PÀGINES MONOGRÀFIQUES

25/1/21

De cada planta se indica qué parte es comestible o medicinal y sus propiedades

DIENTE DE LEON
PLANTAS RARAS COMESTIBLES

Libro “Plantas multifuncionales: guía de usos, cultivo y recetas”   

Se denominan plantas multifuncionales a aquellas plantas “comestibles de muy fácil cultivo que sirven de apoyo en el huerto, son medicinales y suponen una estrategia de lucha contra el cambio climático”. Muchas son también plantas adventicias o ruderales que no hay que cultivarlas. Crecen solas y solo hay que cosecharlas. Seguro que muchas de estas plantas viven cerca de ti (aunque no lo supieras hasta hoy). Crecen entre las grietas de la acera, en las alcantarillas, en solares… o en tus macetas (si las dejas).

El número de plantas comestibles está entre 27.000 y 60.000, pero “la mayor parte de la dieta mundial (hasta el 95%) está compuesta por unas 30 especies vegetales diferentes. La homogeneidad estética, la presión de los mercados internacionales y la facilidad de conservación y transporte de los alimentos justifican esta escasa biodiversidad alimenticia”.

Este libro describe 20 plantas incluyendo recetas con ellas y consejos para cultivarlas.

Como buenos ecologistas aconsejan usar en sus recetas leches vegetales y   huevos veganos  (sustituyendo el huevo por linaza o por harina de garbanzos con, opcionalmente, un poco de limón o vinagre).

De cada planta se indica con qué otras plantas se puede confundir, qué parte es comestible o medicinal (flores, hojas…), sus propiedades y cómo se puede consumir (en crudo, en sopas, en infusión…). Veamos unos pocos datos de algunas de ellas:

Aloe (Aloe vera): La pulpa de sus hojas es amarga y comestible, con efectos laxantes. Se puede emplear para bebidas, salsas… Aporta cremosidad a los platos. La cáscara de las hojas se usa en infusión. También tiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas y cicatrizantes de heridas y quemaduras. No deben comerla menores de 12 años ni embarazadas.

Bledo, amaranto (Amaranthus spp.): Planta de la misma familia que la quinoa. Existen muchas especies y en todas ellas son comestibles las hojas (crudas o cocinadas, similares a la espinaca) y las semillas (como palomitas, germinadas…). Sus flores crecen en densas espigas de colores variados. También se han usado como forraje y como planta medicinal (antiinflamatoria, antidiabética, antioxidante y antihiperlipidémica, contra el colesterol). Es una planta que ha desarrollado resistencia a algunos herbicidas, como el glifosato, por lo que es una planta abanderada en la lucha contra los transgénicos. ¿Te apetecen unas legumbres con hojas de amaranto? Puede confundirse con el cenizo (Chenopodium album), que es igualmente comestible.

Borraja (Borago officinalis): Se comen las hojas, los tallos y las flores. Conviene cocinarla para evitar los pelillos (en caldos, sofritos…). Las flores se pueden comer crudas, en ensalada. También tiene múltiples aplicaciones medicinales. Se puede confundir con la consuelda.

Caléndula, maravilla, flamenquilla (Calendula officinalis): Es una asterácea ideal para cualquier huerta (atrae fauna buena y es nematocida). Se comen hojas y flores en ensalada. Las hojas tienen un sabor amargo y es mejor tomarlas cuando aún no tienen flores. Las flores secas se usan como sustituto del azafrán y los botones florales se pueden encurtir como las alcaparras. Tiene también muchas propiedades medicinales (para piel, hígado, menstruación… y también es cicatrizante, antiinflamatorio…).

Achicoria (Cichorium intybus): Las hojas de esta asterácea pueden tomarse en ensalada y tienen un sabor muy amargo. Con las raíces secas, tostadas y molidas se hace un sucedáneo del café, que también puede tomarse en infusión, al igual que sus flores. Pueden encurtirse los capullos florales. Tiene también propiedades medicinales. Sus raíces degradan el DDT que, aunque está ya prohibido (Rachel Carson) aún se encuentra en la naturaleza.

