LA TECNOLOGÍA DEL BOTIJO
Entrevistamos al autor Isaac Rosa, acerca de su novela 'Lugar Seguro' ambientada en un futuro
cercano en el que las personas nos debatimos entre un decrecimiento forzado y
la frágil seguridad de un búnker.
En torno al año 2030
El botijo es su símbolo. Es la tecnología perfecta que
conserva la temperatura y preserva uno de los bienes más preciados y cada vez
más escasos de la humanidad. Además es la metáfora perfecta para la filosofía
del movimiento, que busca la recuperación de tecnologías antiguas.
Al final la revolución no fue asaltar el Palacio de Invierno ni pasar por la guillotina a las hijas del rey Felipe o a la presidenta. Al final todo ha empezado a suceder poco a poco, en silencio, entre grietas. Los movimientos de repoblación humana del rural se mueven empujados por varios vectores de fuerza. La imposible vida en las grandes ciudades. La digitalización asfixiante. La ansiedad.
Ante lo emergente e innegable de la emergencia climática,
ante las dificultades exponencialmente crecientes de mantener eso que llamamos
paz social en las grandes ciudades, ante el aumento de la violencia, el
Gobierno ha decidido dedicar una mínima parte de sus presupuestos a ayudar e
incentivar a las comunidades que abandonan las ciudades para tratar de
construir proyectos sostenibles de autoabastecimiento.
Hay quien dice que estas comunidades están haciendo el
trabajo que debería hacer el gobierno. Hay quien dice que solo es gente que
hace el paripé para sacarse por la gorra unos 400 euros al mes. La
Administración Pública de Castilla La Mancha, además de dar ayudas y subsidios
para la repoblación humana en lo rural, ha colocado una placa con seis nombres
en cada uno de los proyectos de pueblos recuperados
Año 2022
Issac, Pablo, Isabel, Gonzalo, Milagros, Daniel y Javier
tienen que pagar 110.000 euros a la Administración Pública de Castilla La
Mancha. En caso contrario irán a la cárcel. Su delito: reconstruir y tratar de
iniciar un proyecto comunitario en Fraguas, un pueblo en la provincia de Guadalajara
con tierras fértiles para el cultivo, árboles frutales y fácil acceso al
agua.
Estas seis personas forman parte del colectivo Fraguas
Revive, que nace en 2013 con la iniciativa de okupación rural en la pequeña
pedanía por aquel entonces abandonada en la sierra norte de la provincia de
Guadalajara. El pueblo, que data del siglo XX, fue desalojado forzosamente
durante la dictadura en 1968 para dedicar sus terrenos al monocultivo del pino.
Tras ello, los militares españoles empezaron a usar aquella zona ocasionalmente
como campo de tiro y lugar para practicar con explosivos en los años 90.
Entonces en 2013 llega este grupo de jóvenes que entra en
contacto con los antiguos habitantes desplazados del pueblo, con las vecinas de
los pueblos de alrededor para contarles su proyecto comunitario rural y tratar
de imaginar y crear otras formas de vida aprovechando la sabiduría de quienes
ya saben vivir ahí.
¿Y por qué tienen que pagar 110.000 euros? Porque la
Administración que ha contratado a la empresa Tragsa ha cifrado en esta
cantidad el coste de la demolición de las viviendas y retirada de residuos que
han construido los okupantes de la zona abandonada. A pesar de que en un primer
informe, la empresa tasó en 43.000 euros estas acciones. El aumento de más del
doble -que ya duplicaba una antigua tasación de 23.000 euros- no ha sido
explicado ni justificado de ninguna forma.
Si finalmente, como imagina Rosa en su Lugar Seguro,
los gobiernos van a ceder un mínimo en sus planes quinquenales al servicio del
capitalismo y la empresa privada y empiecen a dedicar algo de nuestro dinero a
ayudarnos a vivir y revivir la tierra, seguramente se dedicarían placas a las 6
personas que pillaron cárcel por hacer lo mismo que el Gobierno
fomentaría.
En la era en la que todo proyecto cultural político se
sustenta en esas nuevas cajas de resistencia que son los crowdfundings, dedicar
unos euros para ayudar a pagar la multa de los seis de Fraguas y salvarles del
talego parece casi un milagro.
Nos acompaña como miembro honorífico de los Jitsi
Kings Isaac Rosa, escritor que ha sabido reflejar con maestría muchos
de los problemas reales que nos preocupan, como la precariedad, la presión
laboral o la vivienda. Esto le ha granjeado no sólo premios, sino que ha
conseguido ser uno de los escritores cuyos libros nos han conseguido sacar de
la culpa individualizadora de nuestros sufrimientos, y es capaz de poner la
mirada en los problemas estructurales que los causan.
Con él charlamos acerca del botijo y su tecnología como
camino hacia otros mundos posibles, sobre cucarachas gigantes o la lucha contra
el mismísimo tiempo.
https://www.elsaltodiario.com/post-apocalipsis-nau/la-tecnologia-del-botijo-con-isaac-rosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario