PÀGINES MONOGRÀFIQUES

5/7/23

Comunicar con la realidad rompiendo la verdad absoluta, ahí encontraremos respuestas

¿POR QUÉ NOS INCULCAN EL MIEDO A LA INTELIGENCIA?

Un nuevo miedo infundado y mentiroso de nuestro tiempo, otro al que nos quieren arrastrar sin darnos opciones a luchar para así acorralarnos, es que la inteligencia artificial terminará por producir vídeos, objetos, sonidos, fotografías, que no seremos capaces de diferenciar de la realidad. Se basa en la mentira tan bien inculcada por la imaginación, de que hemos sido competentes para  definir la realidad. 

Lo advierten y temen los mismos seres que durante milenios han seguido a pie juntillas mitologías, han recitado de memoria libros que alguien aseguró escritos por manos de divinidad, han matado y/o han muerto por un dios inexistente, por una frontera que como todos sabemos son rayas naturales y reales sobre el terreno, que enarbolan banderas que se apropian de la idiosincrasia de la diversidad resumiéndola en un concepto casi siempre excluyente, que se han dado normas, leyes para poder funcionar como sociedades extensas, y que la mayoría acata creyéndolas defendidas por murallas inamovibles. 

El mismo atributo ensalzado con el que nos autodenominamos la supuesta inteligencia con la que nos galardonamos a nosotras mismas es artificial. La natural es sencillamente un elemento biológico programado por la naturaleza, somos un ser endeble y nuestra opción para mantenernos vivas ha sido siempre la adaptabilidad, y sin ese cerebro que imagina y es capaz de crear vínculos con sus semejantes no podríamos haberlo conseguido, luego hemos usado esa retorcida imaginación conjuntada con el aburrimiento y el vacío existencial, quizá efectos secundarios, para inventar supuestas realidades que no existen, casi todo por lo que nos movemos es un fantasma. Muchas de ellas perniciosas para nosotras mismas, y todas completamente artificiales, así que deberíamos estar familiarizadas con ella y asimilarla como parte de un proceso, tal vez siendo artificial sea natural en nosotras, y al que deberíamos enfrentarnos sin miedo. 

Si la inteligencia artificial es peligrosa solamente es porque hay gente detrás de ella que lo es, y delante estamos nosotras, esperando a qué nos digan que hacer y escuchar lo que queremos oír, nos gusta poco arriesgarnos, es un baile que hemos bailado, sabemos los pasos. Hace unos días sacaron a un santo, o estatua de madera, por Jaén a pedir lluvia, los que marchaban en la comitiva como es obvio no sabían diferenciar la realidad de la falsedad, aunque ellos te dirían que la conocen perfectamente, la llaman verdad. Ejemplos de manipulaciones habría para aburrir, cambian las formas y en ocasiones, como la que nos ocupa, de medio. 

Ahora poseemos, aunque no las usemos siempre, o no sepamos cómo hacerlo, más herramientas que nunca para acercarnos a la realidad. Antes alguien venía anunciando que un hombre había resucitado en un lugar del que nunca habías oído hablar y no tenías manera de desmentir el bulo, éste en concreto se ha perpetuado dos mil años, cultura que ha influido en el devenir de la humanidad en su conjunto, sin un fundamento real que lo sustente. 

Hoy tenemos a nuestro alcance esos círculos viciosos en los que entramos hasta que se convierten en jaulas voluntarias, los bulos y las mentiras nos rodean como pajarillos obsesivos, podemos hacer que paren con un poco de voluntad por nuestra parte. Hay que implicarse en la búsqueda y a veces es muy laboriosa, pero merece la pena, lo contrario es dejarse llevar por esa parte de la sociedad, los amos de la humanidad, como los denomina Chomsky.

La misma inteligencia artificial puede ser usada para demostrarse a sí misma, para preguntarle si lo que estás viendo lo ha construido ella, los bulos por tanto no conseguirían nunca ser tan duraderos como lo han sido hasta ahora. Nos podrán engañar un instante, sin embargo, si queremos y no nos contentamos con lo que nuestros sentidos perciben, podemos desmontarlos seguidamente, así que no hay que temer más de lo necesario a la mal llamada inteligencia artificial, deberíamos temer a la abulia de dejarse llevar.

El peligro vendrá de otro lado, el trabajo se verá afectado, tendremos que poner en valor de una vez por todas los cuidados, la limpieza, hacer de comer… esos trabajos a la sombra y nunca remunerados que no atraen a los hombres hasta que los deconstruyen, complicando, retorciendo, añadiendo, olvidando el buen hacer de miles de años de las mujeres, hasta convertirlos en importantes para la sociedad, como ha ocurrido por ejemplo con los chef, o los estilistas…

Los trabajos que de verdad implican a dos personas, la que ofrece y la que necesita no podrán ser sustituidos, todos los demás claramente desaparecerán, es una oportunidad para iniciar otra ola del feminismo, la que ponga en valor la igualdad en los cuidados. Es lo que nos  convirtió en humanas, el ayudarnos, el cuidarnos, el construir comunidad.

Estos progresos que acercan a la gente, que nos hacen conocer lo que está pasando en tiempo real en otras partes del mundo, en algún momento se darán la vuelta desligándonos del postureo y nos ayudarán a resetear la historia futura. 

Estamos ante el comienzo de un volteo de paradigma. El cambio climático, la extinción de especies, producirán movimientos de personas a escalas jamás vistas, una hecatombe de la que saldrá otro camino que ahora no sabemos cuál será, como cuando los recolectores-cazadores contemplaban a los que se habían asentado, ojipláticos, alarmados, críticos, asustados, sin saber que se estaba fraguando un camino duro y retorcido ante ellos que los llevaría a un mundo que nunca consiguieron imaginar y en el que terminarían desapareciendo. Nosotras somos ellas, y ellas somos nosotras. Este mundo está desapareciendo ante nuestros ojos, y eso sí es real, lo veamos o no.

La inteligencia artificial es solo un instrumento con el que los amos del mundo nos engañan, nada nuevo, pero del que no son completamente dueños por primera vez en la historia reciente, si usamos nuestra capacidad imaginativa para por fin no creer, quizá las inteligencias se ensamblen, y una nueva y útil capacidad nos permita movernos con verdadera racionalidad serena por entre los mundos agonizantes y lo que se estén creando. 

Soy optimista con la inteligencia artificial, yo veo una salida, comunicarnos con la realidad con naturalidad alejándonos de la verdad o las verdades. Si rompemos la verdad absoluta en el pragmatismo encontraremos respuestas. ¡Fuera los miedos!

https://www.elsaltodiario.com/el-blog-de-el-salto/nos-inculcan-miedo-inteligencia  

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