TRANSICIONANDO Y DECRECIENDO
Crónicas del V Encuentro de Transición y Decrecimiento (II)
Hola,
apreciados kompis.
Vengo a compartir con vosotros mi experiencia en el V
Encuentro de Transición y Decrecimiento celebrado
en los últimos días de octubre de este año de 2016 en la ciudad
gallega de Betanzos.
Para
mí tuvo doble sentido asistir al encuentro: por una parte estoy
comenzando una nueva etapa vital y, sin pretenderlo a
priori,
mi nuevo hogar no disponía al llegar de electricidad, ni agua ni
baño, por lo que me he visto estimulado para poner en marcha mis
recursos de autosuficiencia aprendidos en el pasado cuando estuve
experimentando la vida simple bajo una noguera, tienda de campaña,
baños en la acequia, recogiendo palos por el bosque… lo cual me
hizo sentir libre y dichoso aunque en ocasiones tuviera que acudir a
al pueblo cercano (Coín, Málaga) en busca de otras humanidades.
Y
el segundo motivo de mi viaje a la bella Betanzos fue que acabábamos
de poner en marcha el colectivo Soria
En Transición,
lo cual —para mi sorpresa— me ha ilusionado y motivado bastante,
para descubrir que cuando es menester y estamos preparadxs aparece lo
inesperado y las sincronías se dan como por arte de magia.
Llegué
a Valladolid desde Soria en bus y a Betanzos en coche compartido. Ya
por el camino pude disfrutar de la grata aventura de conocer nuevos
seres, con su singularidad en todos los aspectos (como dicen los
mayas, otros yoes).
La
primera noche la pasé en el albergue de peregrinos, yo también
peregrino por mi camino interior, como le dije a Fernando, el
hospitalero local, un hombre amable y cariñoso, sincero y atento.
Después de bien duchado, bien descansado.
Y
el sábado, antes del amanecer, me senté en unas escaleras delante
de una pequeña iglesia ante la plaza de Galicia, o Praza
do campo,
sin saber aún la ubicación del lugar de encuentro. Y mientras
clareaba el día observaba cómo las mujeres de la tierra ponían sus
puestos para el mercado de aquella mañana de sábado. Flores para
difuntxs y hortalizas para vivxs. Alguna llevaba ya un buen rato
sentada en su silla con unas pocas cajitas alrededor esperando la
alborada. Respiraba yo un aire cultural de la tierra y su gente
labriega, mujeres en posesión de sí mismas, del espacio y del nuevo
día.
Una
vez localizado el edificio, al observar cómo iba una pareja
colocando carteles en las inmediatas paredes, me fui levantando, y
otro peregrino próximo a mí, que se había echado en perpendicular
sobre las escaleras a descansar como si fuera un fakir, hizo lo mismo
y nos saludamos.
Comenzaba
a haber gente en las escaleras del edificio del concello, sede del
ayuntamiento y aula de cultura y exposiciones, y me dirigí hacia
ellas. En la recepción encontré a Marta que me indicó el proceder
para inscribirme, y aquí comenzó una gran aventura de compartires y
conoceres, nuevas caras, nuevas voces, nuevas expresiones…
La
gente iba llegando, mis compañeras de viaje; Clara de Valladolid,
Carmen de Barcelona y Paula de Argentina, también se incorporaron.
Reconocí a Juan
del Río sentado
en las escaleras de subida a la planta de arriba y me acerqué a
saludarle; charlaba con Mauri, un compañero suyo de la coordinadora
de la Red
de Transición sita
en Barcelona. Aún no tenía registrados a los nuevos rostros que iba
descubriendo y por ello el tanto mirar y remirar para ir haciéndolos
familiares. En la planta de abajo se encontraba el auditorio, o sala
de cultura, donde se realizó la presentación del encuentro. De la
organización estaban Pepe, Begoña y Juan, y un representante del
ayuntamiento.
Se
nos explicó la idea de repartir los días entre la
cabeza, el
corazón y las
manos para
vivenciar las diferentes jornadas como partes de un todo, y poder así
sentirlas desde diferentes aspectos. Nos invitaron a subir al aula
superior y formamos un gran círculo para presentarnos, aunque en la
recepción ya se nos proponía colocarnos un papel adhesivo en el
pecho para identificarnos con nuestros nombres, procedencia y motivos
de asistencia, e ir así abriendo sendas para acercarnos poco a poco
lxs unxs a lxs otrxs.
Al
bajar pudimos ver en el gran panel de papel la programación prevista
para el día entero: mesa redonda con Teresa
Moure, Xoán
Ramón Doldán y Ana
Huertas,
sobre los caminos que nos trajeron a la actual situación de crisis,
desde el punto de vista económico, de género y…
Después
nos subimos a comer; dos largas filas de mesas y sillas con sus
correspondientes utensilios esperaban a los comensales. Las cocineras
nos fueron contando cómo nos organizaríamos, pasando los platos
servidos de manos en manos hasta tener todxs delante las sanas
delicias. Sus ayudantes fueron eficaces (gracias).
Como
suele ser habitual entre kompis de
mesa se intercambiaban impresiones, dudas y comentarios; más ratos
de acercamientos.
Después
de la sobremesa encontramos un panel donde apuntarnos a los
diferentes talleres ofertados: “De la lógica de la dominación a
la ecodependencia post-género”, a cargo de Concha López Llamas, o
“Los pliegos de condiciones técnicas para la contratación de la
energía por parte de los municipios” y también “Modelado a mano
con barro”. Después del pertinente descanso pasamos a disponer de
nuevas opciones: “Estrategias para la Transición”,
“Electricidade alternativa, Teoría”, “Escribiendo la nueva
historia”, “Historia da elaboración da cervexa dende unha
perspectiva ecofeminista” y “Activismo y Espiritualidad”
Asistí
al taller “Escribiendo la nueva historia”, por la resonancia
interior que tenía para mí el título, a cargo de Miki y Joserra.
Con su presentación nos fueron mostrando diversos personajes que han
incidido en la conciencia social mundial con posturas pacíficas,
como Jesús
el nazareno, Mahatma
Gandhi, Martin
Luther King,
la madre Teresa
de Calcuta,
el Dalai
Lama, Nelson
Mandela, Satish
Kumar, Peace
Pilgrim,
y algunos más de quienes no retuve el nombre, o las comunidades
africanas que practican Ubuntu.
Mencionaron el libro Acción
y Meditación, Cambiarse así mismo para cambiar el mundo de
Christophe André, Jon Kabat-Zinn, Pierre Rabhi y Matthieu Ricard,
dando pequeñas consignas que desarrollar como la transformación
interna, evitar las acciones perjudiciales y crear la realización de
acciones constructivas.
Dando
un repaso a la parte oscura de la historia reciente de nuestro país
en estos años descubrimos:
-
Que abundan el egoísmo, la avaricia, la corrupción, la desigualdad y la desocupación laboral remunerada.
-
4 millones de viviendas vacías.
-
7´7 millones de toneladas de comida desperdiciadas al año.
-
4´3 millones de parados.
-
4000 suicidios en 2013.
-
Desigualdad económica.
-
Deterioro natural.
-
Urbanización masiva.
-
Crecimiento económico insostenible.
-
Crisis de refugiados.
