EL ÚNICO CAMINO POSIBLE
Llega un momento en el que todo cambia… Después de muchos
titubeos y muchos golpes. Después de muchas caídas y muchas curvas.
Cuando aprendes a atravesar lo que te asusta y mirar tu sombra. Cuando lloras a gusto al estar triste y eres capaz de no enfadarte cuando te enfadas. Cuando dejas de reprocharte cada uno de los errores de tu existencia. Cuando sueltas el futuro y borras del pasado lo que te duele y lo que pesa… Cuando levantas la vista y miras al cielo y dejas de pedir algo tangible y te das cuenta de que lo que buscas es paz. La paz del que está cómodo consigo mismo y ya no tiene ganas de castigarse ni de encajar.
Y bailas con la vida y te pierdes en una tarde de silencio
como hacías antes, pero esta vez te das cuenta de que ya no esperas nada… Que
no te da miedo quedarte a solas contigo. Que ya no necesitas que nada sea
distinto a como es. Que ya no te sobra piel ni te falta el aire. Que ya no
buscas nada que no creas que no merezcas tener. Porque en el fondo, ya lo
sabes, lo mereces todo pero ya no lo necesitas…
Ya no buscas como loco una puerta para salir de ti.
Ya no quieres ser otro y habitar otra vida. Ya no.
Y te encuentras con los ojos de alguien, con tus palabras,
con sus reflexiones. Y lo que te cuenta reverbera en ti. O sencillamente, te
quedas quieto un rato y algo que reclama tu atención te hace ver que te habías
perdido buscando algo que realmente no querías… Que anhelabas la libertad y te
conformaste con ampliar la celda… Y entonces, parece que el tiempo se detiene.
Todo se para y respiras. Justo en ese preciso instante, dibujas mentalmente el
mapa de tu vida.
Hay ocasiones en las que alguien te dice algo o algo te
sucede que desde un punto de vista racional no se sustenta, pero para ti tiene
todo el sentido. Te cala dentro, te das cuenta de que, aunque no puedas
explicar por qué, aquello que has escuchado o percibido es real, es
completamente cierto. Y en ese momento te das cuenta de que crees en cosas que
no puedes ver, cosas que no puedes tocar, cosas que quizás no puedes
comprender.
Sientes una extraña certeza. Una sensación que te envuelve y
que te permite sentir que sabes algo y que estás absolutamente seguro de ello,
pero no sabes cómo, no sabes de dónde llega esa sensación gigante de confianza…
Esa sensación enorme que te invade y te lleva a dar un paso o seguir adelante a
pesar de no conocer el camino o estar rodeado de oscuridad…
A veces incluso sin saber el destino, pero con la certeza
absoluta de que debes continuar. Porque no confías tal vez en el resultado, ni
en la forma ni en el fondo. Puede que incluso no confíes en tus compañeros de
viaje. Que no tengas claro exactamente si tomar el camino de la derecha o el de
la izquierda. Si parar un rato o seguir andando cuando estás muy cansado. Si el
viento y la lluvia están ahí para decirte que vuelvas atrás y recapacites. Si
el hecho de no encontrar nadie por el camino que te reafirme hacia dónde vas es
una señal para que no vayas.
Puede que seas el único que siente que debe transitar por
esa senda que has elegido o que te ha elegido a ti. Puede que tu decisión
genere risas y burlas. Que tu persistencia genere sorpresa y rechazo… Puede que
nadie te comprenda ni te asista, ni te aliente. Puede que haya momentos en que
te sientas completamente solo ante un abismo de dudas. Y que te sientes por un
momento a respirar y a notar como el aire entra en tus pulmones…
Justo en ese instante, lo ves claro. No es por el destino. No es por la recompensa de llegar. Ni siquiera es por el
camino.
Es por ti que caminas. Es por ti que sigues. Es por ti que avanzas. Es por ti
que estás. No sabes si saldrá bien o mal. No sabes qué es bien y qué es mal…
No sabes si llegarás. Y tampoco lo necesitas, porque es en ti en quien confías y nada más. Porque ahora sabes que pase lo que pase no importa. Solo importa esta sensación deliciosa de sentirte capaz…
Porque a pesar de las dudas cuando llegue el momento y tengas que saber algo lo
sabrás.
Porque te sujetas a ti. Porque te tienes. Porque te honras. Porque te valoras. Porque el único camino que necesitas seguir es el que lleva a ti.
Y ese ya hace tiempo que lo andaste…
Mercè Roura
https://mercerou.wordpress.com/2023/07/31/el-unico-camino-posible/
Formidable y admirable Mercé, ha sido como escuchar una sinfonía que se va elevando hasta alcanzar armónicos superiores. Que el brillo de esta luna llena y las estrellas dance por siempre en vuestro camino Caminantes, hoy precisamente grabe un video para el post aniversario luna llena, en el que comenzaba diciendo: Para empezar a caminar lo primero que hemos de hacer es hechar un paso adelante, y otro más, no para tras, si no es para cojer impulso, jaja por eso leyendo a Mercé me decía: es sorprendente el CAMI DE LA VIDA, y como de una forma o de otra, todo aquel que transita dicho camino, forma parte del camino de los demás, como así el camino de los demás forma parte del de uno mismo.
ResponderEliminar