PÀGINES MONOGRÀFIQUES

15/1/20

¿Cuántos pantalones necesitamos si solo tenemos un cuerpo y una vida?

REBAJAS Y CONSUMISMO
Compra menos para ahorrar dinero y daños ambientales: 

¿Es malo comprar barato?

Las empresas saben que rebajando los precios durante un tiempo limitado las ventas crecen. Por eso hay periodos de rebajas, el Black Friday, el Cyber Monday, etc. En muchos casos, las tiendas suben los precio para poder rebajarlos esos días. En otros casos, se fabrican productos de peor calidad para venderlos a precio rebajado. La gama de estafas es amplia.

Las rebajas en los precios no se hacen para que compremos más barato sino para que compremos más cantidad. Las rebajas no se hacen para que los ciudadanos vivan mejor, sino para dar salida a productos que, de otra forma, no se venderían. La gente que compra en rebajas suele decir que compra barato lo que se iba a comprar de todas formas. Sin embargo, las tiendas saben que en la mayoría de los casos, eso es falso y que la gente compra lo que no necesita solo porque está “más barato”.

Ninguna tienda rebajaría el precio si vendiera sus productos al precio original. Es decir, si rebajan el precio es porque saben que en caso contrario, no venden. De hecho, a veces es tan difícil vender productos rebajados que  los grandes almacenes tiran centenares de productos cada año. Por ejemplo, la multinacional Amazon de venta en Internet fue descubierta  destruyendo multitud de productos que no conseguía vender. Tras ese escándalo empezó (solo en algunos países) una campaña de donación de algunos productos, pero realmente es imposible de controlar si lo dona todo o solo una mínima parte para quedar bien.

Comprar por Internet puede ser muy cómodo pero no es ecológico:  multiplica los transportes (con todos sus efectos contaminantes), destruye el comercio local, genera mayores ingresos a las empresas más grandes (aumenta la desigualdad), dispara el consumo de embalajes, multiplica las compras compulsivas e innecesarias… Tener una tienda abierta todo el día en nuestra propia casa fomenta el consumismo más que el consumo responsable. Tal vez, la única compra responsable en Internet es si compras directamente al productor, el cual te manda el producto desde menos de unos mil kilómetros.

Entonces… ¿tenemos que dejar de comprar en rebajas? Obviamente no es eso lo que estamos diciendo. Lo que se propone desde el ecologismo y desde el consumo responsable es pensar bien antes de comprar. Tenemos que ser conscientes de que cada compra que evitamos ayuda a reducir el impacto ambiental de la industria. Durante la fabricación de algunos productos se genera más basura y emisiones tóxicas (minería, ensamblaje) que cuando se usan esos productos (en toda su vida). Es decir, lejos de nuestra vista y lejos de la publicidad hay daños ambientales que quieren ocultar y que solo ven aquellos que quieren verlos.

Por ejemplo, unos pantalones han requerido miles de litros de agua para regar sus materias primas, gasolina para transportes, electricidad para producirlos, tintes para darles color (que acaban en los ríos y mares)… y si son baratos,  posiblemente han abusado de las personas que los hacen (normalmente mujeres). Sabiendo todo eso… ¿cuántos pantalones necesitamos si tenemos en cuenta que solo tenemos un cuerpo y una vida?

Usar la ropa aunque esté vieja reduce el impacto de la segunda industria más contaminante del planeta. Más aún, cada vez más gente se une a la moda ecológica de NO planchar.

Te gustará también:





No hay comentarios:

Publicar un comentario