Mostraron
las relaciones entre lo individual y lo colectivo, como las
emociones, las acciones, el carácter… y la moral, las normas, las
ideas, los paradigmas, los proyectos y los sistemas, también a
niveles internos y externos. Cambiar de consumir a contribuir, y en
lugar de ir en busca de obtener más
por menos preguntarnos
cómo podemos contribuir más, en el casino, en el comercio, en el
trueque, en el regalo… Joserra habló sobre la experiencia en
Burgos, su ciudad, de Karma
Kitchen donde
un grupo de gentes diversas se unen para compartir una comida juntas
ofreciéndola como regalo a quienes se acercan. Hablaron de los
gestos amables incondicionales como, por ejemplo, después de tomar
algo en un bar, dejar pagada una consumición a un ser desconocido
que pase después, o repartir tarjetas que invitan a sonreír
recordándonos que el valor real de los seres humanos no es lo que
tiene si no lo que da. También nos contaron acerca de seres
especiales que dan la vuelta a las propuestas económicas
convencionales como el conductor de un rickshaw en
Delhi que acepta la voluntad tras el servicio con una amorosa
sonrisa. Nos invitan a la comunidad para dejar el aislamiento y
valorar los diferentes capitales existentes, a parte del cultural, el
natural, el financiero, el material, están el intelectual, el
experiencial, el social y el espiritual. Nos contaron también la
historia del hombre que cenó con su atracador: tras darle la cartera
al ser amenazado con un cuchillo le ofreció su chaqueta para que se
abrigara y luego le invitó a cenar, tras lo cual recuperó su
cartera y nació una nueva amistad. Miki nos habló de un libro
editado y regalado por internet recopilando diferentes escritos que
relacionan lo que su título indica: Activismo
y Espiritualidad.
Y terminaron con una reflexión de Paul Goodman:
“Imagina que hubieras conseguido la revolución de la que hablas y sobre la que sueñas. Imagina que tu lado ha ganado, y que tienes la sociedad que querías. ¿Cómo vivirías entonces, tú, personalmente, en ese tipo de sociedad? ¡Empieza a vivir así ahora! Lo que hariáis entonces, hazlo ahora!”
Para
terminar la tarde hubo una presentación general de iniciativas a
nivel nacional, entre las que destaco y resumo: desde la lejana
Sevilla se acercaron siete seres con experiencias de moneda
social,
la creación de la red
local de decrecimiento,
la Transicionera,
el huerto social Rey Moro, merienda una vez por semana, la tienda
gratis y la tienda de abastecimiento, y el curso de decrecimiento en
la universidad de Cádiz.
De
Madrid, Miki, participante en Decrece
Madrid,
nos habló de su web Gift
Yoga donde
hay información del libro-regalo Activismo
y Espiritualidad,
de cosmética natural, de masaje, de psicología traspersonal…
Yo
mencioné brevemente la reciente puesta en marcha de Soria
en Transición,
y recordé también mi participación en 2010 en la enriquecedora
experiencia de Coín
en Transición,
en Málaga.
Mauri,
Ana y Juan comentaron sobre sus actividades en la Red
de Transición catalana
apoyando a la red nacional, y de la Cooperativa
Integral Catalana donde
la moneda social (ecos)
aporta un valor ecológico y social, gestionando servicios y
alimentos naturales.
Carina,
de Portugal, en representación de sus otros tres kompas,
comentó sobre algunas iniciativas que allá se dan.
Luego
nos fuimos a cenar al Matadero, edificio con algo más de un siglo de
historia, hoy centro cultural de usos múltiples. La organización
había propuesto desde el principio llevar cada cual algo para
compartir en esta primera cena representativo del lugar de origen. Y
allí nos pusimos a distribuir por la larga mesa las viandas y
cocinados, dulces y licores. También estaban algunas personas
ofreciendo bebida y comida tras una barra improvisada. Sonaron
músicas por los altavoces del equipo y algunos seres disfrutaron
bailando.
Esa
noche me fui con Bea a refugiarme en su casa a unos diez kilómetros
de Betanzos, junto con Joserra y Miki, compartiendo habitación.
A
la mañana del domingo nos esperaba la presentación del
documental Decrecimiento,
del mito de la abundancia a la simplicidad voluntaria,
producida por Cámara Libre y dirigida por Luis y Manuel Picazo
Casariego. Un poco en la línea de Utopía, La
voz del viento, semillas de transición y Stop,
rodando el cambio.
Nos contaron que ya están preparando una segunda parte donde mostrar
algunos proyectos alternativos en marcha.
