PÀGINES MONOGRÀFIQUES

19/9/23

Todos nosotros debemos preguntarnos: ¿Cuál es nuestra verdadera naturaleza?

DECLARACIÓN DE FUJI                       

DESPERTAR LA CHISPA DIVINA EN EL ESPÍRITU DE LA HUMANIDAD

Por una civilización de unidad en la diversidad del planeta Tierra

Se avecina una nueva fase en la evolución de la civilización humana. Con estados de crisis cada vez más profundos que traen malestar a todas las partes del mundo, hay una creciente necesidad de cambio en nuestras formas de pensar y actuar. Ahora tenemos la opción de entrar en una espiral cada vez más peligrosa o abrirnos paso hacia un mundo de dignidad y bienestar para todos.

A lo largo de su historia, la humanidad se ha guiado principalmente por una conciencia material. Por miedo a la escasez, hemos seguido persiguiendo ganancias materiales más allá de lo necesario, quitando a los demás y agotando los recursos naturales de la Tierra. Si nuestras aspiraciones siguen centrándose únicamente en lo que es material y finito, nuestro mundo se enfrentará a una destrucción inevitable.

¿Cuál es nuestra verdadera naturaleza?

Para tomar decisiones más ilustradas y cambiar el curso de nuestra historia, tenemos que volver a la pregunta básica sobre la vida humana. Todos y cada uno de nosotros debemos preguntarnos: ¿Cuál es nuestra verdadera naturaleza? y buscar una respuesta significativa y responsable.

Las grandes tradiciones espirituales del mundo siempre nos han dicho que, en su raíz, la vida humana está inextricablemente unida a su fuente universal. Hoy en día, los últimos avances en las ciencias físicas y de la vida reafirman esta idea perenne. Cuando redescubrimos nuestras conexiones con la naturaleza y el cosmos, podemos realinear nuestra vida con el movimiento universal hacia la unidad y la armonía en y a través de la diversidad. Podemos restaurar la chispa divina en el espíritu humano y hacer aflorar nuestro amor, compasión, sabiduría y alegría innatos para vivir una vida floreciente. Ha llegado el momento de que cada uno de nosotros despierte la chispa divina que reside en nuestro corazón.

¿Cuál es el propósito de nuestra existencia?

Hemos nacido en un momento crítico de la historia, en un mundo en transición, en el que es posible guiar el avance de la humanidad hacia la paz en la Tierra. Vivir la paz y hacer posible que la paz prevalezca en la Tierra es el propósito último para todos nosotros. Podemos y debemos abrazarla en todas las esferas de nuestra existencia.

Viviendo de forma consciente y responsable, podemos recurrir a nuestra libertad y poder inherentes para forjar nuestro destino y el de la humanidad. Nuestra tarea consiste en crear, en colaboración, un mundo de dignidad y compasión que despliegue todo el potencial del espíritu humano, un mundo en el que cada individuo dé expresión a su yo más elevado, al servicio de la familia humana y de toda la red de vida del planeta.

Hacia una nueva civilización

Es imperativo reunir a personas de diversos campos: científicos, artistas, políticos, líderes religiosos y empresariales, para crear una sólida base multidimensional que catalice un cambio oportuno en el curso de la historia. Ha llegado el momento de que todas las personas se conviertan en pioneros valientes, de que se aventuren más allá de sus intereses personales, culturales y nacionales, y más allá de los límites de su disciplina, y se unan con sabiduría, espíritu e intención en beneficio de todas las personas de la familia humana. De este modo, podremos superar el dominio de ideas obsoletas y comportamientos anticuados en el insostenible mundo actual y diseñar una civilización más armoniosa y floreciente para las generaciones venideras.

El paradigma de la nueva civilización

El paradigma de la nueva civilización es una cultura de unidad con respeto por la diversidad. Al igual que las innumerables células y los diversos órganos de nuestro cuerpo están interconectados por su unidad y trabajan juntas en armonía con el fin de mantener nuestra vida, todos y cada uno de los seres vivos son una parte intrínseca de la gran sinfonía de la vida en este planeta. Con el reconocimiento consciente de que todos formamos parte de un universo viviente de gran diversidad y unidad, coevolucionaremos unos con otros y con la naturaleza a través de una red de relaciones constructivas y coherentes.

Nosotros, como individuos responsables de nuestro futuro y el de nuestros hijos, declaramos que:

  • Afirmamos la chispa divina en el corazón y la mente de cada ser humano y nos proponemos vivir de su luz en todas las esferas de nuestra existencia.
  • Nos comprometemos a cumplir nuestra misión compartida de crear una paz duradera en la Tierra a través de nuestra forma de vivir y actuar.
  • Nos proponemos vivir y actuar para mejorar la calidad de vida y el bienestar de todas las formas de vida del planeta, reconociendo que todos los seres vivos, en toda su diversidad, están interconectados y son uno.
  • Nos esforzamos continua y constantemente por liberar el espíritu humano para una creatividad profunda, y por alimentar la transformación necesaria para forjar un nuevo paradigma en todas las esferas de la actividad humana, incluyendo la economía, la ciencia, la medicina, la política, los negocios, la educación, la religión, las artes, las comunicaciones y los medios de comunicación.
  • Nuestra misión será diseñar, comunicar y poner en práctica una civilización más espiritual y armoniosa, una civilización que permita a la humanidad desarrollar su potencial inherente y avanzar hacia la siguiente etapa de su evolución material, espiritual y cultural.

https://www.climaterra.org/post/declaraci%C3%B3n-de-fuji-despertar-la-chispa-divina-en-el-esp%C3%ADritu-de-la-humanidad  

 

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