DIEZ PROPUESTAS PARA PAGAR LA PANDEMIA
Un informe del Transnational Institute detalla diez medidas para recaudar lo suficiente para financiar la salida de la crisis del covid, lograr los objetivos de desarrollo sostenible, una transición climática y reparaciones para la esclavitud.
Recaudar 9,4 billones de dólares al año durante los próximos
diez años mediante diez medidas a tomar de manera global para financiar otras
diez acciones que cubrirían los costos de la pandemia, combatir el cambio
climático, pagar reparaciones por la esclavitud y lograr los objetivos de
desarrollo sostenible. Eso es lo que detalla el informe Cómo pagar por la pandemia y una transición justa de
la organización Transnational
Institute (TNI).
Las diez propuestas de financiación progresista para recaudar dicha cantidad han sido elaboradas anteriormente por organizaciones internacionales, grupos de estudio, académicos y movimientos sociales. Impuestos nuevos a la riqueza y las ganancias de las empresas, reformando los subsidios a los combustibles fósiles, gravando el carbono, reencauzando el gasto militar, cancelando la deuda y emitiendo DEG, el planeta podría recaudar más de nueve billones de dólares al año durante los próximos 10 años. “Como colectivo”, ha dicho el investigador y autor del informe, Ben Tippet, “podemos permitirnos la construcción de un futuro mejor, siempre que los ricos y poderosos lo paguen”.
Sobre el informe ha explicado que demuestra que es perfectamente posible “mediante unas pocas medidas de política abordar la pandemia y construir un futuro vivible que trate a la humanidad con equidad y dignidad”, matizando que “avanzar hacia un mundo justo depende del poder político y no de la disponibilidad de recursos financieros”. “El informe no deja dudas de que los Gobiernos tienen
una variedad de opciones para recaudar los fondos necesarios para la mejor
reconstrucción”, ha declarado Lavinia Steinfort, otras de las investigadoras
del TNI que ha participado en el informe. “Es hora de centrar nuestros
esfuerzos en adoptar medidas colectivas comunitarias a nivel mundial para
lograr finanzas públicas que sirvan a la sociedad”, ha matizado.
1. UN IMPUESTO
MUNDIAL A LA RIQUEZA
Basándose en la propuesta del economista francés Thomas
Piketty, el informe plantea un impuesto progresivo según los niveles de
riqueza. Como no existe una autoridad fiscal internacional, explica el texto,
esta propuesta debería plantearse a nivel nacional y redistribuirse en todo el
mundo.
Aplicando una tasa del 1,5% a todas las fortunas que superen
los mil millones de dólares, tal y como ha propuesto Oxfam, podría recaudar
entre 70.000 millones y 100.000 millones de dólares por año. Aplicando una tasa
impositiva del 1% a toda la riqueza neta superior a un millón de dólares,
podríamos recaudar más de un billón de dólares al año. Si la tasa se elevara al
5 %, se podrían recaudar 5,795 billones.
2. GRAVAR LA RENTA
DEL CAPITAL DE LA RIQUEZA PRIVADA EN EL EXTRANJERO
Se calcula que la riqueza que particulares mantienen en el
exterior oscila entre 7,6 billones y 32 billones de dólares. Si se gravara a
las tasas actuales todo ese patrimonio oculto, el informe calcula que se podría
recaudar hasta 125.000 millones de dólares al año. “No es una política para
aplicar un impuesto nuevo, sino para dejar de brindar oportunidades para que
los ricos escondan su riqueza en el extranjero”, explican desde la
organización.
Con el fin de aplicar este impuesto y el de la riqueza, los
activistas abogan por un registro de activos internacional donde quede
constancia de quiénes poseen activos y en qué cantidad, al que podrán acceder
todos los países del mundo. El registro global de activos beneficiaría
particularmente al Sur Global, al cerrar “los posibles flujos de capital
financiero ilícito de los plutócratas que ocultan su patrimonio en el Norte”.
3. UN IMPUESTO A LAS
GANANCIAS EXTRAORDINARIAS
Solo imponiendo un impuesto a las 32 empresas más rentables
del mundo y a sus ganancias extraordinarias durante el covid-19 se podría
recaudar 104.000 millones de dólares al año, según los cálculos de Oxfam. Las
ganancias extraordinarias son aquellas que una empresa obtuvo durante la
pandemia por encima del promedio de los últimos cuatro años, de 2016 a 2019.
Gravando el 95% de ese beneficio extra de tan solo una treintena de empresas,
se recaudaría dicha cantidad, pero la recaudación si se ampliara a todas las
empresas que han obtenido beneficios extras gracias a la pandemia sería muy
superior.
Los Estados Unidos impusieron un Impuesto a las Ganancias
Excesivas en las dos guerras mundiales a las empresas que se enriquecían en la
guerra y la posterior crisis. Gran Bretaña también lo aplicó, llegando en ambos
países a tasas del 80% y el 95%.
4. GRAVAR LAS
GANANCIAS DE LAS EMPRESAS EN EL EXTRANJERO
Si se eliminaran las oportunidades de traslado de ganancias
a los paraísos fiscales y las empresas tuvieran que pagar impuestos en los
países donde contratan a sus empleados y venden sus productos, según los
cálculos del informe, se recaudaría entre 200.000 y 600.000 millones de dólares
al año.
Un mecanismo para acabar con el traslado de ganancias
empresariales es armonizar el impuesto de sociedades con una tasa mínima común
en todos los países. La OCDE ya ha propuesto una tasa del 12,5%, que recaudaría
100.000 millones de dólares al año, pero dicho porcentaje haría bajar su
impuestos de sociedades a la mayoría de los países al ser más bajo que el que
cobran actualmente. En cambio, el informe recomienda un impuesto mínimo del
28%. Solo en el caso de las empresas estadounidenses, dicho impuesto recaudaría
758.000 millones de dólares entre 2021 y 2030.
5. IMPUESTO A LAS
TRANSACCIONES FINANCIERAS
El Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF),
popularmente conocido por Tasa Tobin, recauda dinero al aplicar una pequeña
tasa a la compraventa de acciones, bonos y derivados. Las tasas de este cálculo
surgen de la propuesta que la sociedad civil presentara en 2011 para
implementar un impuesto a las transacciones financieras en la Unión Europea,
denominado “impuesto Robin Hood” (0,1 % a la compraventa de instrumentos de
acciones y bonos y 0,01 % a las transacciones de derivados). Aunque las tasas
que pretendían los activistas eran bajas, y aunque tuvo cierto apoyo inicial de
varios gobiernos de la UE, el impuesto aún no se ha instrumentado debido a
fuertes presiones del sector financiero. En el Estado español se ha aprobado recientemente
dicho impuesto, pero no gravará los productos derivados, solo las acciones de
empresas españolas que superen los 1.000 millones de euros de valor bursátil,
lo que mengua enormemente su poder recaudatorio.
6. IMPUESTOS A LA
CONTAMINACIÓN
La eliminación de los subsidios públicos a la industria de
los combustibles fósiles y la aplicación de un impuesto sobre el costo de la
contaminación podrían recaudar 3,2 billones de dólares adicionales por año,
según el informe. En la actualidad, gobiernos de todo el mundo subvencionan los
combustibles fósiles con una suma de entre 296.000 a 478.000 millones de
dólares al año. La cifra de 3,2 billones por año incluye cuánto costaría
reencauzar esos subsidios directos, además de implementar un impuesto al carbono.
7. REENCAUZAR EL 10 %
DEL GASTO MILITAR MUNDIAL
El gasto militar mundial en 2019 ascendió a 1,917 billones
de dólares. Corea del Sur, por ejemplo, anunció que recortará un 2 % (738
millones de dólares) su presupuesto de defensa del próximo año, y Tailandia lo
reducirá un 8 % (557 millones). El dinero se destinaría a un fondo de ayuda en
casos de desastre y a un paquete de estímulo, respectivamente. Reencauzar el 10
% del gasto militar mundial hacia la lucha contra las verdaderas crisis de
seguridad podría recaudar entre 143.700 y 191.700 millones de dólares por año
en todo el planeta, según los cálculos del TNI.
8. CONDONACIÓN DE LA
DEUDA AL SUR GLOBAL
Más de 30 países se enfrentan actualmente al incumplimiento
de pago de su deuda internacional. En 63 países empobrecidos, el promedio de
pagos de la deuda externa pública aumentó del 5,5 % (como parte de los ingresos
públicos) en 2011 al 12,4 % en 2019, y se estima que crecerá claramente en los
próximos años.
En abril, el FMI anunció un alivio de la deuda de
aproximadamente 214 millones de dólares para 25 de los países más pobres del
mundo, y el G20 acordó una moratoria bilateral del pago de la deuda para los
países de bajos ingresos hasta finales de 2020. Sin embargo, como han
argumentado grupos activistas, el cese del servicio de la deuda no es lo mismo
que la cancelación de la deuda. Y en total, ese alivio solo asciende a 20 000
millones de dólares, una reducción insignificante cuando se calcula que el Sur
Global pagará 3,9 billones de dólares por el servicio de la deuda este año. La
condonación de la deuda, de la magnitud que pide la UNCTAD, podría liberar el
equivalente a 100.000 millones de dólares por año para el Sur Global durante
los próximos 10 años.
9. DERECHOS
ESPECIALES DE GIRO
Los derechos especiales de giro (DEG) son la “moneda”
internacional del propio FMI. Los DEG son activos seguros cuyo valor está
determinado por una canasta multipolar de monedas. Los países pueden cambiar
DEG por monedas, brindándoles así a los países que carecen de reservas de
divisas sustento de liquidez internacional durante una crisis. La emisión se
puede comparar con la financiación monetaria en el sentido de que el FMI les da
a los países dinero nuevo sin ninguna expectativa de pago. De esta forma, los
estados adquieren dinero y dejan de endeudarse. Los DEG, además, tampoco vienen
acompañados de acuerdos de condicionalidad, como los préstamos actuales del
FMI.
En el sistema de asignación actual, los DEG se distribuyen
según el poder de voto en el FMI, que está injustamente dominado por los países
más ricos del mundo. Por ejemplo, si se crearan 4 billones de dólares en DEG,
solo 250 000 millones les llegarían a los países africanos. Si bien los países
ricos, que ya tienen acceso a la liquidez internacional, podrían donar sus DEG
restantes a los países que los necesiten, eso no estaría garantizado.
10. UN NUEVO PLAN
MARSHALL
Para pagar los costes de la pandemia y una transición justa
se necesitará tanto la redistribución de recursos del sector privado hacia el
sector público (como lo hacen en gran medida las propuestas anteriores), como
la redistribución de recursos dentro del sector público del Norte Global al Sur
Global. Este plan Marshall en forma de donaciones adopta esta última
estrategia. Un nuevo Plan Marshall, del monto solicitado por la UNCTAD, podría
recaudar el equivalente a 50.000 millones de dólares por año para el Sur Global
durante los próximos 10 años.
¿Cómo se financiará? El informe propone que los bancos
centrales y los bancos de desarrollo recauden el dinero de esas donaciones. Eso
ayudaría a retener los fondos en la esfera pública, que podrían reinvertirse en
proyectos sociales en el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario