PÀGINES MONOGRÀFIQUES

2/3/20

Pensar en crear un camino propio, más allá del trabajo asalariado y mendigar curro

La sabiduría popular está escrita
en las paredes de las calles
Y... ¿HAS APRENDIDO MUCHO?

Ya que el modelo pedagógico del instituto y de la universidad no valora el aprender, sino el aprobar (pues es lo único que mide) y favorece que seamos poco críticos con los contenidos y con el propio método de enseñanza. Así que hoy os contamos (medio en serio, medio en broma) cómo aprobar exámenes y trabajos sin estudiar.
¿Y has aprendido mucho?”
La típica pregunta que te hace la gente sobre la carrera cuando acabas, sobre todo la gente que no ha estado en la universidad (otra gente ya sabe de qué va la vaina y prefiere preguntarte por salidas laborales). ¿Qué hago? ¿Les miento y me miento? ¿O les digo la verdad? Sí, la verdad siempre por delante: “En realidad en la universidad… he aprendido a hacer exámenes y trabajos”.


Pues sí. Si algo he aprendido en estos años de universidad es a hacer exámenes y trabajos. Que no tiene que ser lo mismo que aprender. Eso es otra cosa. La asignatura de derecho penal (por poner algún ejemplo), en cuanto la apruebo no la vuelvo a ver, porque damos mil asignaturas diferentes. Y sin embargo no me han llevado a ver un juicio de penal en toda la carrera. El 90% se me olvida en cuestión de una semana, y el otro 10% en cuestión de meses. Pero los exámenes y los trabajos... ¡de eso hay que hacer decenas cada cuatrimestre! 

Primera lección que me llevé al entrar a la universidad: para los exámenes no hay que estudiar el temario sino lo que te pide el profesor/a. Al precio que están las matrículas no nos la podemos jugar. Además, es imposible recordarlo todo del tirón y encima contarlo en 50 minutos. Por supuesto la forma de evaluación no es personalizada precisamente, y los profes no se toman un minuto en conocernos ni en ver qué hemos aprendido. La educación debería ser otra cosa, pero aquí no cuenta lo que has aprendido sino si apruebas o no. Además, luego el/la profesor/a te corrige según sus propios criterios. Así que trata de portarte bien y no rebatir sus ideas. Aprende a ver cómo piensan tus profesores (conoce a tu enemigo), qué les interesa más y en qué partes del temario insisten. Esto es fun-da-men-tal.

Segunda lección: podrías pensar que si vas a clase, te conocen, participas y les haces un poco la pelotilla, mejor. Pero eso exige mucho tiempo y mucha humillación personal. Si no estás dispuesta a eso, no merece la pena. Total, hay como cincuenta personas por aula, no es la única clase que dan y es imposible que se acuerden de todas las caras. Y la participación en clase suele contar poco… Lo de generar debates en clase y cuestionar lo que dice el temario no te suele salir bien. Más bien les toca mucho los huevos. Ellos llevan repitiendo la misma clase, año tras año desde 1985, los estudiantes sólo somos figurantes que van pasando por allí, ¿quién eres tú para estropeárselo? Tus compañeras también saben de qué va la vaina en la universidad, y suelen pasar de lo que digas en clase. Por eso lo recomendable es ver, oír, callar, olvidar y prepararse bien los trabajos y exámenes finales, que es el 90-100% de la nota. En resumen, aprendemos a ser funcionales, acríticos y mediocres. Hum... ¿no será esto un 'curriculum oculto'? 

Bueno, al tema: para preparar trabajos primero mira qué te piden. Segundo, busca un tema que le pueda interesar al profesor/a. Lo que te interese a ti ya sabes que da igual. No te cantees y lo hagas muy obvio, porque eso tampoco les gusta. Y trata de aplicar sus teorías a tu trabajo (lo contrario se considera 'objetividad', pero cuesta mucho más). Dales a entender que te crees sus teorías, que las entiendes y sabes manejarlas. Siempre puedes pedir trabajos de otros años a conocidos, cambiar cuatro mierdas para que no te acusen de plagio, y tirar con ello. Al fin y al cabo se repiten mil veces los temas de trabajos. Recuerda: aquí el objetivo no es trabajar tu autonomía, tu creatividad o tu crítica personal, sino la repetición y aplicación del temario que te dan. Hum... ¿curriculum oculto? 

Ya sabes, las partes del trabajo bien diferenciadas, aunque digas lo mismo de diferente manera en todas (como un político en su discurso) o rellenes cada parte con chorradas: primero introducción y justificación del tema, luego revisión de la literatura, después metodología empleada y al final la investigación (siempre separada por subpuntos) y un último párrafo de conclusiones. Mete muchas referencias bibliográficas, ¡eso les encanta! ¡No cuesta nada hacerles felices! aunque solo hayas leído una línea de cada libro. Hazles creer que eres muy leído y pilotas el tema. Sin fliparte tampoco, a ver si se va a notar demasiado que todo esto es postureo.

Importante: ¡No te olvides del interlineado doble! ¡Times New Roman! párrafo justificado, bibliografía con formato 'Chicago' ¡y un lenguaje ordenado y académico! Sobre todo, que se vea bonito. Esto último suele ser más de la mitad de la nota (formalismos, ya sabes), aunque rellenes las últimas tres páginas hablando del último partido del Barça. Total, igualmente a mitad de trabajo dejan de leer.

Han puesto aprobar por encima de aprender. Básicamente lo que han hecho es interrumpir la motivación que conlleva el propio aprendizaje. Han boicoteado el proceso pedagógico más básico. No valoran el pensamiento crítico, lo que necesitan es un método para calificarte. Conclusión: desciframos ese método, al final aprendemos a aprobar y nada más. Malos profesores producen malos alumnos. ¿Dónde ha quedado lo de que la educación es transmitir el amor al conocimiento?

Si el trabajo es por grupos, escoged un tema que os guste a todas y sea sencillito, porque sino luego hay lío y que sea elaborado no es algo que vayan a apreciar. Y lo típico: divides las partes entre los miembros y las juntáis el día antes. Trabajo en equipo. Así ahorráis tiempo y esfuerzo. A veces esto recuerda a Homer entregando la declaración de la renta hecha una bola en el último minuto. Pero hemos venido a jugar. Eso sí, fíjate con quién te pones, que hay quien lo entrega de rebote y luego su parte es una puta mierda. Que no te la líen. Tú a lo tuyo. La universidad como una forma de aprender a practicar el mundo empresarial. Intentad mezclar un poco las partes para que no sea muy cantoso que habéis hecho copia-pega. El copia-pega, se arregla con más copia-pega. De nuevo: cuantas más referencias pongáis en bibliografía mejor, si hace falta, incluye el libro del Rubius, alguno de Mortadelo y Filemón o el María Moliner. Y quien se lo haya currado menos, que se encargue de hacer el PowerPoint para la presentación. ¡División del trabajo!

Para preparar exámenes: no merece la pena ir a clase y empollar semanalmente, salvo que te vaya la vida en ello. Porque pierdes mucho tiempo y hasta que llegue el examen se te van olvidando cosillas. Recuerda: estudiamos no para aprender sino para pasar el examen. Renta más pegarte una buena chapada la semana de antes y tenerlo fresco. Aunque mueras en el camino, tengas ansiedad y depresión, es el método más eficaz.

Pide apuntes de ese profe, todos los que puedas. Si son de empollones, aún mejor. He llegado a tener en las manos interpretaciones bien diferentes de una misma clase... a veces los apuntes cogen tintes psicoanalíticos del alumno que los escribe. Y pregunta por lo que cae y no cae, que siempre quitan algunos temas o no les da tiempo a dar todo el programa. Piensa en lo que ha hecho más hincapié en clase y en sus temas favoritos, pues es lo que más papeletas tiene. Y mira a ver si alguien de otro año tiene exámenes de esos mismos profes. Muchas veces los repiten.

Para el día del examen: si vas pillado para empollar, llévate chuletillas, que nunca están de más. Si te dejan llevar el manual de clase, mételas en medio. Ten cuidado de que el/la profesor/a no sea un paranoico que revisa uno por uno los manuales. De vez en cuando hay alguno de esos. Y ponte siempre atrás, pero no al final del todo, en un lugar estratégico, cubierto. Aunque a veces incluso es mejor delante junto a algún/a empollón/a. Sobre todo si es tipo test, que es fácil echar un ojo a quien esté al lado. Si te puedes compinchar con colegas, mejor que mejor. Intenta copiar al final, cuando la gente sale y hay jaleo, es mucho más fácil. Siempre con el otro ojo puesto en el profesor/a, aunque parezcas bizco.

En los tipo test, las respuestas largas suelen ser las correctas. Primero descarta las que no tienen sentido y desde ahí intenta llegar a la correcta. En caso de duda, llama al profe e intenta sonsacar información, siempre con sutileza para no tocarles los huevos y quieran enrollarse en ayudarte. ¡Y no te vuelvas loco/a con esas preguntas de redacción maniquea que cambian sólo una palabra o una frase entre ellas! Eso es lo que pretenden. Guarda la calma. Guarda la calma. Es sólo una pregunta.

En los exámenes de desarrollo, intenta ir al grano. Si no te acuerdas del tema, pon todas las mierdas que tengan una mínima relación con la pregunta, para demostrar que sabes cosas, aunque no vengan muy a cuento. Con suerte atribuirá tu dispersión a tu mente de poeta. Recuerda: lo importante es demostrar que sabes cosas, es un tema cuantitativo. Y habla solo lo que habéis dado en clase. Da igual lo que tú sepas o creas saber. Y más igual da lo que a ti te interese decir.

De Derecho y Ciencia Política, que es lo que yo “he estudiado”, he aprendido poco. Pero en hacer exámenes y trabajos soy todo un experto. Es lo que mejor he aprendido en la universidad. Y aunque no valga para una mierda fuera de la uni, sí que me ha valido para aprobar. ¡Y hasta para sacarme el título! Decía un amigo que al final la universidad no nos enseña un oficio ni una disciplina, nos enseña a ser universitarios. Nos acostumbra a esa forma de vida y cuando acabamos la carrera no sabemos cuál es el siguiente paso. Por eso a menudo, sin saber qué hacer, cursamos un máster, como tonticos. Y luego otro. La universidad crea aquello que necesita: alumnos. Igual que las empresas crean consumidores. Nos han convertido en inútiles. Inútiles sobrecualificados (creo que Ivan Illich también decía algo de esto). Pero ¡qué más da! ¡De todas formas, tampoco hay trabajo!

No sé, quizás tengamos que empezar a pensar en crear en un camino propio, más allá del trabajo asalariado y de mendigar curro. Una cosa sí tengo clara: no quiero volver a sacarme más títulos. Estas asignaturas ya las he aprobado y para la próxima vez me gustaría aprender otras cosas. Cosas útiles, enriquecedoras, creativas, que me interesen... Cosas de verdad.


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