También una persona tóxica hace referencia a alguien que
afecta directa y negativamente a sus más cercanos debido, entre otros aspectos,
a su personalidad egocéntrica y narcisista.
Hay tres principios básicos e interrelacionados de la
toxicología:
1) La relación dosis-respuesta,
En relación a las personas tóxicas, no es lo mismo un tóxico malhumorado y solitario que una persona expansiva, que una persona que se pasa el día molestando en redes sociales.
La dosis de toxicidad que supone cada caso, es muy distinta y mientras algunas personas tóxicas pueden dañar a los más cercanos que a veces consiste en el animal de compañía, los tóxicos de las redes sociales pueden llegar a afectar a miles de personas. En la dosis está el veneno y por ejemplo el clorito de sodio a pequeñas dosis, puede ser un estupendo biocida, a dosis un poco superiores, el clorito puede ser terapéutico, a grandes dosis, puede ser tóxico y luego mortal. Hace casi 500 años, el médico Paracelso expresó el principio básico de la toxicología: "Todas las cosas son veneno; Sólo la dosis hace que una cosa no sea un veneno"."Detectar" algo en algún sitio, no significa en sí
mismo un peligro. Un idiota entre un millón de personas, no significa que la
sociedad se esté volviendo loca ni que la democracia esté en peligro. Simplemente
que hay un idiota entre un millón.
El efecto tóxico dependerá no solo del número de idiotas
existentes, sino también de lo pequeña o grande que sea la comunidad. Un idiota
solo entre un millón, no es suficiente para causar daño, pero un solo idiota en
una pequeña comunidad o en una familia, puede descomponerlo todo.
2) Peligro X exposición = riesgo
Otro elemento importante en la toxicología es que el riesgo
de sufrir daño por un tóxico, está vinculado con la existencia de contacto, más
o menos intenso y durante más o menos tiempo sostenido. Así puede haber
intoxicaciones agudas o crónicas, dependiendo del contacto con el tóxico y la
intensidad del contacto.
Una norma fundamental que combina la higiene y la
toxicología, es que hay que separarse de las personas tóxicas al máximo, no
entrar en contacto y si no se puede evitar el contacto, mantenerlo el menor
tiempo posible.
Al fin y al cabo, dos no pelean si uno no quiere y dentro de
la soberanía de la libertad individual, uno no tiene por qué relacionarse con
personas tóxicas que quieran hacerse el centro del universo. Nadie está
obligado a tener contacto con personas tóxicas que:
1) Te obligan a creer lo que dicen
2) No se esfuerzan en demostrar lo que dicen
3) Te insultan o desprecian si no crees lo que dicen
Su universo es tan personal y particular que no cabe ningún
tipo de discrepancia y como auténticos "cuñaos" sirven para un roto y
para un descosido. Saben de ingeniería, de tecnología del vino, de PCR, de
vacunas y de astrofísica.
Por supuesto que en ese particular mundo delirante y
egocéntrico, no cabe la discrepancia aunque quieran hacerse pasar por príncipes
de la disidencia.
"O estás conmigo o estás contra mi" es el lema de
quienes dicen estar en contra de "todo para el pueblo pero sin el
pueblo": son lo mismo.
3) La sensibilidad individual.
Una vez que tomamos contacto con el tóxico durante una
cantidad y un tiempo queda un tercer factor que es personalísimo y que es la
sensibilidad. Hay personas más sensibles a los tóxicos que otras.
Yo por ejemplo soy muy sensible a los matones profesionales
y a los pseudoexpertos que creen que su opinión es sagrada y lo más importante.
Preguntar es una ofensa intolerable y exigir alguna prueba es signo de
hostilidad.
Yo por ejemplo soy sensible al tóxico áspero y punzantemente
violento que pasa de la sonrisa a la ofensa. Soy sensible a las personas de
entornos disfuncionales que quieren brillar a toda costa y especialmente
sensible a aquellos que en su idiocia y a través de cualquier medio, se
organizan en movimientos o en masas sectarias cuyo único objetivo es seguir las
ideas del líder.
