DE LA VIA INSTITUCIONAL A LA
REVOLUCIÓN INTEGRAL
El
contexto político actual a escala internacional, nos está
permitiendo constatar con una claridad meridiana, los férreos
límites del tan pretendido cambio social liderado por la via
institucional.
Por
un lado, las experiencias políticas de nuevas izquierdas en América
latina, han demostrado tener un escaso impacto en las vida política
real en diversos paises donde han tenido posibilidad de gobernar y
sobretodo una gran dificultad para sostener procesos a largo plazo,
dada su dependencia de los procesos electorales donde los lobbies y
medios corporativos privados tienen consabidas estrategias con todo
menos fairplay, para tumbar gobiernos, miremos sin ir más lejos lo
que ha pasado en Brasil hace unas pocas semanas.
Por
otro lado la trayectoria del gobierno de Grecia este último año, es
una obra maestra para aprender cómo tomar el gobierno no es tomar el
poder. Ver más en detalle en este artículo
https://www.diagonalperiodico.net/global/28173-ni-dentro-ni-fuera-hacia-comunidad-socioeconomica-pueblos-europa.html
Por
su lado en el Estado Español, donde repetir elecciones no ha servido
para ir un paso más allá del que demuestra “como las
mayorías claras en las calles y en las redes sociales, no sirven
para crear mayorias parlamentarias”
Allí,
el movimiento 15M consiguió en 30 dias, echar patas arriba el
imaginario político de varias generaciones, pero su pretendida
consecuencia política no ha podido en más de dos años, ser
decisivo ni tan solo a través de un programa para realizar políticas
institucionales de tipo socialdemócrata.
En
el mismo país, en el primer año de trayectoria de las llamadas
ciudades del cambio hemos visto que si bien el discurso y el talante
han podido mejorar de manera significativa, en las decisiones clave,
la dependencia del sistema capitalista y de las jerarquías estatales
no han hecho posible por ejemplo ni tan solo asumir medidas
humanitarias, con los desalojos o acoger a refugiados. Ya no hablemos
de medidas estructurales.
A
cambio de esas reformas pírricas, una generación de activistas
experimentados y reconocidos en las calles, se ha visto immersos en
una dinámica institucional que inhabilita su capacidad de ruptura
desobediente.
Así,
esa realidad, está muy lejos de aquella propuesta del municipalismo
libertario de Bookchin, que cuando se llegaba al gobierno muncipal,
proponía disolverlo y llamar a una asamblea popular. En su
lugar, los llamados herederos del 15M cuando llegan a los
ayuntamientos, estan sacrificando su compromiso desobediente para
encorsetarse en la burocracia y las jerarquias de las instituciones
de gobierno, un sistema atado y bien atado.
En
cambio después de haber dejado el 15M atras, la capacidad de acción
de un movimiento desobediente masivo no se ha profundizado lo
suficiente, aunque el impacto de las ocupaciones de la PAH en el
estado español por ejemplo, es una buena muestra de lo que se puede
llegar a llevar acabo.
En
este sentido hay dos preguntas estratégicas que dejo en el aire.
La
primera: ‘¿Qué es más factible conseguir que más del 50% de la
población vote partidos que cuestionen a través de su programa -no
realizado- el orden establecido o que el 5% que es sabido que
cuestiona radicalmente ese orden, se organize de forma autónoma y
desobediente mostrando en la práctica como puede ser el otro mundo
que llevamos dentro?
La
segunda: ¿De que forma es más posible conseguir poder real para
transformar las cosas, tratando de reformar la economía desde
gobiernos que no tienen el poder bancario ni de emisión monetaria
que el tratado de Lisboa regaló al BCE, o tratando de construir otra
economía, con nuevas soberanias, bancarias y monetarias?
