EL PUEBLO QUE MATA AL PUEBLO
Ningún testaferro de los amos del mundo consentirá en poner
en práctica soluciones que atenten contra el principio básico por el cual
obtienen su poder, que es ser dueño absoluto de los recursos y resortes
económicos de los países, es indudable de quien controla la economía dirige la
política. Es evidente que ningún político una vez prostituida su labor, se
arriesgaría jamás a maniatar a otros corruptos en base a ser el primero en
hacerlo sobre sí mismo.
Aunque dicho comportamiento es común entre los que comparten el mismo enfoque pernicioso, pues lo que ocurre en otro país europeo repercute en el nuestro y viceversa. Todos juntitos, en el mismo saco de boñigas se dispusieron a asaltar el continente europeo y todos sus países. Convirtiéndolo en un lugar inhóspito para los ciudadanos que están bajo su yugo.
Uno a uno y
todos a la vez en cada país han ido despojando a los ciudadanos de sus derechos
y libertades. Una traición a la idea primigenia de lo que tenía que ser una
unión europea. Lo que ocurre en España es lo mismo que ocurre en cualquier otro
país de Europa, tan solo varían las formas según el modelo cultural que define
cada país. Por lo que hablar de España es a la vez un reflejo de lo que ocurre
en toda Europa. Nos han jodido, y que nos aproveche.
Hablemos de España que es lo que nos pilla más cerca. La
nación española despojada a la fuerza de su soberanía ciudadana, quedó a merced
de la corruptela del “Estado”. Un estado que a la postre fue absorbido por un
Estado o entidad política superior al que me refiero como “Estado sucesor”, eso
que denominan Unión Europea. Por este mismo callejón sin salida para la
ciudadanía española, no hay esperanza alguna de revertir el panorama social
adscrito al imperio de la corrupción política generalizada, que como cada vez
es más claro y evidente están en manos de ciertas dinastías de parásitos, que
controlan a voluntad el panorama político y social, de todos los países bajo su
tiranía.
Luchar contra los medios que ellos controlan, es como darse
cabezazos contra un muro de hormigón armado, sólo sirve para contraer un dolor
de cabeza del carajo, pudiendo degenerar en estados de depresión, angustia,
miedo. El ciudadano está desasistido, desamparado de toda justicia social. Y
más aún con otra figura jurídica la del “Mediador” añadida a todas las trabas
que ponen para tener acceso a la justicia. Otro cargo más que repercute en la
ya tan mermada economía de los ciudadanos cargados de problemas. Pues de
gratuito nada. Y para más inri, en caso de ofrecer resistencia ante el abuso
que el “Estado” ejerce sobre todos y cada uno de los ciudadanos de forma cruel
y despiadada, es perseguido y penalizado usando la coacción e intimidación
ilegítima (nótese la diferencia entre ilegítimo e ilegal), por mucho que dicha
ilegitimidad la doten de leyes y decretos que atentan contra los pilares
básicos que deben asentarse en una democracia real de pleno derecho, dónde la
ética y la moral deben prevalecer en justicia y equidad.
En España todo el peso de las leyes injustas que atentan
contra el bienestar de los ciudadanos se dictan desde las poltronas dónde se
sientan los desvergonzados mercaderes corruptos e indecentes que están
hundiendo nuestro país en la decadencia moral, a la par, que a su devastación y
ruina. No conformándose con ello, se está creando lo que tanto nos temíamos que
iban a subvencionar con nuestros impuestos. Otra figura que se implantó y se
convirtió en ley fue la del informante o delator, es decir la del chivato, en
principio para proteger a personas que informaran de delitos graves. Como vemos
ahora pretenden ir más allá, la de comprometer a todos los ciudadanos a que
sean el espía de su propio vecino. Estos miserables que se prestan a tal
condición de chivatos, son lo más despreciable y vil en que puede degenerar un
ciudadano, haciendo recaer sobre la sociedad todo el peso de dichas leyes
ilegítimas que se aplican desde los estamentos e instituciones de dicho
“Estado”. Con la participación ilegítima de la figura del chivato vecinal como
nueva institución costeada con nuestros impuestos. Induciendo de la forma más
rastrera, a ese pueblo que mata al pueblo a denigrarse aún más de lo que ya
está, sin honra ni honor.