En
el panel se presentaban los siguienets talleres: “Transición,
Conflicto y No Violencia”, por Andreas, del grupo de Sevilla;
“Elaboración Artesanal de productos saludables de aseo personal y
cuidado del hogar” y “Electricidade Alternativa, montaxe de
placas solares e turbinas”, que se realizaba en el Matadero donde
también se podía disfrutar de una exposición permanente de
bioconstrucción titulada “Construye con Naturalidad”, tras unas
jornadas de bioconstrucción que habían tenido lugar en septiembre y
octubre.
En
la segunda parte de la mañana teníamos las opciones siguientes:
“Workshop por el decrecimiento”, por André de São Luís, en
Portugal; “Gymkana de la Generosidad, por Joserra y Miki;
“Municipios en Transición, la transición dentro de las
instituciones”, “O proxecto moi alta tensión na Coruña”,
“Transiçao y chapapote”, “Construcción de cúpulas
geodésicas” y “O aceite reciclado como combustible para
motores”.
Yo
asistí al “Workshop por el decrecimiento” donde André nos guió
por una dinámica de grupos para cocrear una realidad amable por
encima de los futuros posibles, primero proyectando una visión de
los posibles escenarios y después planificando lo necesario para
construir el deseado por la comunidad (en este caso tratamos sobre la
comarca de Betanzos). Nos dividimos en tres grupos y en la pizarra se
describieron varios escenarios: el actual y más reconocido con su
potencial autodestructivo; el verde y tecnológico, pero muy
centralizado; en otro, fragmentación y conflicto; y un cuarto que
describe una sociedad despierta que se reorganiza y genera un
decrecimiento controlado y un localismo con ecología profunda. André
pidió a Pepe que describiera esos marcos existenciales con su
imaginación, lo cual hizo con una gran soltura sorprendiéndonos a
todxs.
El
primer escenario, es el ya conocido e insostenible en el tiempo. El
segundo, el verde y tecnológico en el que las élites dominan y los
sencillos son apartados de la sociedad ecológica y
super-mercantilizada. En el tercero, debido a la falta de toma de
decisiones políticas, se desarrolla un gran desorden en medio del
cual bandas de criminales toman el poder esclavizando a la gente
pacífica. Y en el cuarto de desarrolla lo más parecido a un entorno
armonioso y consciente de sus obligaciones sociales, ecológicas,
económicas y filosóficas sacando adelante un proyecto exitoso. Y
los grupos teníamos que describir un quinto escenario.
Después
estuvimos unos minutos debatiendo cada grupo sobre sus impresiones
para luego ir definiendo el futuro que se quería plasmar. André
solicitó una persona voluntaria que anotara las cuestiones comunes
que apareciesen en la creación de futuro de los grupos. Este
ejercicio aportó como similitudes: el respeto a la diversidad de
opiniones y maneras de ser y hacer; la toma de decisiones
participativa; y la creatividad. Con la conclusión de que había que
desarrollar el marco propicio para el respeto y la expresión, y
crear el consciente colectivo hacia un futuro común participativo.
Al terminar este taller nos fuimos a xantar (a
comer).
Tras
la comida aparecía en el panel un taller de “Ecología Profunda,
Dinámicas grupais, Resiliença no Activismo, Camiñando pola Vida e
Escoita Activa” y otro titulado “A cociña galega do día a día”.
Después del descanso: “Ecoloxía Profunda”, “Mindfulness,
Traballo de conciencia, Atención e Concentración”, “Teatro de
las Oprimidas” (por Carmen Alonso), y “Auto-Masaje, Conexión,
Resiliencia y promoción de la salud”.
Me
apunté al taller de ecología profunda llevado por Juan, Ana y
Mauri. Según Joanna
Macy la ecología
profunda defiende
que la naturaleza posee un valor intrínseco. Surgieron algunas
preguntas, como: ¿Cuáles
son las creencias fundamentales que sustentan nuestra sociedad
moderna?, ¿Cómo nos afectan las situaciones y catástrofes del
mundo?, ¿Por qué hemos creado un mundo auto destructivo?, ¿Por qué
no despertamos y actuamos?.
