LAS CLAVES DEL FLORECIMIENTO DEL ALMA
Partamos de una idea central: el miedo es el arma perfecta para la manipulación de masas. ¿Cómo escapar del enemigo? En estos tiempos se hace necesario no sólo tener estrategias, sino entender las raíces para entender sus razones.
Comencemos por la base: primero dos son las emociones
básicas: el miedo y el amor. El amor es la conexión con la fuerza energética
del cosmos, es la fuerza liberadora en la que fluimos como seres vivos por el
mero hecho de serlo, es el principio de la creación y de la vida, de unión de
todos los que estamos en este universo.
Adquirir una conexión con él es la clave para entendernos y empatizar con los demás.
El odio es la desconexión con el conocimiento, es la huida de la fuerza y el contacto con el sentido de la supervivencia como el enfrentamiento con lo peor imaginable, lo cual activa emociones tóxicas como la venganza, el rencor, la desconfianza y estado de alarma y lucha permanente, hasta el punto de que lo que pensamos nos sirve para protegernos de los intrusos.En segundo lugar, hay que destacar la existencia de técnicas
que nos permiten no sólo hacernos conscientes de esa dicotomía emocional, sino
de como nosotros les damos la carga a estas emociones, sea positiva o negativa,
a través de la clave de la dimensión mental en la que nos encontremos.
Es un hecho que gran parte de la población vive en estado de
pánico ante causas que se interconectan: el factor psicosocial, en el que
interviene el contexto económico y emocional, larvado de tensiones e
incertidumbres causadas por agentes externos al sujeto, y el personal, según el
cual es uno mismo el que permite que todo ello haga mella en nuestra mente.
Quiero decir que, si eliminamos el segundo factor, el primero se desvanece al
perder todo su poder. En mi tesis, se puede demostrar como el entorno es en
gran parte causante de nuestros problemas psicosociales y emocionales.
Dado que todo fluye en un plano energético (olvidémonos de
los síntomas que aparecen en el DSM V, el cual no interioriza en las verdaderas
razones de cada uno de puntos que desarrolla), todas las emociones tienen dos
estados: o fluyen libremente, en cuyo caso tiene carga positiva, o se estancan,
emitiendo una opuesta. El modo en el que ello ocurre puede deberse a la misma
represión (el sujeto no acepta sus emociones tóxicas y las considera externas,
sobre todo cuando lo que hace es proyectarlas en los demás), o a la
creación de emociones pantalla que nos sirven, bajo el amparo ideológico de la
matrix en la que vivimos mentalmente y nos hace crear un sentido de lo que es
real o no, que es lo mismo que decir lo que es bueno y lo que no, lo que es
moral y lo que no lo es, para ocultarnos nuestro malestar y lograr que nuestra
atención mental se centre en lo que nos provoca placer, mas no en el dolor, el
cual se considera algo sucio, indeseable y hasta peligroso, sobre todo si lo
vemos en otras personas, las cuales consideramos indeseables, en el marco de
relaciones sociales completamente superficiales.
Y es que el malentendido es enorme: Cuando lo que llamamos
pérdida se convierte en duelo, es porque no aceptamos la temporalidad de lo que
ocurre en esta dimensión densa en la que nos encontramos. No podemos olvidar
que nuestra carcasa o nuestro cuerpo va a desaparecer y que nuestras
experiencias en este plano o dimensión 3D son más breves de lo que creemos y
que sólo el intenso presente nos hace creer que nuestra vida es larga. Por lo
tanto, el hecho de no aceptar la pérdida implica la lucha por lograr lo
irrecuperable porque estamos condenados a perderlo todo, nuestros padres,
nuestros amigos, nuestras parejas, nuestros bienes, nuestro dinero y nuestro
propio cuerpo, el cual quedará para que se lo coman los gusanos, eso si no es
incinerado.
Olvidar que estamos aquí sólo de paso es la peor de las
estulticias humanas. Por otra parte, todo esfuerzo para ello es inútil al
ser cada uno de nosotros una mota de polvo que se somete a las mismas leyes que
rigen en el cosmos (no se puede observar la flor fuera de ella misma, del mismo
modo que nadie puede escapar de su propio proceso natural, completamente
inevitable, por otra parte).
Entonces, la gran pregunta es qué hacer en este contexto que
parece tan complicado e incomprensible, en el marco de una dinámica que nos
mueve en estados de cambios de carácter tan temporal como inesperados. Ser
consciente de ello es la única salida.
El control de la atención para hacernos conscientes de
nuestros procesos, nuestras capacidades, limitaciones, muchas de ellas ligadas
a las vulnerabilidades que supone estar encerrados en una cápsula orgánica
(nuestro cuerpo), es el gran reto. La verdadera comprensión recae no tanto en
creer una cosa u otra, sino sentir nuestra propia vibración interna y permitir
que ésta se libere, de modo que seamos capaces de trascender en nuestro propio
proceso de creación.
Es muy importante, en este sentido, nunca olvidar que el
resultado del amor es la vida y el del miedo la muerte o la destrucción, la
cual no sólo es física, sino que puede ser emocional o psíquica, en cuyo caso
supone alargar nuestra pesadilla mucho más allá de lo que podría ser el mismo
proceso de la muerte, tal como lo conocemos.
Técnicas de meditación que abren las puertas al control de
nuestro propio inconsciente, donde se reúnen todas las claves para entender
cómo se acumulan nuestras emociones, como se suman, cómo nuestros recuerdos se
relacionan con ellas creando nuestra memoria, nuestros mecanismos de huida
hacia adelante para no enfrentarnos a nuestros propios fantasmas, como todo
ello opera de manera soterrada, haciendo que el estado no se confunda en clave
de vivir hechos como reales cuando son completamente falsos, que nos ordenan
nuestras creencias y reacciones con nosotros mismos y los demás, obligan a que
estos recursos se tengan que fundir con la reescritura de nuestro inconsciente
más profundo para tener una mente sana que puede soportar todo el embiste de
ataques a los que estamos sometidos desde el poder o cualquier agente externo.
Por ello, el término vibrar se aplica a esta temática como
un calcetín. Podemos hacerlo en miedo o en amor, el cual no es lo que sientes
por tus hijos, tu familia o tus seres queridos, a los que ansias proteger. Se
trata de algo mucho más amplio, espiritual y profundo que se puede aplicar
mediante técnicas psicológicas que pueden cambiar tu vida por completo.
La libertad no es hacer lo que desees, la libertad es
permitirte crecer dejando que tu proceso se abra de par en par, permitiendo que
otros lo hagan contigo, como los árboles unen sus raíces bajo tierra.
https://eldiestro.info/2024/08/las-claves-del-florecimiento-del-alma/
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