temporal. Lo que es común a nuestro universo es la
dirección del tiempo. Esta flecha no surge a nivel de trayectorias
individuales, sino a nivel de grandes conjuntos. Poblaciones de partículas o
moléculas. Para comprender el universo, no podemos diseccionarlo en unidades
independientes. De hecho, muchos
investigadores han defendido antes que yo que el reduccionismo tiene sus
límites. Hay que contemplar la naturaleza como un todo.
LRI: ¿Qué aporta su investigación sobre la
irreversibilidad?
IP: La
irreversibilidad es la condición misma de la novedad. Tiene un papel creativo.
Las fluctuaciones se amortiguan a medida que nos acercamos al equilibrio.
Pensemos en las oscilaciones amortiguadas en torno a la energía potencial
mínima de un péndulo. Pero la situación cambia lejos del equilibrio; ahí, las
fluctuaciones pueden aumentar. Cuando ya no se tiene una posición mínima, como
en el péndulo, las fluctuaciones desempeñan un papel importante. Casi se podría decir que la materia está en
un estado de flujo todo el tiempo. Lejos del equilibrio, ya no tienes esos
mínimos, y en ese caso puedes tener fluctuaciones que pueden aumentar. Nuestro
mundo es un mundo de fluctuaciones. La historia de la vida no debe verse de
forma lineal; es una superposición de historias. Los reptiles
empezaron a volar mientras otros permanecían en tierra, los mamíferos empezaron
a nadar mientras otros permanecían en tierra, los monos se hicieron hombres
mientras otros seguían siendo monos. Observamos un mundo de fluctuaciones,
algunas de las cuales se desarrollan y otras no.
A continuación la entrevista del diario LA NACION:
P: Usted afirma que es imposible determinar el futuro.
¿Cómo se aplica eso a los asuntos humanos?
IP: Siempre
me impresionó la contradicción entre nuestra experiencia humana y la visión
científica clásica que concebía el universo como una máquina. Para mí, el
futuro del universo no está predeterminado, y el de la sociedad, tampoco. El
nuestro es un mundo de probabilidades. Si estuviera predeterminado, esta
conversación estaría decidida desde el Big Bang. Pero lo que vemos es un
universo auto organizado, dado a las bifurcaciones. Por ejemplo, el
advenimiento del régimen comunista fue algo que nadie podía predecir. Entre
muchas soluciones triunfó una. Y eso, yo creo, ocurre igual en la ciencia.
P: ¿Cuál es, para usted, el papel que debe cumplir la
investigación?
IP: Creo que no puede haber duda de su importancia.
Hace 100 años, la investigación era una actividad elitista. Einstein y otros
decían que podía desarrollarse independientemente de la sociedad. Pero ya no es
así. Hoy, entre las disciplinas en desarrollo se encuentran la información, la
comunicación, la medicina y la biología molecular. Hace 30 años no dudábamos de
que las más importantes eran la física de altas energías, el descubrimiento de
partículas elementales. La situación está cambiando.
P: Usted suele decir que los científicos son muy
parecidos a los artistas. ¿Eso implica que no descubren la verdad, sino que la
crean?
IP: Los artistas crean algo que no existía antes, en
cambio los científicos en cierto modo descubren el sentido de algo que existe
desde siempre. La creatividad está en el modo en que se investiga. No es meramente
individual sino de toda una cultura. Por ejemplo, un investigador chino no plantearía las mismas preguntas que uno
occidental. Para ellos, la temporalidad y la espontaneidad siempre fueron
obvias, mientras que para la ciencia occidental existía la tentación de
transformar todo en una máquina. Desde Newton hasta el genoma. Ahora, los
científicos se sienten tentados a aplicar el modelo de máquina a la existencia
humana.
P: Desde su concepción de un universo inestable, ¿se
puede inferir que el mundo está gobernado por el azar?
IP: El
equilibrio sólo es posible para sistemas aislados, pero nuestros sistemas no
están aislados. Esto es obvio en nuestro planeta: vivimos de un flujo de
energía que proviene del sol. Sólo
ahora empezamos a entender por qué el universo no está en equilibrio. Es
una pregunta abierta. Sin embargo, no
es lo mismo decir que la naturaleza está determinada por probabilidades que
decir que está gobernada por el azar. Eso sería alienante.
P: En Washington, varios cosmólogos estuvieron de acuerdo
en que para aceptar ciertas premisas de la ciencia es necesario creer en ellas.
¿La ciencia es otro tipo de religión?
IP: En un
mundo auto organizado, que no está en equilibrio, surge la vida. Cuando el
mundo era comparado a un gran péndulo, la religión era inevitable, porque
alguien tenía que haber echado a andar el sistema. Para mí, la pregunta que
debe hacerse es si la dirección de la evolución está dada por alguien desde
afuera de la naturaleza o si la naturaleza en sí misma genera sus propias
leyes. Es una pregunta por la libertad.
P: Con la finalización del Proyecto Genoma Humano se
promete la cura de enfermedades y hasta la inmortalidad. ¿Qué consideración
ética le merecen estos avances?
IP: Por supuesto, más ciencia nos hace más poderosos
y eso nos conduce a difíciles elecciones. Pero la investigación no sólo debe ser concebida como una búsqueda de la
verdad. También debe estar fundada en la cultura. No hay duda de que
habrá elecciones difíciles. Pero no tenemos que temerlas. La ciencia es un diálogo entre la humanidad y
la naturaleza, y todavía somos profundamente ignorantes.
P: ¿Qué balance hace después de haber dedicado toda su
vida a la reflexión?
IP: De joven yo tocaba mucho el piano y estuve
tentado de convertirme en pianista (pero probablemente hubiera sido de segundo
orden). Recuerdo una entrevista en la que se les preguntaba a varios
científicos por qué se habían dedicado a esto. Algunos contestaban que había
sido porque la vida es demasiado corta para dedicarse a las palabras cruzadas.
Otros, por solidaridad. Yo me dediqué a la ciencia por insatisfacción.
https://www.climaterra.org/post/ilya-prigogine-el-futuro-no-est%C3%A1-predeterminado
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