PÀGINES MONOGRÀFIQUES

4/9/23

La capacidad de empatizar y ayudar es una característica profunda del ser humano

EXISTE LA COMPASIÓN INNATA   

Somos seres morales y existe una tendencia innata hacia el altruismo

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha debatido sobre la naturaleza inherente del ser humano: ¿nacemos con un sentido moral innato o es algo que se desarrolla a lo largo del tiempo a través de la educación y las experiencias? ¿Acaso existe una especie de núcleo de bondad, una esencia que trasciende el condicionamiento social, y que busca el bien de los demás? 

Estas ideas se encuentran sobre todo en las religiones –se sugiere, por ejemplo, que el amor es idéntico a la realidad- pero ahora existen algunos indicios, a partir de estudios científicos, de que hay algo de verdad en ellas.

A través de la investigación y observación, la ciencia ha comenzado a descubrir que los bebés, desde su nacimiento, poseen una capacidad única de comprensión, empatía y altruismo. El psicólogo de la Universidad de Yale, Paul Bloom, a través de su libro Just Babies, destaca que los bebés ya nacen con una serie de cualidades morales.

Estas incluyen empatía hacia los que sufren, una voluntad espontánea para ayudar a desconocidos en problemas, y una capacidad innata para distinguir entre actos de bondad y malicia. Sorprendentemente, los bebés, incluso a una edad tan tierna como 3 meses, demuestran compasión, empatía y un sentido rudimentario de justicia.

A esta idea fascinante se suma otro descubrimiento. Al igual que los bebés muestran compasión hacia sus semejantes, también demuestran tendencias similares hacia otras especies. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Michigan reveló que los niños pequeños no solo sienten empatía hacia los humanos sino también hacia los animales, en particular, los perros.

Cuando se presentaron situaciones en las que los perros mostraban angustia o necesidad, los bebés, con un acto de altruismo, intentaban ayudar. Esta tendencia no se limita solo a los perros con los que están familiarizados, sino también a aquellos que nunca volverán a ver, lo que refleja una compasión universal.

Estos hallazgos no solo desafían las antiguas nociones sobre la "naturaleza pecaminosa" del ser humano, sino que también sugieren que la bondad y la moralidad pueden ser inherentes a nuestra especie. Más allá de la simple noción de "hacer el bien", estos estudios revelan que los seres humanos, desde una edad temprana, tienen una comprensión profunda de la igualdad, la justicia y la recompensa.

Entonces, ¿qué significa todo esto? Estos descubrimientos nos llevan a reflexionar sobre la esencia misma de la humanidad. Indican que, más allá de las influencias culturales y sociales, hay un núcleo de compasión en cada uno de nosotros. Ya sea que esta compasión se dirija hacia otro ser humano o hacia un perro angustiado, está claro que nuestra capacidad de empatizar y ayudar es una de las características más profundas y universales del ser humano.

Quizá el budismo, con su idea de que existe en todo ser humano un estado de pureza indestructible, no se equivoca. Y sólo hay que descubrirlo, literalmente eliminar lo que cubre u oscurece ese estado de compasión resonante y luminoso que, como el loto en el lodo, nunca se mancha.

https://pijamasurf.com/2023/08/existe_compasion_innata_ninos_hacia_otros_humanos_y_perros_estudio/  

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