PÀGINES MONOGRÀFIQUES

17/11/20

Un mundo justo depende del poder político y no de la disponibilidad de recursos

DIEZ PROPUESTAS PARA PAGAR LA PANDEMIA 

Un informe del Transnational Institute detalla diez medidas para recaudar lo suficiente para financiar la salida de la crisis del covid, lograr los objetivos de desarrollo sostenible, una transición climática y reparaciones para la esclavitud.

Recaudar 9,4 billones de dólares al año durante los próximos diez años mediante diez medidas a tomar de manera global para financiar otras diez acciones que cubrirían los costos de la pandemia, combatir el cambio climático, pagar reparaciones por la esclavitud y lograr los objetivos de desarrollo sostenible. Eso es lo que detalla el informe Cómo pagar por la pandemia y una transición justa de la organización Transnational Institute (TNI).

Las diez propuestas de financiación progresista para recaudar dicha cantidad han sido elaboradas anteriormente por organizaciones internacionales, grupos de estudio, académicos y movimientos sociales. Impuestos nuevos a la riqueza y las ganancias de las empresas, reformando los subsidios a los combustibles fósiles, gravando el carbono, reencauzando el gasto militar, cancelando la deuda y emitiendo DEG, el planeta podría recaudar más de nueve billones de dólares al año durante los próximos 10 años. “Como colectivo”, ha dicho el investigador y autor del informe, Ben Tippet, “podemos permitirnos la construcción de un futuro mejor, siempre que los ricos y poderosos lo paguen”.

Sobre el informe ha explicado que demuestra que es perfectamente posible “mediante unas pocas medidas de política abordar la pandemia y construir un futuro vivible que trate a la humanidad con equidad y dignidad”, matizando que “avanzar hacia un mundo justo depende del poder político y no de la disponibilidad de recursos financieros”.

 “El informe no deja dudas de que los Gobiernos tienen una variedad de opciones para recaudar los fondos necesarios para la mejor reconstrucción”, ha declarado Lavinia Steinfort, otras de las investigadoras del TNI que ha participado en el informe. “Es hora de centrar nuestros esfuerzos en adoptar medidas colectivas comunitarias a nivel mundial para lograr finanzas públicas que sirvan a la sociedad”, ha matizado.

1. UN IMPUESTO MUNDIAL A LA RIQUEZA

Basándose en la propuesta del economista francés Thomas Piketty, el informe plantea un impuesto progresivo según los niveles de riqueza. Como no existe una autoridad fiscal internacional, explica el texto, esta propuesta debería plantearse a nivel nacional y redistribuirse en todo el mundo. 

Aplicando una tasa del 1,5% a todas las fortunas que superen los mil millones de dólares, tal y como ha propuesto Oxfam, podría recaudar entre 70.000 millones y 100.000 millones de dólares por año. Aplicando una tasa impositiva del 1% a toda la riqueza neta superior a un millón de dólares, podríamos recaudar más de un billón de dólares al año. Si la tasa se elevara al 5 %, se podrían recaudar 5,795 billones.

2. GRAVAR LA RENTA DEL CAPITAL DE LA RIQUEZA PRIVADA EN EL EXTRANJERO

Se calcula que la riqueza que particulares mantienen en el exterior oscila entre 7,6 billones y 32 billones de dólares. Si se gravara a las tasas actuales todo ese patrimonio oculto, el informe calcula que se podría recaudar hasta 125.000 millones de dólares al año. “No es una política para aplicar un impuesto nuevo, sino para dejar de brindar oportunidades para que los ricos escondan su riqueza en el extranjero”, explican desde la organización.

Con el fin de aplicar este impuesto y el de la riqueza, los activistas abogan por un registro de activos internacional donde quede constancia de quiénes poseen activos y en qué cantidad, al que podrán acceder todos los países del mundo. El registro global de activos beneficiaría particularmente al Sur Global, al cerrar “los posibles flujos de capital financiero ilícito de los plutócratas que ocultan su patrimonio en el Norte”.

3. UN IMPUESTO A LAS GANANCIAS EXTRAORDINARIAS

Solo imponiendo un impuesto a las 32 empresas más rentables del mundo y a sus ganancias extraordinarias durante el covid-19 se podría recaudar 104.000 millones de dólares al año, según los cálculos de Oxfam. Las ganancias extraordinarias son aquellas que una empresa obtuvo durante la pandemia por encima del promedio de los últimos cuatro años, de 2016 a 2019. Gravando el 95% de ese beneficio extra de tan solo una treintena de empresas, se recaudaría dicha cantidad, pero la recaudación si se ampliara a todas las empresas que han obtenido beneficios extras gracias a la pandemia sería muy superior. 

Los Estados Unidos impusieron un Impuesto a las Ganancias Excesivas en las dos guerras mundiales a las empresas que se enriquecían en la guerra y la posterior crisis. Gran Bretaña también lo aplicó, llegando en ambos países a tasas del 80% y el 95%.

4. GRAVAR LAS GANANCIAS DE LAS EMPRESAS EN EL EXTRANJERO

Si se eliminaran las oportunidades de traslado de ganancias a los paraísos fiscales y las empresas tuvieran que pagar impuestos en los países donde contratan a sus empleados y venden sus productos, según los cálculos del informe, se recaudaría entre 200.000 y 600.000 millones de dólares al año.

Un mecanismo para acabar con el traslado de ganancias empresariales es armonizar el impuesto de sociedades con una tasa mínima común en todos los países. La OCDE ya ha propuesto una tasa del 12,5%, que recaudaría 100.000 millones de dólares al año, pero dicho porcentaje haría bajar su impuestos de sociedades a la mayoría de los países al ser más bajo que el que cobran actualmente. En cambio, el informe recomienda un impuesto mínimo del 28%. Solo en el caso de las empresas estadounidenses, dicho impuesto recaudaría 758.000 millones de dólares entre 2021 y 2030.

5. IMPUESTO A LAS TRANSACCIONES FINANCIERAS

El Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), popularmente conocido por Tasa Tobin, recauda dinero al aplicar una pequeña tasa a la compraventa de acciones, bonos y derivados. Las tasas de este cálculo surgen de la propuesta que la sociedad civil presentara en 2011 para implementar un impuesto a las transacciones financieras en la Unión Europea, denominado “impuesto Robin Hood” (0,1 % a la compraventa de instrumentos de acciones y bonos y 0,01 % a las transacciones de derivados). Aunque las tasas que pretendían los activistas eran bajas, y aunque tuvo cierto apoyo inicial de varios gobiernos de la UE, el impuesto aún no se ha instrumentado debido a fuertes presiones del sector financiero. En el Estado español se ha aprobado recientemente dicho impuesto, pero no gravará los productos derivados, solo las acciones de empresas españolas que superen los 1.000 millones de euros de valor bursátil, lo que mengua enormemente su poder recaudatorio.

6. IMPUESTOS A LA CONTAMINACIÓN

La eliminación de los subsidios públicos a la industria de los combustibles fósiles y la aplicación de un impuesto sobre el costo de la contaminación podrían recaudar 3,2 billones de dólares adicionales por año, según el informe. En la actualidad, gobiernos de todo el mundo subvencionan los combustibles fósiles con una suma de entre 296.000 a 478.000 millones de dólares al año. La cifra de 3,2 billones por año incluye cuánto costaría reencauzar esos subsidios directos, además de implementar un impuesto al carbono.

7. REENCAUZAR EL 10 % DEL GASTO MILITAR MUNDIAL

El gasto militar mundial en 2019 ascendió a 1,917 billones de dólares. Corea del Sur, por ejemplo, anunció que recortará un 2 % (738 millones de dólares) su presupuesto de defensa del próximo año, y Tailandia lo reducirá un 8 % (557 millones). El dinero se destinaría a un fondo de ayuda en casos de desastre y a un paquete de estímulo, respectivamente. Reencauzar el 10 % del gasto militar mundial hacia la lucha contra las verdaderas crisis de seguridad podría recaudar entre 143.700 y 191.700 millones de dólares por año en todo el planeta, según los cálculos del TNI.

8. CONDONACIÓN DE LA DEUDA AL SUR GLOBAL

Más de 30 países se enfrentan actualmente al incumplimiento de pago de su deuda internacional. En 63 países empobrecidos, el promedio de pagos de la deuda externa pública aumentó del 5,5 % (como parte de los ingresos públicos) en 2011 al 12,4 % en 2019, y se estima que crecerá claramente en los próximos años.

En abril, el FMI anunció un alivio de la deuda de aproximadamente 214 millones de dólares para 25 de los países más pobres del mundo, y el G20 acordó una moratoria bilateral del pago de la deuda para los países de bajos ingresos hasta finales de 2020. Sin embargo, como han argumentado grupos activistas, el cese del servicio de la deuda no es lo mismo que la cancelación de la deuda. Y en total, ese alivio solo asciende a 20 000 millones de dólares, una reducción insignificante cuando se calcula que el Sur Global pagará 3,9 billones de dólares por el servicio de la deuda este año. La condonación de la deuda, de la magnitud que pide la UNCTAD, podría liberar el equivalente a 100.000 millones de dólares por año para el Sur Global durante los próximos 10 años.

9. DERECHOS ESPECIALES DE GIRO

Los derechos especiales de giro (DEG) son la “moneda” internacional del propio FMI. Los DEG son activos seguros cuyo valor está determinado por una canasta multipolar de monedas. Los países pueden cambiar DEG por monedas, brindándoles así a los países que carecen de reservas de divisas sustento de liquidez internacional durante una crisis. La emisión se puede comparar con la financiación monetaria en el sentido de que el FMI les da a los países dinero nuevo sin ninguna expectativa de pago. De esta forma, los estados adquieren dinero y dejan de endeudarse. Los DEG, además, tampoco vienen acompañados de acuerdos de condicionalidad, como los préstamos actuales del FMI.

En el sistema de asignación actual, los DEG se distribuyen según el poder de voto en el FMI, que está injustamente dominado por los países más ricos del mundo. Por ejemplo, si se crearan 4 billones de dólares en DEG, solo 250 000 millones les llegarían a los países africanos. Si bien los países ricos, que ya tienen acceso a la liquidez internacional, podrían donar sus DEG restantes a los países que los necesiten, eso no estaría garantizado.

10. UN NUEVO PLAN MARSHALL

Para pagar los costes de la pandemia y una transición justa se necesitará tanto la redistribución de recursos del sector privado hacia el sector público (como lo hacen en gran medida las propuestas anteriores), como la redistribución de recursos dentro del sector público del Norte Global al Sur Global. Este plan Marshall en forma de donaciones adopta esta última estrategia. Un nuevo Plan Marshall, del monto solicitado por la UNCTAD, podría recaudar el equivalente a 50.000 millones de dólares por año para el Sur Global durante los próximos 10 años. 

¿Cómo se financiará? El informe propone que los bancos centrales y los bancos de desarrollo recauden el dinero de esas donaciones. Eso ayudaría a retener los fondos en la esfera pública, que podrían reinvertirse en proyectos sociales en el futuro.

https://www.elsaltodiario.com/crisis-economica/tni-diez-propuestas-impuestos-pagar-pandemia-transicion-climatica  

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