Añadiendo
otras perspectivas, podemos analizar como en diversos lugares del
mundo procesos de base, que estan basados en la construcción
paulatina y desde abajo, de autonomia democrática, como los
Zapatistas en Chiapas, o los Kurdos en Rojava y Bakur, siguen
desarrollandose con solidez y con fuerza, pese a tener a Estados
usando fuerte violencia en su contra año tras año.
Resulta
significativo que mientras los procesos de cambio radical más
inspiradores de las últimas decadas, tienen en común que se hacen
desde abajo al margen del Estado, en Europa, millones de
anticapitalistas, prefieren darse cabezazos una y otra vez con el
sistema parlamentario estatal sin conseguir lo que pretenden y
renunciando a buena parte de su discurso y valores en el camino, en
lugar de priorizar contribuir a la extensión de las
iniciativas autogestionarias que con fuerza real, aunque lejos de
toda la que se podría si se contara con todos esos apoyos, siguen
transicionando desde abajo hacia otra sociedad.
A
nivel planetario, si este siglo empezó con movimientos de
resistencia al sistema de globalización neoliberal, y continuó con
foros sociales que constataban que otro mundo es posible, ahora en la
segunda decena del siglo XXI, es la era de la construcción de esos
otros mundos.
Incluso
en Europa, esas iniciativas autogestionarias que se oponen a
los Estados existentes, no solo no se han venido abajo, con tanta
hegemonia parlamentarista en los últimos años, sino que seguimos
avanzando y enfocando nuevos retos.
Así
por ejemplo la Cooperativa Integral Catalana, es una realidad ya con
un nivel de consolidación significativa tras 6 años más de 700
proyectos y diversos miles de participantes. Otras cooperativas
integrales y proyectos afines, se estan extendiendo especialmente a
diversas regiones del sur de Europa. También se extienden
movimientos como la agricultura apoyada por la comunidad, las
empresas recuperadas por los trabajadores y las experiencia de
economia comunal, que construyen prácticas en que la reciprocidad y
el don, predominan sobre el mercado.
Estas
realidades prefigurativas, aunque incipientes, se hacen más fuertes
a través del trabajo en red y transversalizando sus
intercolaboraciones a nivel local.
Son
miles las prácticas de monedas sociales, grupos de consumo, centros
sociales autogestionarios, escuelas libres, y autónomas, grupos de
solidaridad con refugiados con o sin papeles, que desafian el
modelo capitalista y el rol predominante de la legalidad estatal;
siendo caldo de cultivo vivo para la extensión de un movimiento
rupturista con lo establecido, desobediente con los Estados, para
construir una nueva soberania colectiva en base a la
autodeterminación y autoorganización de comunidades de seres
humanos libres.
Para
potenciar los espacios de colaboracion internacionales (o para ser
más precisos, interautónomos y intercomunales) se creó FairCoop,
un ecosistema global y multilocal que contribuye al proceso de
construcción de otra economía para otra sociedad, compartiendo
principios de revolución integral como son, la participación
abierta y asamblearia, el no reconocimiento de los Estados como
sujetos legítimos y por tanto la desobediencia integral para
alimentar la construcción de otras formas de convivencia y
autogobierno.
Faircoop
recupera los principios de la revolución integral como proceso de
transición radical al margen del sistema actual, en todos los
ámbitos de la vida y construye en coherencia con los mismos un
ecosistema de proyectos, recursos y herramientas que tiene como
objetivo facilitar procesos de revolución integral en cualquier
parte del mundo, es decir procesos de construcción de autogestión y
autonomia democrática a todas las escalas, local, regional y global.
Entre
ellos Faircoin, una moneda social p2p que busca financiar esos
procesos autogestionarios e interconectar a cualquier escala,
iniciativas de otra economía (desde la economía solidaria a la
economía comunal), reforzando la labor que hacen ya los movimientos
que habitualmente a escala local, utilizan y promueven las monedas
sociales. Además Faircoin pretende actualizar las tecnologías que
usan esos sistemas monetarios alternativos, haciéndolos así más
fuertes y resistentes a hipotéticos ataques institucionales. (Si
quieres leer más detalle sobre ello, leete el anexo sobre Faircoin
2)
Es
momento de hacer realidad la conjetura de Galeano “Mucha
gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede
cambiar el mundo” y
aplicarla tambien a algunas cosas más grandes, como por ejemplo a
generar herramientas para la articulación de todas esas cosas
pequeñas y aplicar metodologías que se han mostrado exitosas
para respetar la diversidad de todos los participantes como el
confederalismo democrático que siendo una forma de organización
política antigua en lugares como la península ibérica, ahora los
kurdos estan popularizando.
Despues
de tantos esfuerzos dedicados a la via institucional, que tal si le
damos un tirón bien grande a la via autogestionaria? Sabes que?
Responder que sí, es mucho más que un voto, es afirmar que quieres
hacer de tu vida un ejemplo del mundo que llevas dentro, es decir
conjurar teoría y práctica. Responder que sí, es entrar en
una dimensión en que ya no dependemos de si ellos son más que
nosotros para tener éxito; tanto si somos miles como si llegamos a
ser millones, dependeremos de nosotros mismos y hasta donde
estemos dispuestos a llevar para hacer realidad nuestros sueños.
Te atreves?
Anexo
Faircoin 2
En
esta postdata, queremos entrar con más detalle al nivel tecnológico
sin generar una barrera de acceso a la parte principal del artículo.
El invento del blockchain y sus consecuencias para iniciativas
monetarias y sistemas contractuales, está llevando rápidamente a un
escenario en que la centralización de Estados, Cortes judiciales
y Bancos centrales deja de ser necesaria, para generar un sistema
económico, político y jurídico autónomo.
El
blockchain o cadena de bloques, permite contabilizar operaciones
económicas de una forma incorruptible y no manipulable gracias a la
combinación de encriptación y decentralizacion en centenares de
ordenadores que disponen de la misma información sobre todo el
sistema.
Aun
así, el nuevo capitalismo tecnológico no escatima esfuerzos en
invertir en todo lo relacionado con el blockchain, integrándolo
ràpidamente en la estrategia para renovar los sistemas organizativos
de bancos y empresas; convirtiéndose la mayor parte de iniciativas
basadas en la cadena de bloques en una avanzadilla del nuevo
capitalismo de red que tanto agrada a los anarcocapitalistas de
silicon valley.
Para
este capitalismo puntero no parece importante que en casos como
bitcoin el consumo energético y la carrera industrial del minado se
disparen, porque va en beneficio de los inversores (tanto les da al
parecer que no vaya en beneficio del planeta) o que la distribución
de las nuevas monedas beneficie a los que tienen más…
A
nosotros en cambio si nos importa y mucho. Por ello, para que el
blockchain y las tecnologías asociadas puedan ser realmente
herramientas para el bién común, es para lo que FairCoop, está
trabajando en Faircoin 2. Un blockchain cooperativo y
distribuido, que permitirá adaptar esta tecnología a los valores de
los movimientos sociales, afines con los valores de los commons, de
la economía solidaria, colaborativa y comunal….
Ya
que Faircoin no cuenta con élites económicas que inviertan
porque prioriza el bien común en lugar del beneficio privado.
Necesitamos que desde gente del lado de los 99% se comprenda la
importancia de estos desarrollos para el cambio social y participemos
de forma colaborativa en hacerlas posibles. Es por eso que
hasta el jueves 7 de julio, está activa la campaña de crowdfunding
de Faircoin 2.
Si
quieres colaborar en que las innovaciones que Faircoin aporta al
mundo como bien común puedan salir adelante al mismo tiempo que se
mantienen en gente con valores cooperativos y solidarios, como los
tuyos, ahora puedes hacerlo y al mismo tiempo conseguir tus primeros
Faircoins.
Consigue información más detallada en este enlace: https://coopfunding.net/es/campaigns/inversion-colectiva-faircoin2/
De
la vía institucional a la Revolución Integral
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