Malva (Malva sylvestris): Las hojas se pueden usar para espesar (ideal para rissotos), en potajes o en ensalada. Se comen crudas las flores y las semillas inmaduras (que se llaman panecitos). Hojas y flores pueden secarse para comerlas posteriormente. Puede confundirse con otros tipos de malvas, todas igualmente comestibles.

Vinagreta, vinagrillo, falso trébol (Oxalis pes-caprae): Muy fácil de reconocer por sus hojas en forma de tres corazones unidos, por lo que se confunden con las del trébol, que también son comestibles. Es comestible toda la parte aérea de la planta. Su sabor avinagrado la hace buena para preparar zumos o aliñar ensaladas machacando sus hojas. No debe consumirse en exceso porque el ácido oxálico favorece la formación de piedras en el riñón. Ese ácido también está presente en el cacao o las espinacas, por ejemplo. Es una especie invasora procedente de Sudáfrica, muy frecuente en el Sur y Este de España, como planta ruderal.

Llantén, lengua de carnero (Plantago major): Hojas crujientes en ensalada, pero también se pueden cocinar como si fueran acelgas o espinacas. Sirve para curar picaduras de insectos, masticando sus hojas y haciendo una pasta. Con las semillas, que les encanta a algunos pájaros, puede hacerse harina. Las raíces también se comen.

Verdolaga, portulaca (Portulaca oleracea): Se usan para sopas, ensaladas, cremas, pizzas, tortillas (veganas, por supuesto). Sus semillas se usan para añadir al pan (como las de amapola). Tiene muchas propiedades medicinales (antiséptico, diurético, febrífugo…). Se usa como sustituto del pescado por vegetarianos, por su contenido en omega 3 y 6, además de vitaminas y minerales. Hay que consumirla con precaución por su ácido oxálico. Se reproduce muy bien por esqueje, y es fácil tenerla en macetas. Es una planta doblemente suculenta (en sentido botánico y culinario).

Cerraja, lechuguilla (Sonchus oleraceus): Asterácea de la que se come toda la parte aérea: hojas, flores, capullos (como las alcaparras) y tallos (sin la piel exterior son como espárragos). Las hojas son más dulces cuando está pequeña, y más ácida cuando crece. Se pueden comer las hojas en ensalada o cocinadas (como la espinaca, en sopas…). Tiene alto contenido en vitamina C, omega 3, calcio y fósforo. Su látex sirve de chicle a los maoríes de Nueva Zelanda. Es una buena planta para restauración de ecosistemas. Hojas muy variables pero que se distinguen por ser divididas, dentadas, acabadas en punta de flecha y las hojas superiores tienen dos alas que abrazan el tallo.

Consuelda (Symphytum officinale): Hojas y tallos jóvenes que se comen crudos en ensaladas, mejor picados finamente por su textura mucilaginosa (sustancia viscosa con propiedades medicinales). Los brotes se comen como espárragos. Las hojas pueden cocinarse como borrajas o espinacas. Las raíces y hojas secas pueden tostarse para hacer un sucedáneo del café (como la achicoria). Una infusión de sus hojas es buena para la tos, la bronquitis y otras enfermedades pulmonares. Las raíces deben recolectarse cuando la planta esté seca. No conviene abusar, porque las hojas adultas y raíces tienen alcaloides hepatotóxicos. Sus hojas son ideales para una tortilla vegana. Se puede confundir con la borraja. Sus flores pueden ser de variados colores y crecen en ramilletes curvados que inician una espiral.

Clavel chino, tagete (Tagetes erecta): Se comen pétalos y hojas. Las hojas (pinnadas, lanceoladas) se usan como condimento y tienen un sabor peculiar. Los pétalos se pueden comer crudos o cocinados. Se han usado pétalos añadidos a la masa de pan. Es antiinflamatoria, desinfectante, cicatrizante, purgante y buena para el hígado. Esta planta también se usa como ornamental. Puede confundirse con otras plantas de la familia de las asteráceas (o compuestas), la cual tiene miles de especies que han conquistado el mundo, pues pueden encontrarse desde regiones polares hasta tropicales, incluyendo desiertos, selvas y zonas de montaña. El nombre de asteráceas deriva de la palabra griega «estrella» por la forma de la inflorescencia.

Diente de leon, amargón (Taraxacum officinale): Los dientes de leon incluyen más de 500 especies distribuidas por todo el planeta. Las raíces de esta asterácea se pueden comer crudas, cocinadas o como la achicoria. Sus hojas se pueden comer crudas o cocinadas (como las espinacas). De sabor amargo, tienen mucha vitamina A y es antiinflamatoria, antioxidante, diurética y protectora del páncreas. Los botones florales inmaduros se comen crudos, en tortilla, al vapor… Rebrota si se corta a ras del suelo, pero también se pueden cortar solo las hojas que necesitemos, poco a poco.

Ajo social, ajo de jardín, ajo silvestre, ajo de sociedad, tulbagia (Tulbaghia violacea) Toda la planta es comestible, cruda o cocinada. Las hojas se usan como si fueran ajo. Sus flores moradas dan color y sabor. Es mejor no utilizar el bulbo, para que la planta siga viviendo. Se vende como ornamental y puede confundirse con otras plantas de su misma familia, las amarilidáceas, todas comestibles. Tiene propiedades antibióticas, anticancerígenas, frente a la trombosis… Es originaria del sur de África.

Ortiga, ortiga mayor (Urtica dioica): Sus hojas dentadas con pelos urticantes pierden su veneno en pocos minutos de calor (al vapor, al hervir…). Se comen en tortilla, en sopas, en sofritos… incluso en magdalenas saladas. Las hojas secas sirven para infusiones. Tiene propiedades digestivas y circulatorias, contra el reuma y para la piel. Recolectar con guantes para evitar el picor.

El libro incluye otras plantas que no hemos incluido en nuestra lista (milenrama, cenizo, mostaza, tanaceto y capuchina), y podríamos añadir más. Por ejemplo, el nenúfar es una planta acuática cuyas flores pueden comerse y el algarrobo es un árbol bastante común cuyos frutos suelen desaprovecharse a pesar de su gran potencial.

Precauciones con las plantas

Es mejor no cogerlas de la ciudad, del margen de las carreteras o de sitios poco fiables, pues pueden almacenar metales pesados, además de tener contaminación variada (pesticidas, excrementos de perros…).

Ante la duda de si una planta es o no comestible lo mejor es no comerla, pues las consecuencias por confundir una planta pueden ser nefastas. No obstante el libro nos enseña cómo podemos tener precaución si tenemos dudas. Primero, ver que la planta está en buen estado descartando las marchitas o las comidas por gusanos. Luego, olerla y aplastarla descartando si huele a almendra amarga o melocotón. A continuación, debemos rozarla y exprimirla sobre nuestra piel tierna (por ejemplo, la cara interna del brazo), descartándola si produce algún malestar o erupción. Los siguientes pasos son poner un trocito en los labios, luego en un lado de la boca, en la punta de la lengua y bajo la lengua. Entre cada uno de estos paso esperamos al menos 15 segundos para ver si hay alguna reacción negativa. A continuación, se mastica sin tragar y luego se traga una pequeña cantidad. Si tras cinco horas no hay ninguna reacción negativa, puedes considerarla como planta comestible.

El libro de Ecoherencia es fantástico para cocineros y agricultores pues además de recetas originales y métodos de cultivo también incluye consejos para la recolección y conservación de plantas silvestres, así como métodos para hacer  biopreparados naturales para fertilizar y proteger huertos.

Para terminar, enfatizar la importancia de que las plantas que crecen salvajemente suelen atraer a insectos beneficiosos, como las abejas. Las ciudades deberían tener muchas zonas libres para que la naturaleza plante lo que quiera y para que los ciudadanos paseemos, disfrutemos y podamos recolectar de forma segura las que sean comestibles. Recordemos que la biodiversidad es básica para nuestra subsistencia.

VER LAS IMÀGENES DE CADA PLANTA RESEÑADA  EN ESTE ENLACE:  https://blogsostenible.wordpress.com/2021/01/22/plantas-raras-comestibles-libro-plantas-multifuncionales-ecoherencia-resumen/  

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