PÀGINES MONOGRÀFIQUES

1/7/19

Sobrarán deseos consumistas y faltarán recursos para satisfacerlos

¿QUÉ ES EL DECRECIMIENTO FELIZ?
Para hablar del decrecimiento feliz primero debemos ver que significan los términos crecimiento y decrecimiento:

Por un lado, el Crecimiento podemos considerarlo como la acumulación (por parte de unos pocos) de la riqueza que producen: los recursos del planeta y el trabajo humano, a costa de aumentar la explotación y la pobreza de unos muchos y a costa del agotamiento final de los recursos del planeta.

Los medios de comunicación, el marketing, los gobiernos capitalistas y los economistas del neoliberalismo global, nos dicen (hasta la saciedad) que el crecimiento es algo imprescindible, sin posible alternativa, y que es beneficioso. Un crecimiento que es bueno para la economía. Lo malo es que no nos aclaran bien que es eso tan misterioso e insustituible de “la economía”.

Pero la realidad es que el crecimiento SOLO es indispensable para los explotadores, los usureros y los especuladores. Pero, para la inmensa mayoría de la población el crecimiento es muy perjudicial y totalmente rechazable.


Por otro lado, podemos admitir que el decrecimiento feliz: es la redistribución de la riqueza del planeta entre todos. Y además que los trabajadores trabajen menos, consuman menos, deterioren menos, contaminen menos y que por eso sean más felices. Pero el uso y redistribución de la riqueza del planeta debe de tener muy en cuenta que se haga mesuradamente, sin originar agotamiento de los recursos, sin deteriorar la delicada estructura de los ecosistemas (ni su biodiversidad) y sin ocasionar un cambio climático.

Menos trabajo asalariado enajenado puede conseguirse, entre otras cosas, a partir de bancos del tiempo. Menos consumismo y obsolescencia planificada, se puede conseguir entre otras cosas, a partir del trueque y el dinero social.

También habrá que puntualizar que no sólo existe el decrecimiento feliz, sino también, el decrecimiento infeliz. En efecto, el actual crecimiento infeliz… que se plantea como crecimiento ilimitado a partir del uso de unos recursos naturales que son limitados, lo queramos o no lo queramos, derivará en un inevitable decrecimiento infeliz. Decrecimiento infeliz y caótico, decrecimiento apocalíptico.

Y si no comenzamos a tiempo un decrecimiento feliz, pronto caeremos en un decrecimiento infeliz, que será inevitable, puesto que en el planeta sobrarán deseos consumistas y faltarán recursos para satisfacerlos. Esto es algo que ya está pasando en EEUU, país que, a pesar de su mega economía, está manteniendo su frenético consumismo gracias a aumentar constantemente su deuda, que es la mayor del planeta.

Este decrecimiento infeliz traerá (arrimados por la escasez) una aún mayor suma de infelicidad y de conflictos bélicos, sociales, alimentarios, de degradación de calidad de vida, cataclismos (climáticos, radiactivos). Un decrecimiento infeliz y caótico que puede venir repentinamente en el momento más inesperado. Tal y como está sucediendo ya en estos días en Japón. Y que rápidamente puede pasar a ser un decrecimiento apocalíptico.

En este sentido el Comisario Europeo de Energía dijo que la actual crisis nuclear del Japón era "apocalíptica" y añadió: "Estamos hablando de Apocalipsis y yo creo que esta palabra está particularmente bien elegida". Otra cosa, es que las voces oficiales niponas se vean obligadas a decir mentiras piadosas. Lo mismo le sucede a los intereses del “crecimiento”.

Julio García Camarero

(Tomado de mis libros “El crecimiento mata y genera crisis Terminal” y “El decrecimiento feliz y el desarrollo humano” Ed.Catarata 2009 y2010).

Para ampliar información ver página: http://www.decrecimiento.info/



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