Por eso es que por higiene y prevención, trato de no estar
ni cerca de personas tóxicas ni cerca de movimientos tóxicos. Igual que el que
sabe que el gluten le hace daño y evita los alimentos con gluten, yo me alejo
de este tipo de gente y movimientos tóxicos.
El tóxico en sociedad
Hooligan es una palabra inglesa que hace referencia a los
hinchas de fútbol británicos, que se ven envueltos en disturbios y protagonizan
actos vandálicos y peleas.
El hooligan no actúa en solitario, sino que suele formar
parte de un colectivo, un grupo de hinchas de un equipo que se organizan como
si de una banda se tratase. Estos seguidores poseen sus propios símbolos y una
ideología generalmente radical y extremista, y a pesar de que animan a su
equipo, lo hacen con un espíritu contrario al juego limpio.
Cuando tiene lugar un enfrentamiento entre dos equipos, los
hooligans de uno de ellos buscan pelea con los hooligans del equipo contrario,
por lo que se puede afirmar que estos grupos actúan como si se encontraran en
un campo de batalla. La tensión es todavía mayor cuando tiene lugar un derbi o
un clásico, ya que compiten equipos pertenecientes a la misma ciudad o equipos
con una gran rivalidad histórica.
Tenemos hooligans de Vox, de Podemos, del PP, del PSOE y de
partidos minoritarios. Tenemos hooligans del Real Madrid y del Barça. Hooligans
de la ciencia, del ateísmo y de distintas confesiones. Hooligans de los
chemtrails, la tierra plana, el grafeno, la proteina spike, de la ley natural y
de los royuelistas. Hay hooligans en contra del gobierno y a favor del
gobierno, como si de equipos de futbol se tratase y no está permitido ser
neutral, auténtico, independiente o discrepante con los dos bandos, pues serás
tachado de criminal o peor: de "disidencia controlada" por una élite
"sionista-masónica-reptiliana-extraterrestre-farmacéutica".
Ese "juliganismo" fue definido por Ortega y Gasset
como "hombre masa", por Hannah Arendt como "populacho",
Joseph Goebles como "chusma" y por Saul Alinsky como "tonto
útil". El "juliganismo" ha sido estudiado desde el principio de
los tiempos y ya Isaías, el profeta los señalaba con el dedo por su estulticia
e irresponsabilidad con la frase "comamos y bebamos que mañana
moriremos" mostrando lo irracionales, irreflexivos -y llegado el caso-
histéricos que son.
¿Qué cantidad de grafeno hay en cada dosis de vacuna de
Pfizer?
Parece una pregunta tonta. Pero no lo es. La respuesta es
tan incomprensible como clarificadora: Nadie lo ha medido.
Puede que en las vacunas haya grafeno o no; puede que haya
una cantidad u otra; puede que se integre en estructuras celulares y
moleculares o no; Puede que las moléculas sean neutralizadas o no; puede que
tengan un concreto efecto o no... Todo queda en el aire.
Si aún quedan dudas de que las vacunas contengan grafeno, aún
más dudas hay sobre la cualidad, la calidad y la cantidad del grafeno que
pudiese haber. Nadie lo ha medido.
Sin embargo ante esta vacuidad de la razón, miles de folios
y de post sobre grafeno constituyen el pim, pam, pum de la guerra de
"juligans" que hay en "la mal llamada disidencia".
La dosis letal DL50 del grafeno según las fichas técnicas
está en 2gr/kg, es decir que para matar a la mitad de las personas expuestas,
la cantidad de grafeno necesario en personas que pesen 60 kg, sería de 120
gramos de grafeno es decir, "una ración de plato lleno" o un vaso de
vino lleno de grafeno.
Las vacunas inyectan 0'3ml, o lo que es lo mismo 0'3 gramos
de un líquido cristalino. La cantidad de grafeno disuelta, debe ser mucho más
pequeña para que no se aprecie coloración, turbiedad o materia en suspensión.
