La situación de desigualdad y
empobrecimiento de amplísimas capas de la población comienza a ser
insoportable. Se está instaurando un modelo social, sindical-laboral e incluso
político que no tiene ya nada que ver con los logros de la clase trabajadora
española al final de la dictadura franquista, la pre-transición y la
transición. Todas las conquistas obreras desde finales de los años sesenta
hasta la década de los ochenta no solo están siendo arrebatadas, sino que los
nietos e hijos de aquellos y aquellas luchadoras viven y trabajan en peores
condiciones. Tienen menos derechos.
Resulta paradójico reivindicar la
transición, que tantas cuestiones políticas dejó sin resolver y que no acabó
con el franquismo, que sigue incrustado en el poder y los poderes económicos.
Pero que sin embargo ese tardo franquismo no pudo evitar que gracias a miles de
huelgas y manifestaciones, los derechos laborales y los salarios mejoraran
sustancialmente. Miles de convenios colectivos firmados con un 20 y un 30% de
incremento tras duros enfrentamientos dan fe. También por avances legales que
estas luchas sociales consiguieron.
Una Constitución negociada bajo ruido
de sables y cadenas de carros de combate, no logró cambiar la forma de jefatura
del estado heredada de Franco ni avanzar hacía el federalismo y el
reconocimiento de los derechos nacionales de los pueblos, pero sin embargo
contemplo avanzados derechos sociales que ni entonces, ni ahora, se cumplen. Pero lo cierto es que avanzamos en
aspectos socio-económicos bastante. Aunque nada nos regalaron.
Pero me pregunto si lo que está pasando
en España es un hecho aislado y solo Rajoy es culpable. Nada de eso, Rajoy tan
solo es un entusiasta ejecutor, un autoritario conservador. La
contra-revolución conservadora (Reagan/Thatcher) diseñó ya en los años noventa
el modelo social que ahora vivimos. La tercera vía y el felipismo avanzaron por
esa vía y reconocieron el triunfo del “mercado” o sea el capitalismo. Nada se
podía cambiar y la economía ortodoxa era una ciencia irrefutable, la nueva
teología, se trataba del dogma neoliberal.
El proceso de laminación del estado del
bienestar y los derechos sociales, así como de la privatización de lo público
comenzó hace ya más de veinte años. Fue y es toda una estrategia perfectamente
estudiada y ejecutada.
Susan George entre otras personas, pero
por ser una muy conocida y puesto que despierta un amplio consenso la cito, ya
denunció la situación en varios libros. En nuestro estado Juan Torres también
lo hizo. Hay artículos, libros y documentos políticos y sindicales. Luego
sabemos lo que hay. Peor, sabíamos lo que iba a ocurrir, pero no hemos sido
capaces de evitarlo las fuerzas de progreso y avanzadas. Amén de las numerosas
claudicaciones sindicales y políticas. Susan George ya advirtió que el
capitalismo estadounidense más conservador no creía en el cambio climático y/o
le daba lo mismo que el planeta reventará incluso por cuestiones religiosas,
como efecto del protestantismo más taliban, sectario y reaccionario.
Por tanto lo que estamos sufriendo es
parte del plan del capitalismo, de la acción de los “think tank” o centros de
estudio e influencia, financiados por grandes empresas, patronales y sectores
económicos multinacionales que en su mayoría son ultra-liberales y
ultra-conservadores frente a unos pocos progresistas y otros “progresistas” es
decir con barniz avanzado pero defensores del capitalismo sin más, de los que
forman parte políticas que afirman ser de izquierdas. Estos centros de ideas
han financiado universidades, profesores; políticos de todos los partidos,
sindicalistas y periodistas, han diseñando científicamente la desigualdad y
cómo imponerla y han llegado a la fórmula mágica de la “austeridad” al objeto
de superar la crisis financiera y económica de 2008, cuya aparición también fue
denunciada previamente, lo cual indicaba que fue la oportunidad para imponer
las ideas de los neoliberales.