Nos hablaron de resiliencia, transición interior y de apoyo mutuo;
también de resolución de conflictos, de reconexión con la Madre
Naturaleza y de celebración, como ejes de transformación básicos y
empoderantes. En cuanto a la resiliencia y transición interior se
mencionó la necesidad de disponer de espacios para descansar, de
tener cubiertas las necesidades básicas y de crear relaciones
humanas saludables. Sobre el apoyo mutuo, contar con seres afines
para compartir y colaborar y en cuanto a resolución de conflictos se
propuso no evitarlos sino prepararnos para afrontarlos. Luego
continuamos describendo el mapa
de los sentimientos repartidos
en cuatro básicos como son: ira, tristeza, miedo y alegría, a los
cuales íbamos añadiendo significados con palabras sueltas.
En
una segunda parte subimos a la planta superior y desarrollamos una
dinámica para imaginarnos en la urbe caminando hacia nuestro
quehaceres cotidianos, y la voz de Mauri nos involucraba en
diferentes ritmos y emociones, cruzándonos agitadamente con nuestros
semejantes. De repente paramos y nos pusimos por parejas para
mirarnos de cerca a los ojos y descubrir al otro ser hermano de
cerca, y a uno mismo reflejado. Y la voz nos invitaba a imaginar y
valorar el gran esfuerzo del otro ser por haber llegado hasta aquí
tras siglos y siglos de luchas y supervivencia. Para finalizar,
podíamos abrazarnos y expresarnos mutuamente agradecimiento.
Luego
nos sentamos en grupos de tres y cada miembro del grupito tenía que
ponerse en el lugar de una persona desfavorecida, un animal en
peligro de extinción y un bebé cercano al nacimiento, y tratar de
expresar sus sentimientos a los otros dos que escuchaban en silencio.
Y
al terminar el día nos fuímos paseando por el casco antiguo camino
de la cena en el Matadoiro,
donde nos ofrecieron caldo galego, con una grata versión vegetariana
del mismo (gracias). Un pequeño grupo de músicos nos deleitó la
noche tocando gaita, acordeón y tambores. De nuevo salieron
danzantes al pasillo entre las columnas de granito. Afuera, en el
patio de entrada, se citaban a fumar, beber y charlar. De nuevo nos
fuimos a descansar y a recargar las pilas para el último día del
encuentro.
En
la mañana del lunes encontramos las propuestas: “Nodo de
Iniciativas Locais Galegas” y “Foro Abierto, Construyendo Redes”,
que se desarrollarían ambas durante toda la mañana. Yo me decidí
por asistir al foro abierto (open
spaceen
inglés). En él se describieron tres fases del proceso: 1ª,
propuestas; 2ª, discusiones; y 3ª, puesta en común. Se daban tres
maneras de participar: hormiga, abeja y mariposa.
La hormiga trabaja
denodadamente, coordina y desarrolla la mesa de trabajo,
la abeja visita
los diversos grupos y va enlazando, comunicando, y
la mariposa revolotea
y se relaciona de manera aleatoria y diversa. Cada participante tomó
el papel que le pareció oportuno.
Se
dieron a conocer los cuatro principios del foro
abierto:
empieza cuando empieza; termina cuando termina; la gente que está es
la que tiene que estar; y deja que tus pies te lleven donde te tengan
que llevar. Y una ley: movimiento.
Se
dibujó la plaza del mercado en la cual había varias opciones de
mesa participativa
como tomate, lechuga, cerezas, zanahorias, remolachas, brócoli, berenjena y puerro.
En cada mesa había una hormiga que
gestionaba el tema que tratar y había
gente abeja y mariposa pululando,
y otras hormigas que
se quedaban. Hubo dos rondas, cada una de una hora de duración. Una
primera propuesta en la mesa tomate fue
“Conexión de la Red de Transmisión con redes de respuesta a
emergencias existentes”, en la mesa lechuga se
planteó el tema de “Cómo comunicar el colapso a quienes lo ven
como ajeno y lejano” y también el de “Sensibilización”. En la
mesa cerezas se
desarrolló “Betanzos 100/100 renovable”. En la segunda ronda en
la mesa tomate se
transformó el debate a “Crear redes unificadoras en/con internet”,
en la mesa cerezas “Cómo
podemos involucrar y llegar más a las iniciativas locales de la
red?, en la mesa zanahoria apareció
“Red de ferias de intercambio y productos locales” y “Redes
Locales”, en la mesa remolacha“Estratégias
no violentas para afrontar el colapso” y en la
mesa brócoli“Ayuntamientos
rurales, ¿cómo atraer nuevos habitantes?”. De lo acontecido en
este foro
abierto cada
cual, después de entregarse al compartir expresiones y escuchas, se
llevó un trocito consigo…
En
un momento dado desarrollamos el Mandala
de la Verdad,
un espacio protegido para expresar el dolor. Nos dispusimos sentados
en círculo y en base a cuatro elementos naturales (una piedra
representaba el miedo, un palo la ira, unas hojas la tristeza y un
representaba la soledad y el vacío). Quien así lo sintió salió al
centro para expresarse. En el centro, entre los elementos, estaba el
lugar para la esperanza y quien lo deseó la expresó poniendo la
mano abierta hacia el suelo.
Después
de la comida del lunes se ofrecieron las posibilidades de ver
el documental
francés Demain (Mañana),
o formar un grupo para debatir sobre los próximos pasos y creación
de redes de encuentros. Yo estuve disfrutando de la película y salí
con una grata sensación de que en el mundo se están desarrollando
muchas bellas transformaciones que no aparecen en los miedos de
información. De manera improvisada también visualizamos un pequeño
vídeo que había creado el grupo del foro abierto “Betanzos
100/100 renovable”.
Ya
cerrando las jornadas nos congregamos de nuevo en el Matadero para
celebrar el Magosto,
o castañada, antigua tradición de asar castañas al fuego de las
brasas mientras se comparte la celebración del otoño benefactor.
Amenizó de manera espectacular una asociación con gaitas, tambor y
voces, y el personal transicionero desmelenándose con las muiñeiras…
Entre
el ir y el venir me iba fijando en algunos seres más que en otros y
buscando ocasiones me acerqué para preguntarles: ¿Qué te ha traído
aquí y qué hay, de lo que encontramos aquí, en tu vida cotidiana?
Y estas fueron las respuestas:
-
Raúl Serrano que gusta de vivir en la montaña, al norte de Madrid, gusta de la simplicidad. Le agrada compartir este tipo de encuentros y ofrecer su apoyo informático, diseñador de webs en Estudio Web La Patineta.
-
Ángela, de Tavira, Algarve, sur de Portugal. Inmersa en el movimiento de transión local, cultivando sus propios alimentos y relacionada con otrxs productorxs y consumidorxs de la zona. Tavira em Transição cuenta con una comunidad de aprendizaje de la escuela Waldorf, con empresas de bioconstrucción, con gente artesana en joyería minimalista, en costura, en un mercado de artesanxs. Tavira cuenta con unos 18.000 habitantes, más 12.000 en el entorno cercano, desarrolla un turismo consciente. Hay proyecto de una universidad popular.
-
Con ella se acercaron desde el país vecino: André de São Luís, Odemira, Alentejo; Carina siendo de Coimbra venía de Lisboa; Rita desde Lagos, también Algarve; y Sara, la italiana que paraba también por São Luís. Y no puedo olvidar que ellxs mostraron mucho contento y celebración con las músicas y los bailes, como si en sus respectivos lugares de origen lo estuvieran haciendo a menudo, y con alborozo (gracias por transmitir vuestra alegría de vivir, gracias).
-
Pablo, de Madrid, ocupado en tratar de hacer comprender la necesaria conexión entre la Red de Transición y las redes nacionales de emergencias de Protección Civil.
-
Silvia y Sergio, participantes del centro social A Comuna en el antiguo barrio obrero de Montealto, en A Coruña, donde ofrecen diversas actividades para crear lazos y conciencia nueva. Organizan conciertos de música local, colaboran en fiestas con la asociación de vecinos A Billarda, dinamizan semanalmente debates sobre temas de interés social, disponen de un armario comunal donde llevar lo que sobra o coger lo que se necesita, y una vez al mes organizan el comedor comunal. Colaboran con el viñetista Miguel Brieva en temas decrecentistas.
-
Repo, con proyecto familiar, y Boni, artesano, de sendos pueblos leoneses que se conocieron en encuentros sobre bioconstrucción y foros decrecentistas y fueron para encontarse con amistades.
-
Ane y Amaia, de Gasteiz, Vitoria, activistas sociales, participantes en Desazkundea Gasteiz, grupo de decrecimiento de Gasteiz en el casco viejo, con huerta colectiva, movilizaciones contra el tren de alta velocidad, contra la central nuclear de Garoña en Burgos… Se relacionan con las asociaciones de vecinxs, organizan EkoZinemaldi, cine social y de naturaleza. Desarrollan un mapeo de puntos decrecentistas de la ciudad señalando parques y fuentes, espacios de ocio sin negocio y tiendas eko.
-
Marta y Víctor, de Vilasantar, comarca de Betanzos. Pioneros con 8 años de granja orgánica, venta directa y a grupos de consumo, asisten también a un mercado ecológico de Lugo llamado Daterra. Su granja se llama Millo e landras, es decir maíz y bellotas. Asistentes activos al encuentro, activistas de corazón.
-
Begoña, también de la zona, pequeña y grande a la vez. Perteneciente también al grupo de consumo de Betanzos, agricultura ecológica familiar y casa de turismo rural con espacio para compartir saberes y centro para la resiliencia en Pousadoira. Forma parte del colectivo Véspera de Nada para unha Galiza se petróleo, coorganizador del encuentro, que ha editado la Guía para o descenso enerxético, que promueve la difusión con respecto a los límites planetarios.
-
Cómo no recordar a Manuela y Débora, de Leiralonga, que nos prepararon los sanos alimentos con su dulce conciencia. Vivían juntas y cultivaban el huerto, por idea de un amigo montaron un catering eco ofreciéndolo a empresas pero no llegó a funcionar. LLevan sus productos a la asociación Labrega Natura en la plaza de abastos de San Agustín, A Coruña, los martes. Y a otro mercado el primer y tercer domingo de mes en la plaza Campo da Leña, también en A Coruña.
-
Pepe Valverde, disponible, amable, capaz y rapaz. Pablo, Marta, y otros seres cuyo nombre no supe y que entregaron lo que tenían para apoyar este encuentro. Gracias, gracias y gracias.
-
Bea, que nos hospedó en su hogar de manera incondicional, y su hijo que nos cedió su habitación. Bea, que nos llevó y trajo por las carreteras culebreras, y nos enseñó su huerto-selva (gracias, Bea).
Y
la humedad que se metía pa’l cuerpo, las aldeas, los paisajes
siempre verdes (e
din que xa non chove tanto!)…
Semillas
como emociones y sentires nos hemos llevado de allí algunxs
peregrinos de la transición interior… Gracias, kompis, hasta
siempre.
De
vuelta hacia casa viendo el documental de Leonardo di Caprio Before
the flood,
(Antes
de la inundación)…
Saludos fraternos y cordiales.
Saludos fraternos y cordiales.
PS:
A lo largo y ancho del encuentro me llegó en dos ocasiones la
historia guaraní que relata la fuerza del colibrí. Hay un incendio
en la selva y se ve a un colibrí yendo y viniendo, lo que atrae la
atención de la multitud de animales congregados y apesadumbrados por
el gran fuego destruyendo sus hogares. Se le pregunta por qué hace
tanto viaje de aquí para allá y les contesta que toma agua del
arroyo y la lanza contra las llamas, a lo que le dicen que está
haciendo algo inútil y que nunca conseguirá apagar el fuego. El
pequeño ser responde: “Yo estoy haciendo mi parte”.
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