Una nueva manera de pensar en el siglo XXI
De
un economista inmaduro a un economista responsable: una 8ª manera
de pensar la economía del siglo XXI *
“Economistas,
cuando hablan de “jugarse la piel”, sólo se preocupan por lo
primero.” (Nassim Nicholas Taleb)
“Los
economistas son humanistas, necesitan muy pocas matemáticas”
(Christian Felber)
En
su libro “Jugarse
la piel: asimetrías ocultas en la vida cotidiana”,
Taleb especifica que“jugarse
la piel” es exponerse al mundo real, y pagar un precio por sus
consecuencias, sean estas buenas o malas.
Sin embargo, la mayoría de los economistas de los últimos siglos no
sufrieron en su piel por sus errores, pero sus consecuencias causaron
muchos problemas a una gran mayoría de gente y al Planeta donde
vivimos.
Estos
errores podrían clasificarse en dos grandes categorías: ignorancia
y mala fe. Por el contrario, los objetivos principales en la
educación durante nuestra infancia tratan de evitar lo anterior. Por
lo tanto, un signo
de inmadurez en la edad adulta ocurre cuando la ignorancia y la
desinformación (posverdad,
propaganda, falsas noticias…) dominan
nuestro comportamiento para una buena convivencia.
Hoy
en día, muchos economistas se encuentran todavía en esta fase
inmadura. Por
un lado, no han adquirido un sentido crítico para cuestionar la mala
educación económica que han recibido, por lo que continúan
inmersos en cierta ignorancia. Por otro lado, reconocen esos fallos
de la economía, pero continúan siguiendo el mismo camino, ya que
obtienen ciertos beneficios personales sin que las consecuencias les
afecten todavía. Esto
podría ser un problema de egocentrismo o narcisismo con una cierta
falta de empatía. En
este caso, la línea delgada entre el comportamiento patológico y
criminal debería ser resuelta por psicólogos y jueces.
Para
dar la vuelta a esta situación se
necesita un nuevo pensamiento. Este
nuevo camino podría construirse alrededor
del concepto "responsabilidad".
A través de esta idea, el desafío es integrar
la regla de "jugarse la piel" y algunas herramientas para
disipar nuestra ignorancia. Las virtudes
de justicia y sabiduría acompañarían
el camino hacia la "responsabilidad". Ambas ideas son
complementarias.
Obviando
el camino de la mala fe y sus consecuencias, que en circunstancias
normales se debería corregir a través de los órganos
institucionales de justicia, nos centraremos en solventar el problema
educativo de la ignorancia. Ser ignorante en cualquier tema o
específicamente en aspectos económicos no es un problema en sí
mismo.
No
es posible conocer todo y ser humilde para preguntar o aprender es un
rasgo de responsabilidad. Sin embargo, si
durante nuestra fase educativa infantil y juvenil, nuestros padres,
la cosmovisión predominante de la sociedad o nuestros profesores de
economía u otra materia no enseñaron cosas erróneas porque ellos
así lo creían, ¿cómo podríamos saberlo?
Actualmente,
la educación general, que, muy frecuentemente, es influenciada por
el mercado, los lobbies y otros muchos factores, se enfoca en STEM
(acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y
Matemáticas). Algunos departamentos de educación añaden “Arte”
(STEAM), pero muy pocos de ellos añaden “Humanidades”
(SHTEAM). La economía
es una ciencia social y la “H” de Humanidades, como bien indicaba
Felber al principio, debería ser su marco principal. Sin
embargo, la economía se ha infectado por ese enfoque STEM que está
tratando de dominar la agenda y la política de muchos departamentos
de educación. Las ciencias sociales y humanidades con ramas como la
filosofía, sociología, antropología, literatura, lingüística,
historia…están perdiendo protagonismo y, quizás con ello, la
semilla de nuestro humanismo.
Como
dicen los economistas ecológicos, la economía se circunscribe al
Planeta Tierra y no al revés. Similarmente
podríamos decir que las matemáticas se circunscriben al lenguaje
humano. Los
números por sí solos no significan nada. Necesitan del lenguaje
humano para tener un sentido significativo en nosotros. Por ello, la
siguiente figura nos guiará por los fundamentos para buscar, de modo
general, un bienestar responsable y, de modo particular, ser un
economista responsable. Con esto último intentaremos dejar atrás a
ese economista inmaduro que debido a circunstancias contextuales ha
dominado los siglos anteriores. Quizás
las claves de esa inmadurez económica vengan de darle tanta
importancia a las ecuaciones, integrales y algoritmos y haberse
olvidado de la importancia de las narrativas, metáforas y paradojas.
Es decir, se enfoca más a lo técnico que a lo humano.
Pensamiento
Crítico:
Los economistas responsable cuestionan esas narrativas que
vivimos. También
cuestiona, como bien hace Rethinking
Economics,
la educación económica que se enseña en las facultades de
economía. Ser
un economista responsable significa salirse del camino si se cree que
esa es la vía equivocada.
Pensamiento
Sistémico:
Los economistas responsables empiezan a bailar con sistemas. A
través de ese baile comienzan a entender las relaciones complejas
entre las partes y el todo. Empezarán a pensar fuera de lo
establecido, de esas metáforas (mano invisible) y marcos de
referencia tan reducidos que no les dejaban ver más allá. Los
economistas responsables tendrán que elegir nuevas metáforas, pero
quizás las elijan más humanas (corazón visible) o más
medioambientales (organismo vivo). Ser
un economista responsable significa ser sensible a los contextos y a
las relaciones.
Pensamiento
paradójico:
Los economistas responsables son prudentes. Se
paran y consideran las paradojas y contradicciones que se encuentran
tan a menudo en este mundo. Es aquí donde actuarán, se "jugarán
la piel" para que la creatividad, la innovación, los cambios o
nuevos valores puedan emerger. La vida no es un juego de suma
cero. Ser
un economista responsable es reconocer que todos vamos en esta nave
espacial Tierra y si queremos continuar existiendo, conviviendo y
desarrollándonos humanamente necesitamos una dirección de valores
humanista.
El
área central del triángulo "Pensamiento Responsable"
donde se empiezan a mezclar e integrar los otros tres conceptos es el
área más sinérgica del gráfico. Podemos tomar como metáfora el
concepto "ecotono" proveniente
de las ciencias ambientales. Un ecotono es una zona de transición
entre dos o más comunidades ecológicas diferentes. Esa es una zona
de máxima tensión, pero paradójicamente, es en esas "zonas
limítrofes" donde
se produce un mayor intercambio de energía. Se dice que allí existe
una mayor riqueza tanto a nivel de especies como de densidad de
población, considerándose un área de gran interés biológico.
Gracias al lenguaje podemos trasladar ese símil hacia nuestra
figura, más cercana a las ciencias sociales, y al caso particular de
nuestro economista responsable.
Podemos
imaginar ese encuentro entre esos tres diferentes estilos de
pensamiento (crítico, sistémico y paradójico) como un área en
tensión, pero con un gran intercambio de energía. El efecto
producido en esa zona bien podría crear una mayor riqueza
humanística, tanto para el bienvivir de la sociedad como del
Planeta.
En
resumen, ser
un economista responsable, en contraposición a un economista
inmaduro, significa pensar responsablemente, lo que implica el uso de
pensamiento crítico, sistémico y paradójico para un bienvivir
global (personal,
social y medioambiental).
*Este
ensayo es
una traducción, con unas ligeras modificaciones, de mi propuesta al
desafío y concurso propuesto por Kate
Raworth y Rethinking
Economics sobre
una posible 8ª forma de pensar la economía en el siglo XXI. La
propuesta enviada "From
an inmature economist to a responsible economist"
(De
un economista inmaduro a un economista responsable) también se
podría extrapolar a la política o alguna otra rama más. Esos casos
particulares se circunscriben a una idea más general "Pensamiento
responsable" que empecé a desarrollar en el artículo "La
paradoja del bienvivir" y
continué con los textos del juego educativo "Menos
es Max" y
su versión inglesa "Less
is Max".
En
su libro, Economía
Rosquilla (Economía donut),
Raworth proporciona una lista con siete maneras de pensar la economía
del siglo XXI y con esta propuesta de una posible 8ª forma abría
las puertas a una lluvia de ideas. Las proposiciones que se enviaron
tenían que ser explicada en tres minutos o en mil palabras como
máximo. Para los que quieran conocer ese "ecosistema de más de
250 ideas" propuestas por participantes de todo el mundo, aquí
tienen un
enlace visual para explorar.
En
cuanto a los ganadores designados por el jurado, en los siguientes
enlaces se encuentran las ideas de los estudiantes
no universitarios,
los estudiantes
universitarios y
de todas
las demás personas que
no encajan en las anteriores categorías.
VISTO
EN:
http://autonomiaybienvivir.blogspot.com/2019/06/pensamiento-responsable-una-nueva.html#more
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