Por tanto, nada nuevo bajo el sol.
Ahora lo importante es ya comenzar a
superar la situación y enfrentarnos con claridad a la más grande estafa y
redistribución de rentas de pobres y clases trabajadoras en favor de ricos y
grandes multinacionales y fondos financieros. Estafa llamada austeridad. Los
planes de transferencia y keynesianismo para ricos, pues el estado aporta
grandes sumas para beneficio privado, fueron ya implementados por el FMI en los
años sesenta y setenta del siglo pasado. Impuestos en África, Asia y América
Latina. Que es lo mismo que ahora se impone en los EE.UU, Europa UE y resto de
América del Norte.
Ya estamos pues en la austeridad. Hemos
vuelto a los años sesenta del siglo pasado en muchos aspectos. Bien, ahora toca
remontar y no va a ser desde los paños calientes, como vamos a poder hacerlo.
Están surgiendo resistencias obreras,
luchas obreras y hay ejemplos muy recientes como la huelga de los estibadores,
las huelgas de tele-operadores, la huelga de los vigilantes de seguridad del
aeropuerto del Prat o las resistencias y huelgas de los taxistas frente a las
nuevas formas de organización empresarial que defraudan, evaden impuestos,
destruyen empleo regulado e instalan un nuevo capitalismo virtual tan cruel y
explotador como el “antiguo”.
También resistencias políticas, y
Sanders y Corbyn son preclaros ejemplos de ello y precisamente en países de
capitalismo avanzado e impulsores de la austeridad y líderes mundiales del
capitalismo más salvaje. Por eso su mensaje y acción resulta tan enriquecedor.
Por tanto creo, propongo, en primer
lugar que hemos de volver al internacionalismo, no hay ninguna solución
nacional, eso es mentira y perjudica a las clases trabajadoras, que hemos de
unir esfuerzos a las clases obreras de otros estados y continentes.
En segundo lugar que el “viejo”
socialismo democrático, ubicado entre la clase obrera y los pobres y ahora
entre los nuevos pobres jóvenes y mujeres jóvenes, es el arma política con más
futuro, porque frente a un diseño neoliberal de ideas y estudios hay que
contraponer un socialismo organizado con ideas fuerza, historia y voluntad de
cambiar el futuro, mediante la acción organizada de las clases trabajadoras y
las personas que no se conforman.
Que hemos de volver a ser luchadores y acordarnos de las personas, muchas de las cuales en el mundo, la
mayoría, viven peor que los perros o las tortugas de los urbanitas de clases
medias y están peor alimentadas. Pero es que en nuestro occidente feliz con
colas en los aeropuertos para pasar unas merecidas vacaciones favoreciendo de
paso el cambio climático, hay millones de pobres. Vacaciones baratas porque las
cadenas turísticas y hoteleras pagan miseria a sus trabajadoras y las
esclavizan en muchas ocasiones. Pero lo peor es que si esto no lo cambiamos,
muchos y muchas de las niñas que esperan en la cola aeroportuaria, las felices
vacaciones que sus papás les pueden proporcionar, vivirán mucho peor, serán más
pobres, nunca tendrán un empleo digno y jamás disfrutarán de una pensión de
jubilación.
Por todo esto la acción de los
trabajadores de los controles de seguridad del Prat están
haciendo un gran trabajo por nuestro futuro. Los taxistas oponiéndose a la
“uberización” de la economía o las Kellys denunciando la semi-esclavitud y el
lado más negro del precariado, nos están haciendo un gran favor. No es tan solo
una reivindicación suya. Es nuestro futuro.
Por eso hay que generalizar las
resistencias obreras, las luchas sindicales y dotarles de un contenido
político, pues nos enfrentamos a otro contenido político, la austeridad.
Carlos Martínez -
Consejo Científico de ATTAC España
Politólogo, co-primer secretario de
Alternativa Socialista y de SOCIALISTAS
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