El posible grafeno detectado, no es visible a simple vista
sino que se necesita un microscopio electrónico capaz de intuir estructuras de
tamaño atómico, es decir, estructuras ridículamente pequeñas.
La revisión sistemática de las publicaciones sobre
toxicología de grafeno, habla de efectos nocivos tras la exposición prolonganda
a cantidades elevadas de grafeno inhalado y nunca en relación a la toxicidad
del grafeno inyectado ocasionalmente en ínfimas cantidades, por lo que la
hipótesis planteada resulta irracional.
Los estudios de toxicidad hablan del efecto acumulativo en
trabajadores expuestos y nunca de efectos tóxicos de nanodosis. La toxicidad
del grafeno es dosis dependiente y en ningún estudio se hace referencia a la
dosis empleada para conseguir los efectos tóxicos en lineas celulares, porque
en definitiva en ningún caso se ha experimentado con la toxicidad de nanodosis
en modelos animales.
La pregunta es una vez más ¿qué cantidad de grafeno, se
presume que podría haber en cada dosis de vacuna, de qué calidad
sería ese grafeno y qué cualidades tendría?
Se espera la respuesta clara.
Decir que la mera presencia de óxido de grafeno en una
vacuna es en sí un riesgo inaceptable es un dislate absoluto, tanto como decir
que el cloruro de sodio o el clorito son tóxicos mortales en cualquier dosis.
Llegará alguna respuesta de mero juliganismo irreflexivo
como cuando dicen que el agua te puede matar o que las vacunas son buenas,
seguras y necesarias. El dato no importa. La pertenencia al rebaño sí.
Amalgama y malabarismo pseudocientífico.
El esperpento llega cuando sin rigor, hacemos selección de
fuentes, mezclamos datos y ocultamos determinados aspectos.
Un caso paradigmático es el siguiente, que en una sola
publicación espeta:
- "ENCEFALOPATIA
ESPONGIFORME CAUSADA POR LAS VACUNAS" (el estudio habla de la
"posibilidad" de que la proteina spike pudiese ser la causa de un
caso concreto de encefalopatía postvacunal).
- "El
grafeno tiene la capacidad de convertir la proteína PrP en un
prion..." (el estudio "demuestra" que el grafeno
"podría" intervenir en la aparición de priones desde un punto de
vista hipotético y teórico y no in vivo).
- Lo
metemos todo en un agitador, cerramos los ojos y sacamos la conclusión de
que el grafeno existente sí o sí en las vacunas, causa encefalopatía
espongiforme en los humanos.
- "Médicos
y científicos de la disidencia que reciben suculentos ingresos de la
propia industria farmacéutica, cuando menos cuestionable." (lo
que se traduce en que quien no se trague este fraude intelectual,
probablemente estará pagado por la industria).
- Nos
vamos contentos al sofá, porque esta publicación, ha sido engullida por
más de 30.000 personas que ni han descargado ni se han leído las tres
publicaciones que enlaza y que probablemente se vayan a la cama con la
sensación que están en el bando correcto de una guerra espiritual por la
luz y contra el miedo.
Me importa muy poco que las vacunas tengan grafeno o arroz
con leche. No me voy a vacunar. Pero ver el espectáculo de quienes quieren
imponer la realidad, me hace ver la necesidad de escapar de compañías tóxicas y
de abusones de redes sociales que emplean las mismas herramientas que el
gobierno para controlarnos: El miedo, el asco, la tristeza, la histeria, la
desconfianza, la imposición...
Los tóxicos de las redes sociales no se diferencian en nada
a los tóxicos del gobierno y la oposición y sus fines tampoco son distintos:
que renuncies a tus derechos y les obedezcas sin chistar. Prefiero estar solo y
que me lean 3 personas que tener a 30.000 personas manejadas por el miedo.
Comprueba siempre la información que consumes. Comprueba la
información antes de compartir. Tú eliges si quieres ser un juligan o una
persona libre.
Luis de Miguel Ortega
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