EL DECRECIMIENTO
El decrecimiento es una corriente de pensamiento político, económico y social favorable a la disminución regular controlada de la producción económica con el objetivo de establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos.
La
conservación del medio ambiente, afirman, no es posible sin reducir
la producción económica que sería la responsable de la reducción
de los recursos naturales y la destrucción del medio que genera, que
actualmente estaría por encima de la capacidad de regeneración
natural del planeta. Además, también cuestiona la capacidad del
modelo de vida moderno para producir bienestar. Por estas causas se
oponen al desarrollo sostenible. El reto estaría en vivir mejor con
menos.
Los partidarios del decrecimiento proponen una disminución del consumo y la producción controlada y racional, permitiendo respetar el clima, los ecosistemas y los propios seres humanos. Esta transición se realizaría mediante la aplicación de principios más adecuados a una situación de recursos limitados: escala reducida, relocalización, eficiencia, cooperación, autoproducción (e intercambio), durabilidad y sobriedad.
Los partidarios del decrecimiento proponen una disminución del consumo y la producción controlada y racional, permitiendo respetar el clima, los ecosistemas y los propios seres humanos. Esta transición se realizaría mediante la aplicación de principios más adecuados a una situación de recursos limitados: escala reducida, relocalización, eficiencia, cooperación, autoproducción (e intercambio), durabilidad y sobriedad.
En
definitiva, y tomando asimismo como base la simplicidad voluntaria,
buscan reconsiderar los conceptos de poder adquisitivo y nivel de
vida. De no actuar razonadamente, opinan generalmente que se llegaría
a una situación de decrecimiento forzado debido a esa falta de
recursos: y si no decrecemos, mi pronóstico es el siguiente, en
virtud de un proyecto racional, mesurado y consciente, acabaremos por
decrecer de resultas del hundimiento sin fondo del capitalismo
global.
Sus defensores argumentan que no se debe pensar en el concepto como algo negativo, sino muy al contrario: cuando un río se desborda, todos deseamos que decrezca para que las aguas vuelvan a su cauce.
Sus defensores argumentan que no se debe pensar en el concepto como algo negativo, sino muy al contrario: cuando un río se desborda, todos deseamos que decrezca para que las aguas vuelvan a su cauce.
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