“Salvar España” tiene sentido cuando se refiere a salvarla
de nosotros mismos. Nos enfrentamos a un enemigo muchísimo más fuerte y
peligroso que cualquier ideología política o guerra civil entre hermanos y
compatriotas, y se llama, sí, así es, coincido con ustedes. El pueblo que mata
al pueblo.
Pocos son aquellos que pueden sentirse orgullosos de estar
entre el pueblo que salva al pueblo, podrían contarse con los dedos de una mano
y sobrarían la mitad. Éstos son difamados, perseguidos y sospecho que también
están en las listas negras de los comisarios políticos. Pregunto. ¿Quiénes son
los que hacen el trabajo sucio, incluso ejecutan los planes que se aplican
contra el pueblo?. No veo que sean ni las cúpulas jerarquizadas, políticos, y
demás colaboradores de dicho estado profundo. Estos no se manchan las manos. Es
el mismo pueblo quien lo hace, es el pueblo quien hace el trabajo sucio, es el
pueblo quien se asesina entre sí en los conflictos bélicos.
Por ejemplo en Valencia el día de la infamia. El estado,
ordenó omitir el deber de socorro de forma coludida a los que sobrevivieron a
tal masacre, dejándolos a su suerte que por cierto estaba echada. Militares
acuartelados, toda la maquinaria de la que disponen que es mucha y podría haber
sido la diferencia entre la vida y la muerte de muchos que se cuentan como
víctimas. El Estado respondió “Si necesitan ayuda que la pidan”, una frase
lapidaria que nos acompañará por siempre en un sentido u otro. La omisión del
deber, las instrucciones que se dieron para excluir bajo mandato la ayuda y el
socorro a una comarca totalmente devastada lo dice todo. ¿Si necesitan ayuda
que la pidan? Si este fuera un país con un mínimo de dignidad otro gallo nos
cantaría. ¿Se imaginan ustedes a estos desgraciados burlándose del pueblo? Pues,
no se lo imaginen, porque es realmente así. Sus burlas son expuestas al público
de forma intencionada, dado sus tragaderas.
Una respuesta del estado coherente con su deber que en
principio debió realizarse automáticamente, fue ignorada y no se realizó. De lo
cual se deduce que fue en el antes, el durante y el después una masacre
planificada de antemano.
Recuerdo a aquellos que colaboraron con el Estado, pese a
ser trabajadores, es decir, del pueblo. Se ofrecieron a cambio de treinta monedas
para tapar las vergüenzas de los políticos implicados. (Recuerdo lo deprisa que
destruyeron las pruebas de los trenes de atocha). Colaboracionistas del pueblo
que destruyeron pruebas a toda prisa bajo las órdenes y vigilancia de traidores
rastreros, y me refiero a ese pueblo que mata al pueblo.
Vimos cómo trabajaban infectando campos, acuíferos y el
propio suelo. Sin transparencia alguna, con nocturnidad y alevosía. Y me
pregunto, ¿sacaron a escondidas innumerables víctimas de un supermercado? Nunca
lo sabremos, ya que se hizo en secreto sin posible supervisión de medio alguno
transparente de cara al público. ¿Rastrearon las costas con el mismo
secretismo? Lo que sí sabemos a ciencia cierta, es que impidieron que jóvenes y
no tan jóvenes ayudaran en la labor de limpieza y suministro de alimentos, a mi
juicio, un largo etc. de atrocidades hechas con un propósito calculado. Lo
deduzco porque en eso fueron muy efectivos y diligentes. Mientras que en lo
referente al socorro de las víctimas fue inexistente incluso peor, trabando a
los voluntarios que deseaban ayudar a sus compatriotas.
Todos estos eficientes colaboradores del pueblo, que
hicieron el trabajo sucio e indeseable que los políticos aplauden desde sus
palcos pero que no se manchan las manos. ¿Acaso no eran del pueblo? Ese
camionero, oportunista, funcionario etc. que se emplearon en la tarea que les
encomendó el estado, previa retribución económica, ¿Son ese pueblo que mata al
pueblo?
