MENOS
ES MAX
Probablemente
el mejor juego educativo del mundo para el bienvivir de la sociedad y
el planeta
“Un
juego como éste tendría que estar en todas las casas, escuelas y
en los despachos donde se toman grandes decisiones. Recomiendo una
partidita a todos aquellos que se dedican a la virtuosa tarea de
educar, aprender y crecer. Gracias.”
Silvia (Madrid)
“Me
ha gustado porque nos ayuda a entender nuestras necesidades”,
14 años, estudiante de Secundaria.
“Te
abre los ojos respecto a cosas que tenías preconcebidas como buenas
o malas”,
estudiante enfermería, Universidad de Cantabria.
“Hemos
trabajado en equipo, nos hemos reído, compartido opiniones. Es muy
beneficioso para nuestras vidas en lo personal.”,
alumna de Secundaria, IES Vega de Toranzo
“Es
muy divertido y plantea cuestiones indispensables para comprender el
mundo; mientras se lo pasan bien un rato, les ayudamos a buscar
formas de mejorarlo.”, tutora
Secundaria IES José Hierro.
“Tiene
un buen diseño, es fácil de entender, rápido, entretenido y te
quedas con ganas de más”,
jugón, Asociación Trenti.
“Es
muy completo: formación, valores, cooperación, diálogo, reflexión
y diversión. Llegar a la reflexión por sus propios medios”,
tutora Secundaria, IES La Granja
Llevaba
esperando unas semanas para jugar a “Menos
es Max”,
cuando, hace diez días pude ya, finalmente, echar una partida con
Belén y Carmen de la asociación “A Volar” y principales
creadoras de este maravilloso juego. Puedo decir que fue increíble.
Superaron todas mis expectativas sobre las ya altas perspectivas que
tenía del juego. Puede ser una provocación semejante título, pero
en este artículo, aparte de mostrar las dinámicas y filosofía de
este juego, justificaré tal predicción que podría resumir así:
"Un sorprendente y fascinante juego para sentir, entender y experimentar la economía en la vida y la vida en la economía."
Y
de vida y economía que impregnan nuestras decisiones y pensamientos
diarios es de lo que trata el juego. Si los modelos económicos que
vivimos están amenazando nuestra vida a través de las cada vez más
numerosas crisis personales, sociales y ambientales, el nuevo marco
planteado en el juego, el
de las necesidades humanas,
restablece el equilibrio poniendo la vida por encima de la economía.
El
juego está basado en una economía por el Bien Común y en el libro
“Economía
a escala humana” de
Manfred Max-Neef, Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn, descargable
gratuitamente aquí
y considerado por la Universidad de Cambridge como uno de los 50
libros más importantes en materia de sostenibilidad. Además, esta
iniciativa inspiradora de crear el juego a través de las ideas de
la economía a escala humana, ha llevado a este a ganar el premio
nacional “Humanidad y Medio”
de Camargo en la categoría de sostenibilidad.
Son
mucho los adjetivos que se pueden poner al juego: divertido,
transformativo, educativo, entretenido, reflexivo, estratégico,
familiar, interactivo…y
por todo ello no sólo es recomendado para niños (a partir de 10
años) y jóvenes sino para familias y adultos. De este modo tan
lúdico y estimulante, a través del juego, estamos haciendo una
llamada
a la creatividad, a la innovación o a la transformación
para que pueda emerger más rápidamente ese nuevo paradigma que
aquí llamamos bienvivir.
En
el juego pueden jugar de 2 a 5 personas a través de un tablero que
nos señala la filosofía de nuestro viaje. Este nos enmarca el
juego a través de una metáfora de nuestra vida.
"Caminante, tú decides el camino y nadie más. Caminante hila fino, se hace camino al optar. Prueba a sentir el camino y discurre un poco más. Alas, pesos, soles, venenos, tu tiempo te vas a jugar. Caminante, haz tu camino con lo que te impulsa a volar."
Así
la filosofía que hay detrás del juego nos indica, textualmente
que:
"simula un viaje vital, donde lo único que tenemos (y no tenemos) es tiempo. Una travesía, no exenta de sorpresas, en la que iremos eligiendo experiencias que nos potencian o nos lastran. Con nuestras cartas no pretendemos juzgar, cada quien tiene que encontrar sus respuestas. Lo interesante es encontrar nuestras necesidades y el proceso en el que para satisfacerlas nos vamos construyendo y acercando a la mejor versión de lo que somos, como personas y como sociedad."
El
objetivo del juego es satisfacer las nueve necesidades humanas
fundamentales a través de las alas que podemos conseguir a través
de las 72 cartas de las que consta, de las cuales 12 son sorpresas
agradables o desagradables de la vida. Y en esas cartas reside la
clave del juego. Son ellas las que actuaran de reflejo en las
primeras partidas sobre nuestros sentimientos, pensamientos y
acciones. Apostar o no apostar, esta es la cuestión y si se
apuesta, cuanto de tu vida (20 cronos de tiempo disponibles) estás
dispuesto arriesgar. Una hermosa filosofía que podría plantearse
como cuando
ganar no es perjudicar a los demás
o vivir y dejar vivir. En ese camino lúdico del juego nos
encontraremos alas que satisfacen nuestras necesidades y pesos que
nos arrastran lejos de ellas, además de ver que con nuestras
decisiones fomentamos que el bien común brille con sus soles o bien
lo carguemos con venenos que erosionan la vida. Y para que esa vida
siga, no se podrá terminar la partida con venenos en el bien común.
VER VIDEO |
Como
comentaba en un artículo
anterior,
la vida es una paradoja. En esta sociedad, en nuestro camino diario
de vida, nos encontramos con un aumento de esas paradojas que se
refleja en lo que sentimos, pensamos y hacemos. El planteamiento que
proponía era ver las paradojas
como señales que indican que debemos pararnos ante ellas para
examinarlas cuidadosamente y no obviarlas. Ellas encierran destellos
de verdad, de realidad, de sentido.
Cuando escribí aquel artículo estaba esperando jugar mi primera
partida a este juego y después de haberlo hecho puedo decir que
“Menos
es Max”, es realmente un juego para desarrollar nuestro
pensamiento paradójico.
Este es el pensamiento que nos descubre que las
ideas que se encuentran detrás de esas paradojas
que nos encontramos diariamente, si no los obviamos, pueden
mantenernos humanos para sentir,
pueden
hacernos sabios entendiéndolas y pueden propiciar sacar el lado más
creativo de nosotros para construir el mundo que queremos.
Sentir para mantenernos humanos
“¡Este
juego está mal! ¡es fácil conseguir afecto y en la vida real no!,
14
años, estudiante de Secundaria, IES Valle de Piélagos.
“Aborda
temas que conmueven y remueven”,
tutora Secundaria IES José Hierro
“He
aprendido y es más divertido que copiar.”,
11 años, estudiante de Secundaria, IES Ría San Martín.
En
el NESI
Forum de 2017,
Tessa Wernink nos decía que la mano invisible se había vuelto tan
invisible que se había perdido la conexión con lo que hay detrás
de los productos que usamos. Y detrás de esos productos hay
materiales del Planeta Tierra y personas que sentimos, que tenemos
una vida. Esa desconexión también nos está haciendo perder una de
las herramientas que nos hacen más humanos, la empatía. Además de
la empatía, las emociones y sentimientos están siendo amenazados
por una nueva narrativa tecno-optimista basada en la racionalidad
más pura que quiere desconectarnos
de ese binomio indisoluble que es “sentir-pensar” que nos hace
tan humanos.
Incluso los juegos online están suplantando a las personas por un
avatar. “Menos es Max” nos devuelve a jugar mirándonos a la
cara, favoreciendo las relaciones, las reflexiones y los debates
entre iguales. En el fondo, es un proceso que nos lleva a la
inclusión, la cara opuesta de esa desconectada mano invisible. Uno
de los alumnos de secundaria que había jugado comentaba que además
de aprender, había socializado en clase.
Por
otra parte, no podemos desprendernos de las emociones. Como bien nos
dice el neurocientífico Francisco Mora, la
emoción es la energía que mueve al mundo
y el cerebro sólo aprende si hay emoción. Las experiencias
recogidas por las creadoras jugando con más de mil jugadores,
muestran esa conexión entre juego y aprendizaje que tan claramente
vemos en nuestros parientes mamíferos. Ya decía Johan Huizinga,
autor de ese clásico, Homo
Ludens,
“el juego oprime y libera, el juego arrebata, electriza, hechiza.”
Yo añadiría, el juego nos hace sentir, nos hace mostrar un corazón
visible para mantenernos humanos.
Entender para hacernos sabios
“¡Ah!
¡Ya entiendo! ¡Es un juego para aprender a ser feliz!,
15 años, estudiante de Filosofía en Secundaria, IES Sta. Clara.
“Óptimo
para la reflexión. En edades más tempranas ideal para hablar en
familia sobre los valores. Aprendizaje de las necesidades que son
importantes en la vida.”, docente
Escuela de Enfermería, Universidad de Cantabria.
“¡Aquí
los profesores tenemos que aprender más que los alumnos!”,
tutora Secundaria, IES José del Campo.
Entre
los muchos testimonios
que se han recogido jugando a “Menos es Max” se puede destacar
el de una estudiante de primeros cursos de secundaria que jugó unas
cuantas veces y comentó que ahora entendía porque prefería más a
una amiga que otra. Las dos le daban afecto y ocio, pero una de
ellas además le daba libertad y por lo tanto identidad. La forma de
salirse de marcos establecidos y optar por otros marcos, como los
propuestos por el juego “Menos es Max”, genera destellos tan
brillantes como el de esta estudiante. Ya
nos lo decía el lingüista George Lakoff:
"Cambiar de marco es cambiar el modo que tiene la gente de ver el mundo. Es cambiar lo que se entiende por sentido común. Puesto que el lenguaje activa los marcos, los nuevos marcos requieren un nuevo lenguaje. Pensar de modo diferente requiere hablar de modo diferente."
“Menos
es Max”, te centra el juego en ese marco de las nueve necesidades
fundamentales. Si se aceptan las reglas de ese nuevo marco, la
mirada y el pensamiento cambian dándose situaciones como la
anterior. Es como ese pez volador que, al poder salir del agua,
puede observar otra perspectiva diferente de la de aquellos que sólo
están sumergidos. A las personas nos pasa lo mismo, vivimos
sumergidos en un paradigma y mayormente cuando el paradigma en el
que vivimos empieza a resquebrajarse por las sucesivas crisis que le
asaltan, es cuando empezamos a cuestionarlo. Es ahí donde surge
nuestro primer pensamiento, un pensamiento
crítico.
Con la mirada más crítica, quizás empecemos a ver las distintas
relaciones que se dan en el sistema, pensamiento
sistémico.
Finalmente, parándonos ante esas paradójicas contradicciones
dentro de este complejo binomio Planeta-Sociedad podemos encontrar
un destello de verdad gracias a ese pensamiento
paradójico.
Parte
delantera y trasera de una carta
También
Johan Huizinga nos recordaba en Homo Ludens el origen etimológico
de escuela, que venía a significar ocio, tiempo libre, es decir,
todo lo opuesto al marco tan estructurado de la escuela actual.
Quizás debamos cambiar de marco, volver a sus orígenes como hace
"Menos es Max". Este, al ofrecernos un marco lúdico para
repensar los temas sociales y ambientales que nos atañen como
humanos, nos devuelve a ese primer sentido etimológico de escuela,
el de ocio, para aprender y hacernos más sabios.
Experimentar para manifestarnos como creadores del mundo que queremos
“Te
hace ver que lo que haces tiene consecuencias y que el mundo es más
grande aparte de todo lo que rodea tu vida.”,
estudiante de enfermería, Universidad de Cantabria.
“Es
chulo y te enseña que con menos cosas mejores se hacen más cosas
que con más cosas y peores”,
11 años, IES Valle del Saja
“Aborda
los problemas de la humanidad desde un punto de vista lúdico. Los
chavales y chavalas lo pasan bien y se van dando cuenta de lo que
hace falta y cómo pueden ellos colaborar”,
tutora Secundaria, IES Vega de Toranzo
Finalmente,
después de emocionarse jugando y aprendiendo parece que el juego ya
ha acabado. Pero no, nos falta la parte experimental, la parte
vivencial, sobre todo en los asuntos más cercanos o locales que nos
atañen. La sorpresa viene al girar el tablero y no encontrarlo
vacío. Belén y Carmen han pensado con sinergia, necesidad que
tenía en cuenta como fundamental, Carlos
Mallmann, el científico con consciencia
que acogió a Max-Neef en la fundación Bariloche, tras su salida de
Chile por el golpe militar de 1973.
La
parte de atrás es la parte más transformadora, la que pone
nuestras emociones, esa energía que mueve el mundo y nuestros
pensamientos en un marco de experimentar el bien común y las
necesidades humanas. Dependiendo del contexto, familiar, escolar,
organizacional, se puede hacer un plan de acción-reflexión sobre
un tema concreto de una carta que elijamos. Esta puede ser
inspiradora, con muchas alas, o puede ser algo venenosa, con pesos
que nos arrastran. En este último caso, podemos revertir la
situación creando algo para cambiarlo. Muchos profesores de
primaria y secundaria se habrán sorprendido de las iniciativas que
han desarrollado sus estudiantes cuando se les deja libertad. Por
ejemplo, alumnos de Cesar Bona en Muel desarrollaron en un blog, el
cuarto hocico,
una protectora de animales virtual. Con ello pedían que no
se instalaran circos con animales
en su municipio. Las escuelas
changemaker
son escuelas que fomentan a sus estudiantes para que sean agentes de
cambio. Y finalmente, hace unos días, estudiantes
de primaria y secundaria de Australia
se echaron a la calle para protestar por el futuro medioambiental
que les iban a dejar si no se toman medidas ya, parecido al
movimiento de desobediencia civil Extinction-Rebellion
que está ya surgiendo en el Reino Unido. La creatividad tiene
muchas alas.
Por
último, Johan Huizinga nos advertía en Homo Ludens que el eterno
abismo entre el ser y la idea sólo puede ser salvado por el arco
iris de la imaginación. Esta cara B del tablero nos muestra un
marco experimental para imaginar y crear ese mundo que queremos.
Una
última historia y reflexión para añadir
"Le
preguntaron al gran matemático Al-Khawarizmi sobre el valor del ser
humano y éste respondió:
Si
tiene ética, entonces su valor es = 1.
Si
además es inteligente, agréguele un cero y su valor será = 10.
Si
también es rico, súmele otro 0 y será = 100.
Si
por sobre todo eso es, además, una bella persona, agréguele otro 0
y su valor será = 1000.
Pero
si pierde el 1, que corresponde a la ética, perderá todo su valor,
pues solamente le quedarán los ceros."
Este
juego, por encima de todo, tiene una ética
global que toca todos los temas educacionales para una sociedad del
bienvivir. Además, ha sido diseñado inteligentemente
por Belén y Carmen, además de otras muchas más personas que
colaboraron hasta su actual desarrollo. Un desarrollo que todavía
no está finalizado. De hecho, se está empezando a desarrollar una
posible adaptación de las cartas adecuando sus estímulos de
necesidad a personas mayores. Por otra parte, hay una riqueza
tremenda en el juego que no se mide por la cantidad sino por la
calidad de sus resultados. Y finalmente, hay una belleza
intrínseca en la forma holística en la que abarca al ser humano.
Para mí es un juego que vale esos 1000 y que podría ayudarnos a
diferenciar dos conceptos que no son iguales, valor y precio.
Desde
ese paradigma de la complejidad desde el que suelo escribir, me
viene el recuerdo de un proverbio chino que dice, "el
leve aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo".
Este es un dicho que más tarde fue popularizado por otro
matemático, además de meteorólogo, Edward Norton Lorenz. Este
escribió sobre la predectibilidad del tiempo en un trabajo que se
llamó, ¿El
aleteo de una mariposa en Brasil hace aparecer un tornado en Texas?
Mi
deseo, y ojalá un acertado pronóstico,
es que, a través de nosotros, los lectores, los jugadores, los que
compremos el juego o los que lo promovamos a través de centros
educativos u organizaciones, se pueda realizar que:
esta pequeña asociación llamada, "A volar, descubrir, jugar y crear" desde Santander (norte de España), agite "Max" sus alas y haga aparecer un gran anti-ciclón que se extienda e ilumine con sus "soles" todas las partes del mundo a través de este transformador juego y marco sobre el bien común y las necesidades humanas.
Una
de las versiones, la de español, ya voló hacia Chile, hacia la
casa de Manfred Max-Neef, que felicitó esta gran iniciativa.
Además, ya está disponible la versión inglesa, "Less
is Max",
lista para volar hacia otros confines del mundo. Y finalmente, ¿por
qué no, una traducción a otros idiomas?
Artículos de este blog con temática similar que te pueden interesar:
Artículos de este blog con temática similar que te pueden interesar:
Foro
NESI: una ventana hacia una economía al servicio de las personas y
el planeta.
Noquear a la tecnosfera: dejar de ser un robópata y pasar a ser humano.
Trepando la escalera de la conciencia.
Bienvivir, bienamar: el arte de amar.
Educación para una sociedad autónoma.
Presencing Institute: Educación para el bienvivir en el siglo XXI.
Enfoque en virtudes y fortalezas de carácter: el paso más pequeño pero más decisivo hacia el bienvivir.
Bienvivir: una dinámica entre necesidades y potencialidades.
Noquear a la tecnosfera: dejar de ser un robópata y pasar a ser humano.
Trepando la escalera de la conciencia.
Bienvivir, bienamar: el arte de amar.
Educación para una sociedad autónoma.
Presencing Institute: Educación para el bienvivir en el siglo XXI.
Enfoque en virtudes y fortalezas de carácter: el paso más pequeño pero más decisivo hacia el bienvivir.
Bienvivir: una dinámica entre necesidades y potencialidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario