PÀGINES MONOGRÀFIQUES

9/3/18

Dejemos que la persona vuelva a ser el centro de los debates y la vida

CRISIS MUNDIAL Y DECRECIMIENTO


Consideraciones sobre el modelo actual neoliberal
Crecimiento insostenible y consumismo exacerbado

El sistema capitalista neoliberal, especialmente desde su proceso de globalización, se presenta como el único posible, siendo todo lo demás algo irreal e irrealizable.

Sin embargo, este modelo ya ha demostrado hace tiempo su insostenibilidad y su intrínseca injusticia social. Desde sus comienzos se ha basado en la desigualdad como motor indispensable de su desarrollo.

El modelo actual se lanza a un crecimiento sin límites que agota los recursos no renovables del planeta, expolia los recursos del Sur y mantiene amplias bolsas de exclusión en el Norte. Igualmente contra la teoría que se vende de que el crecimiento genera cohesión social, la realidad responde con una creciente barrera entre los que tienen y la mayoría que no tiene. Aquellos que tienen poder, y los que no; los que tienen dinero, y los que no; los que tienen trabajo y los que no; los que consumen compulsivamente y los que no difícilmente satisfacen sus necesidades más básicas.

Además, la política de que lo importante es el mercado y no las personas, lleva a las poblaciones a un modo de vida casi esclavo y adormecedor que se basa en trabajar, producir y consumir. Pero cada vez más el nivel de hiperconsumo se traduce en una creciente infelicidad de las personas. La percepción de felicidad cada vez está más baja entre las víctimas del sistema neoliberal. Y entre esa infelicidad se encuentra la falta de tiempo para disfrutar de las cosas. Hoy en día existe menos tiempo libre para las personas que en toda la historia de la humanidad. Estamos en la civilización del 
“tener” en vez de la del “ser”; tener cosas, tener dinero, en vez de ser personas integrales. Y ni siquiera existe el consuelo de mejorar a las futuras generaciones, pues ya está demostrado que van a vivir bastante peor que las precedentes, y esto es la primera vez que ocurre en el devenir histórico.

Así pues el crecimiento constante se ve abocado a un círculo vicioso, se tiene que crecer para consumir. Pero el agotamiento de los recursos se traduce en una ralentización del crecimiento inexorable. Y si como consecuencia cae el consumo, el sistema se hunde.

Se ha vendido el consumo, o más bien el consumismo como un estilo de vida, como el único estilo de vida, más bien. Por ello se llega a absurdos, como que sólo el 1% de las cosas duran más de 6 meses. Como dice una cita famosa, se trata de: 
“Consumir, consumir malditos”. Para ello, el gobierno mundial de las multinacionales, el verdadero poder actual usurpado a las naciones, se base en dos conceptos. La “obsolescencia planificada” que consiste en hacer que las cosas duren lo menos posible; y la  “obsolescencia percibida” que se basa en cambiar el aspecto de los bienes de consumo para seguir consumiendo. Para ello, es vital el papel de los medios de comunicación y de la publicidad; se trata de que las personas consuman aunque no necesiten esos bienes.

Pero otro aliado fiel de esta fiebre delirante son los gobiernos de los diferentes estados, que se han transformado en meros gestores de los intereses económicos de los grandes grupos internacionales. Hace tiempo que la soberanía de las naciones es una irrealidad, aunque se venda como real. Incluso, la izquierda política  y los sindicatos vienen persistiendo décadas en ese error. Lleva más de 30 años aplicando el neoliberalismo y
“lavando” su imagen, haciéndolo más “amable” para facilitar su digestión e implantación. Se trata de allanar el camino a una opresión sin límites. En definitiva, se trata de los mismos capitalistas disfrazados de izquierda.
Agotamiento de los recursos y del modelo

El sistema necesita ingentes cantidades de recursos para crecer, y ese crecimiento voraz agota dichos recursos. Se trata de una carrera ciega hacia el abismo. Ya existen señales claras de alarma al respecto, sea el calentamiento global, la destrucción del 80% de los bosques del planeta, el agotamiento medioambiental y de los recursos naturales, etc. El proceso de destrucción del medio ambiente es muy rápido; la 
“huella ecológica” de la parte más consumista de la población mundial significa los recursos de 2 o 3 planetas. Estamos gastando, más bien derrochando recursos que no tendrán nuestros hijos e hijas.

Además del agotamiento de recursos, el gigantesco nivel de desechos de las sociedades industrializadas degenera de forma gravísima el medio ambiente, superando con mucho la 
“capacidad de recarga del planeta”. Y es importante llevar en consideración que la mayor parte de esta hecatombe se debe a los países del Norte. Por ejemplo, los EE UU generan el 30% del desecho mundial.

Detrás de todo ello, subsiste el tema de la desigualdad social en el Norte y el expolio secular de los pueblos y recursos del Sur. Para que una mínima parte de la humanidad mantenga sus niveles de consumo, la mayor parte sigue en elevados niveles de pobreza cuando no de miseria absoluta. Así, ante el progresivo agotamiento de los recursos, las empresas externalizan sus costos, llevan sus fábricas –sobre todo las más contaminantes y obsoletas- al Sur. Allí, se mantienen gracias a la desigualdad y al expolio sin límites de ningún tipo de los recursos locales.

Por todo ello, es necesario matizar cuando hablamos de decrecimiento. Muchos países del Sur necesitan 
“crecer” para cubrir dignamente sus necesidades, y, principalmente, necesitan que no les usurpen sus recursos. Pero para ello el Norte tiene que decrecer, desde un doble paradigma: “la obligación de no exceder su consumo” y “la obligación de restituir lo robado”. Sin embargo, la experiencia debe servir para algo, es decir, no se trata de que los países del Sur imiten los malos ejemplos del Norte y se lancen a una espiral de crecimiento destructiva. El ejemplo más claro es el de China que se encuentra en un modelo de crecimiento irracional. Si en este país se crea una clase media de unos 400 millones de personas y consumen según los índices europeos o norteamericanos, sencillamente el planeta colapsa definitivamente. Pero sólo se le podría exigir a China y a los países del Sur una contención en el crecimiento, si el Norte comienza a decrecer.

En este contexto, los poderes neoliberales que son conscientes de la finitud del sistema, intenta seguir mintiendo y mintiéndose. Hablan de ecología cuando han quebrado el equilibrio medioambiental. Hablan de políticas de reciclaje, cuando sólo se trata de un paliativo sino se entra en un proceso de decrecimiento y descenso del consumo. Hablan de
“desarrollo sostenible”, cuando este concepto es un oxímoron, una contradicción en sí misma; si se trata del actual modelo de desarrollo, de crecimiento, no es sostenible.

Se nos habla de la actual crisis económica global, se nos alerta del crecimiento de los totalitarismos, pero se porfía en el mismo sistema que lo hace posible. Y ocultan que hay más crisis que la económica que nos presentan como única culpable del desastre. Se olvidan de la crisis medio ambiental, del fin de los recursos naturales, de la feminización de la pobreza, de la continuación del expolio del Sur. No mencionan la marginación, exclusión y opresión de las poblaciones inmigrantes en el Norte, a las que se les impone una especie de nazismo modernizado, lo que se ha dado en llamar 
“darwinismo social militarizado”.

En realidad todas las medidas correctoras que el capitalismo lleva a cabo son inútiles pues no cuestionan el paradigma de crecimiento – agotamiento de recursos – consumismo. Utilizando un símil, se trata de que el barco del actual modelo va a estrellarse contra un acantilado, pero sólo intenta reducir la marcha, la velocidad, pero no cambia el rumbo con lo que el choque, el desastre es inevitable.

En este marco, sería interesante repensar el futuro, e imaginarse cómo será cuando el actual modelo energético colapse, cuando mantener un vehículo sea impensable, cuando la crisis total torne imposible las grandes obras públicas, cuando los niveles de pobreza aumenten en todo el mundo de forma rápida.

Para concluir, se trata de que el capitalismo no tiene salida para esta crisis, y que la única respuesta posible es salir de este sistema. Hay que abandonar este modelo capitalista de mercado, recuperar el poder de los pueblos sobre el capital, y situar a la persona en el centro del debate. En definitiva, o se plantea un nuevo modelo de sociedad, y se entra en una política de decrecimiento consecuente, racional y paulatina, o no habrá más remedio que acabar con el sistema de mala manera, corriendo y en medio del desastre total.
Algunas propuestas del decrecimiento

La teoría sobre el 
Decrecimiento aplicada tanto a la temática medioambiental, como a la de un consumo consciente y sostenible, como al desarrollo y las políticas de cooperación, no ofrece soluciones mágicas pero sí supone un algo más en el trabajo por ofrecer modelos alternativos a la actual situación de poder capitalista globalizador.

El Decrecimiento se plantea desde el convencimiento, cada vez más generalizado, de la absoluta insostenibilidad del actual modelo de crecimiento económico con sus efectos en materia de injusticia social, explotación de países, pueblos y personas, y opresión política.

Intenta responder a preguntas como: ¿Es posible un crecimiento indefinido e infinito en un planeta con recursos limitados? ¿Nuestro modelo de desarrollo es viable para nuestro mundo? ¿Cómo afecta el crecimiento a los pueblos del Sur? ¿Y a las bolsas crecientes de población marginada en el Norte? ¿El modelo capitalista basado en la ecuación producción-trabajo-consumo, nos hace realmente más felices?

Estas y muchas otras cuestiones son las que pone en el centro del debate el decrecimiento. Se trata de un concepto que parte de la base de que el crecimiento económico generalizado no produce efectos positivos para el ser humano y el medio ambiente. Esta idea se opone al consenso político ( ¿ y social ¿ ) generalizado según el cual el aumento del nivel de vida, entendido éste desde parámetros economicistas, es el objetivo al que debe aspirar cualquier sociedad.

Frente al modelo capitalista de crecimiento y desarrollo el decrecimiento propone una alternativa no por sencilla de comprender menos revolucionaria: frente a la economía dejemos que la persona vuelva a ser el centro de los debates y de la vida; propongamos un modelo en el que el consumo y la producción se frenen y disminuyan; hagamos que la justicia social y la ciudadanía sean protagonistas y remarquemos que no todo es valorizable económicamente.

Como puede deducirse muchas son las cuestiones, experiencias y dudas que surgen al hablar de decrecimiento. Para ello, se hace necesario profundizar en aspectos como los siguientes:


  1. Conceptos generales sobre el decrecimiento.
  2. La importancia del modelo energético.
  3. Críticas al decrecimiento y desde el decrecimiento.
  4. Los problemas del decrecimiento en el Sur.
  5. Decrecimiento sostenible: sociedades en transición.
  6. La sociedad del trabajo.
  7. Decrecimiento, democracia y ciudadanía.
  8. La cuestión tecnológica.
  9. Experiencias prácticas sobre decrecimiento y el futuro.
  10. El decrecimiento y la cooperación al desarrollo.

LUGARES, REFERENCIAS Y GRUPOS DONDE BUSCAR MÁS INFORMACIÓN

Referencias bibliográficas:

  • Breve semblanza y relación de obras de Nicholas Georgescu-Roegenwww.eumed.net/cursecon/economistas/georgescu-roegen.htm  ( destacar “The entropy law and the economic process” 1971.
  • La convivencialidad”, 1973. “Alternativas”, 1974. “Energía y equidad”, 1974, todos ellos de Iván Illich.
  • Capitalismo, socialismo y ecología”Ed. Hoac, 1995.“Metamorfosis del trabajo”, Ed. Fundación Sistema. “Crítica a la razón productivista”, Ed. Los libros de la catarata, 2008. “Miserias del presente, riqueza de lo posible”, Ed. Paidos, 1998, todos ellos de André Gorz.
  • Pequeño tratado del decrecimiento sereno” de Serge Latouche, Ed. Icaria, 2009.
  • Un mundo vulnerable”; “Todos los animales somos hermanos”; “Gente que no quiere viajar a Marte”; “Biomímesis”, todos ellos en la Editorial Los Libros de la Catarata, todos de Jorge Riechmann.
  • Artículo de “Le Monde Diplomatic” de Serge Latouche“Por una sociedad de decrecimiento”. www.rebelion.org/noticia.php?id=8738
  • Artículo de “Le Monde Diplomatic” de Jean-Marie Harribey:“Alternativas por una sociedad ahorrativa y solidaria” :www.rebelion.org/noticia.php?id=4293
  • Artículo de “Le Monde Diplomatic” de Serge Latouche: “¿Tendrá el sur derecho al decrecimiento?”: www.sodepaz.net/modules.php?name=News&file=article&sid=2417
  • Artículo “Alternatives économiques, décroissance ou développement durable” : www.alternatives-economiques.fr/site/221_004.html
Páginas web sobre decrecimiento:
Algunos grupos por el decrecimiento:
Algunos ejemplos sobre cuestiones que impulsan otro tipo de sociedad y sistema:


Foro Ametzagaña
Fuentes: Carlos Taibo; Arcadi Oliveres; Deshazkundea Gipuzkoa [Alberto Martínez]



http://www.decrecimiento.info/2018/03/crisis-mundial-y-decrecimiento.html

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