Juzguen ustedes mismos. Lamentablemente de ser así, son
legión, y más aún con la incorporación de los “chivatos” en sus filas. ¿Qué
tanto miedo tienen de que el pueblo despierte?
Para más inri, los cabezones del estado se personaron ante
los ciudadanos desarrapados, desprotegidos, arrastrándose por el barro
mientras, dos vergonzosos personajes sacados de lo más profundo de las cloacas
del sistema, se pavoneaban ante lo que creían iba a ser un paseo triunfal. La
indignación era tal, que las víctimas que sobrevivieron los echaron de forma
pacífica. Un poco de barro y algunos improperios… A los desarrapados y digo
desarrapados en el sentido que tan solo les quedaban harapos… fueron detenidos,
y encerrados.
Dicho sea de paso, la prensa o voceros del régimen al
servicio de sus majestuosidades les acuñaron el tan recurrido sustantivo de
ultraderecha y se les aplicó toda la mala leche del Estado profundo sin
miramiento ni empatía alguna. De esta forma todo lo que sean protestas
pacíficas o no, son tildadas con la etiqueta de ultraderecha, y con ello ya
tienen suficiente, no precisan de más argumentos. Se aplica a todo ciudadano
que en su osadía se defienda del Estado y punto. Constituyéndose ya en una
norma encubierta que pronto será otra ley ilegítima.
En ese sentido todos los españoles que defienden los valores
que se asientan en una democracia real y de pleno derecho en pro de una
convivencia sana entre iguales ante la ley, son de ultraderecha. Será
considerado un delincuente, detenido y puesto a disposición de quienes tienen
la potestad absoluta de decidir sobre su vida. Esto ya ha ocurrido en Valencia.
Y cuando veas a tu vecino las barbas cortar…
Si Usted, piensa por sí mismo, si no es un sumiso y
obediente esclavo, si defiende sus derechos y libertades aún estén avaladas
legítimamente, es decir, bajo el marco de los fundamentos que se asientan en la
libertad de expresión, los derechos humanos, y los estatutos constitucionales,
ustedes son todos de ultraderecha. Aún siendo apolítico o que su compromiso
fuere el de vivir de acuerdo a sus derechos fundamentales. Usted es de
ultraderecha. En breve serán penados y puestos a buen recaudo cuando lo
conviertan en otra de sus pestilentes leyes en contra de los ciudadanos de
bien. Pues cuando los voceros del régimen difunden y señalan algo o a alguien,
es por qué quienes les pagan para meterlo en el coco de los dormidos ya tienen
como hacer para convertirlo en ley. Lo aceptarán como incuestionable y
necesario. Lo siguiente es, cárcel para los insumisos y defensores de la
libertad, el honor y la decencia. Serán perseguidos por ser… de
ultraderecha.
Nunca olviden lo que sucedió en Valencia. No podemos
permitirnos olvidarlo por lo que nos va en ello. Se han salido con la suya y
nadie ha sido responsable de lo sucedido, todos se lavan las manos como Pilatos,
cuando era un escenario de muerte y destrucción anunciado…dejaron de limpiar
los barrancos, azudes y demás vías del paso del agua, así como el mantenimiento
de presas, nulo, silenciaron las alarmas, abrieron compuertas creando un
tsunami devastador que arrasó todo a su paso. Sospechamos, por no decir que
existen, armas climáticas que pueden emplearse para alterar fenómenos
atmosféricos, y otros fenómenos terrestres. En el caso que nos ocupa, “el día
de la infamia en Valencia” ¿Podría haber sido provocado por un ataque
climático, es decir, previo al lanzamiento de una bomba de agua en las montañas
por dónde se concentraría el elemento agua para formar dicho tsunami? Me
refiero a un ataque con armas climáticas, en caso de que las hubiese. ¿Ustedes
qué piensan?, cuando siquiera apenas llovió en las zonas más
devastadas.
Es muy sospechoso que previamente a esta catástrofe
anunciada, se gestiona y subvenciona a grupos de poder que impidieron la
limpieza de las vías naturales por el que discurre el curso de las aguas. Dónde
las cañas, los troncos, la maleza etc. hicieron de metralla. Tan solo hay que
seguir el rastro, y comprobaran en qué situación siguen los supervivientes de
la masacre, a lo mismo que anteriores catástrofes en distintos puntos de
España. Puede que a algunos les sorprenda lo que está aún por descubrirse de
ese día de la infamia. Pero ya somos muchos y cada vez más los que vemos con
total claridad el verdadero rostro del estado. Por ello que siempre tenemos que
seguir el rastro de los sucesos porque nada de lo que sucede es lo que parece y
divulgan los voceros de sus amos. Las preguntas que me hago son: ¿Es el Estado
el principal enemigo de la Nación? ¿Cuál será su siguiente objetivo?
A lo mismo que siguiendo el rastro de lo que estamos
padeciendo en la actualidad que tiene su origen desde el principio de la
implantación transitiva y posterior puesta en escena de una farsa a la que aún
increíblemente se le sigue llamando democracia. Dónde nos impusieron la corona
a dedo como chantaje para seguir adelante con dicha farsa. Una monarquía
parlamentaria que fue aceptada sí o sí porque creímos que aún a pesar de todo,
era un mal menor que podría funcionar. Así que en el mismo paquete de la
transición a esta farsa llamada democracia, nos metieron la corona. A fin de
contentar a unos y otros bajo la etiqueta de “Monarquía parlamentaria”, todos
contentos.
Los hechos ocurridos y los que discurren muestran que todo
fue perfectamente calculado para robar la soberanía al pueblo en principio, con
la que poder hacer y deshacer a voluntad, y sin perjuicio alguno para “ellos”.
Impunes e inmunes a todo. ¿Dónde quedó entonces el principal valor que se
asienta en la democracia? ¿Igualdad ante la ley? ¿Separación de poderes?
Este dato es demoledor, en España la cantidad de políticos
aforados supera la de todos los políticos de Europa juntos. Lo de vivir a
cuerpo de Rey no solo tenía que ser para el monarca de turno. Había que
extenderlo a todos los que no solo debían estar a su altura de vidorra regalada
(familias y amigotes incluidos), sino en algunos casos sobrepasar sus
privilegios y prebendas. Todo ello a costa del sumiso y obediente ciudadano o
esclavo (ya son sinónimos) que soporta todo el peso de esta bastardía a la que
llaman “Estado de bienestar”. A fuerza de repetirme, Sí… el de ellos. No el de
la nación (grupo de entidades vivas, en este caso ciudadanos, que la componen y
son soberanas e independientes de los gobiernos del resto del mundo).
Conclusión. Ni somos soberanos ni independientes, lo que nos hace vulnerables y
dependientes. ¿BASTA?
Pienso que es urgente, diría que imprescindible, incluso
obligatorio que el pueblo de una vez por todas pegue un puñetazo sobre la mesa
y se sume al ¡BASTA! Tenemos un dicho en el refranero español que nos indica
una senda por la que poder transitar en principio con cierta lucidez para
conspirar juntos, es decir, respirar juntos con la que conformar una fuerza
viva de alta intensidad, dice así: “Alumbra más una vela en el tejado que una
hoguera en el sótano”.
Tiene sentido si lo vemos como una oportunidad de los
despiertos con la que alumbrar a nuestros compatriotas siendo dicha vela.
Manteniendo la llama encendida para que otros puedan verla y puedan acudir
hacia ella. De nosotros los despiertos depende en gran medida que pueda darse
la vuelta a la tortilla. No podemos comportarnos como lo hacen ellos y sus
amos, sino todo lo contrario, siendo un referente de valores, honradez y
sentido del honor. Por ello, es imprescindible adquirir fuerza y coraje,
invertir en nuestro cerebro-mente, aunque fuese necesario hacer un formateo y
posterior reinicio de nuestro pensar y hacer al respecto de nuestro ¡BASTA!
Juana Natividad Baqué
de Cubas
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