IDEAS PARA LIBERARNOS DEL CONSUMISMO DESMEDIDO
¿Intentamos hacer el ejercicio de seguir las consecuencias que tienen nuestros actos y nuestra manera de vivir desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir?
La revista Opcions nos da algunas recetas sencillas para liberarnos del consumismo, sin pausa pero sin prisa.
Si
intentamos hacer el ejercicio de seguir las consecuencias que tienen
nuestros actos y nuestra manera de vivir desde que nos levantamos
hasta que nos vamos a dormir, seguramente
nos encontraremos con realidades que nuestra ética ciudadana
no toleraría. Así
pues, detrás del vaso de leche de cada mañana se puede
estar escondiendo la importación de materias primas
modificadas genéticamente y el empobrecimiento de nuestro
entorno rural. Detrás del electrodoméstico que
compramos sin ni siquiera intentar reparar el viejo también
podríamos encontrar vertidos descontrolados de residuos
electrónicos, o guerras lejanas por el control de ciertos
minerales. Detrás de una compra impulsiva de ropa nos
podríamos encontrar encerrados en los estereotipos y modelos
de moda que nos dicen que comprando más seremos más
felices…
Evidentemente, someterse
a sí mismo a un acto de análisis permanente como este
puede resultar bastante complicado y nos puede traer muchos dolores
de cabeza, demasiados:
tampoco se trata de eso. Sin embargo, sí que este ejercicio
nos puede servir para tomar conciencia de que con nuestros actos
cotidianos y con nuestro estilo de vida estamos reproduciendo unas
realidades ambientales, sociales, económicas y culturales
determinadas. Por lo tanto, en nuestros hábitos podemos
encontrar un espacio de poder que transforma la sociedad y a nosotros
mismos en la dirección que queramos.
No
queremos sentirnos culpables o víctimas de la sociedad de
consumo, y
menos de hacérselo sentir a los demás, sino que se
trata más bien de quitarle peso al consumo en nuestras
vidas, tomar
las riendas de nuestras decisiones para que, a través de un
consumo consciente y transformador, podamos ejercer también de
ciudadanos en nuestros hábitos diarios.
Como
la información muchas veces no es accesible, porque es
complicado plantearse cada cosa que hacemos, ya que muchas veces
estamos inmersos en rutinas difíciles de romper, te
damos algunos consejos para que el camino sea más fácil.
Consumo
más de lo debido para satisfacer las mismas necesidades o
deseos cuando…
>> Uso productos de usar y tirar.
>> Uso productos de usar y tirar.
>>
Compro productos que no se podrán reparar, que no tendrán
piezas de repuesto, que son de poca calidad.
>>
Tiro un objeto sin intentar repararlo.
>>
Compro cosas que puedo hacer yo mismo: muchos juegos de mesa, comida
preparada, refrescos…
>>
Compro sin saber exactamente para qué quiero lo que estoy
comprando.
>>
Como en establecimientos donde el servicio es de usar y tirar.
>>
Acepto objetos de regalo o propaganda que no necesito.
¿Cómo
puedo reducir mi contribución a esta problemática?
>> Eligiendo materiales de calidad y que duren.
>> Eligiendo materiales de calidad y que duren.
>>
Preguntando si hay repuestos y por cuánto tiempo, y si el
período de garantía es razonable.
>>
Priorizando la compra a profesionales, que generalmente ofrecen mejor
calidad, dan servicio post-venta, nos pueden aconsejar sobre cuál
es la mejor opción para nuestras necesidades y cómo
podemos alargar la vida del producto.
>>
Usando su propio vaso en máquinas de café y fuentes de
agua, o sus fiambreras y cubiertos para la comida para llevar.
>>
Cuidando los objetos para que no se dañen en poco tiempo.
>>
Podemos arreglar muchos objetos nosotros mismos o llevarlos a
profesionales que se dedican a la reparación: calcetines,
cuchillos, cremalleras, zapatos, teléfonos, relojes, juguetes,
ropa…
>>
Alquilando o pidiendo prestados los objetos que usaré rara vez
o durante un tiempo corto: la vajilla para una fiesta, un vestido de
fiesta, un coche, herramientas que uso ocasionalmente, libros, guías
turísticas, sacos de dormir y tiendas de campaña…
>>
Buscando el producto en páginas de segunda mano o de
intercambio.
Aumento
innecesariamente la cantidad de envases y embalajes que uso
cuando…
>> Uso bolsas nuevas en la compra, o envases y contenedores que no usaré más. El hecho de que en un envase se indique que es reciclable o biodegradable no quiere decir que se acabe reciclando o que se biodegrade en un tiempo razonablemente corto.
>> Uso bolsas nuevas en la compra, o envases y contenedores que no usaré más. El hecho de que en un envase se indique que es reciclable o biodegradable no quiere decir que se acabe reciclando o que se biodegrade en un tiempo razonablemente corto.
¿Cómo
puedo reducir mi contribución a esta problemática?
>> Yendo a comprar con carrito, cesta… Por costumbre, lleve una o más bolsas plegadas para la compra, preferiblemente de ropa o material compostable (como el Mater-Bi).
>> Yendo a comprar con carrito, cesta… Por costumbre, lleve una o más bolsas plegadas para la compra, preferiblemente de ropa o material compostable (como el Mater-Bi).
>>
En un autoservicio de verdura y fruta podemos poner todos los
productos en una sola bolsa.
>>
Eligiendo productos en envases retornables o lo más grandes
posible.
>>
Comprando a granel: fruta, verdura, embutidos, aceitunas, legumbres
cocidas, frutos secos, galletas, bollería, vino, bombones y
dulces, cereales, material de papelería y ferretería.
>>
Llevando recipientes de casa al ir a comprar a granel o buscar comida
para llevar: fiambreras, hueveras, botellas para el vino…
Como
veis, hay camino por hacer, y esto es sólo una muestra… En
cualquier caso *siempre será más enriquecedor si nos
guiamos por la curiosidad y no dejamos que nos aplaste el peso de la
responsabilidad, *porque tenemos que ser muy conscientes de que
vivimos en un mundo que, desgraciadamente, camina en la dirección
opuesta. Por lo tanto, tenemos que tener presente que como individuos
podemos generar cambios a nuestro alrededor pero tampoco podemos
pecar de magnificar el poder de la acción individual: el
consumo consciente y transformador es un cambio necesario, pero no
suficiente.
Para
entendernos, difícilmente conseguiremos reducir las emisiones
de CO2 sólo a través de la suma de muchos individuos
comprando productos locales; siempre será necesaria la
organización colectiva tanto para facilitar la creación
de alternativas de producción como para incidir políticamente
para generar cambios estructurales en los espacios que regulan
nuestros hábitos diarios.
Para
poder acceder a más información, tanto práctica
como de reflexión, te recomendamos que navegues por nuestra
web y eches un vistazo a la revista Opciones: www.opcions.org
Como
en tantas otras cosas, cuando pensamos en lo que podemos hacer cada
uno de nosotros nos movemos entre un “ni tanto ni tan poco”, pero
está claro que si nos ha picado el gusanillo del consumo
consciente y transformador, el cambio (aunque sea de uno mismo) es
imparable.
http://www.canalsolidario.org/noticia/ideas-para-liberarnos-del-consumismo-desmedido/32254?utm_medium=email&utm_campaign=boletin&utm_source=semanalCSO
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