Los bancos han
decidido externalizar las ejecuciones hipotecarias y los desahucios a pesar de
disponer de un batallón de abogados en plantilla. A la adivinanza: ¿Qué
engancha más que un gancho? Sin duda, se puede responder: dos ganchos. De eso
se trata, de multiplicar la acción de los cientos de abogados que trabajan en la
asesoría jurídica de los bancos. Los elegidos son despachos de abogados que se han especializado en
estos procedimientos. Con esta decisión, no hace falta ser un lince, para
percatarse que se pretende acelerar a tope estos procedimientos.
Al matar el perro se mata la rabia.
Una vez practicado el desahucio del incomodo deudor y adjudicada la garantía de
una vivienda, que aunque esté devaluada, no es óbice ni habrá impedimento
alguno para que se contabilice por el valor que les venga en gana, y como el
deudor, sigue siendo deudor, se contabilizará en el balance del banco como un
activo. Se matan dos pájaros de un tiro: a) un moroso menos que se sacar de la
cartera de préstamos hipotecarios que hace tambalear la solvencia del banco y
que le obliga a un difícil y complicado aumento del capital social si no se dan
prisa, b) el banco incrementa su activo al contabilizar el bien inmueble a un
precio que no le corresponde respecto al mercado, y por mantener al hipotecado
con la deuda pendiente al no aceptar la dación en pago.
En
definitiva, si aumenta su activo, sin ninguna repercusión en su pasivo
incrementa sus beneficios. ¿Mata o no mata dos pájaros de un tiro? Los bancos son como el cerdo se
aprovecha todo, hasta de un percance obtienen beneficios. Pero ahora sería
conveniente que echaras un vistazo a la gráfica adjunta, representa la
evolución que han tenido las ejecuciones hipotecarias y los desahucios desde
2007 hasta el 3ª trimestre de 2014 y será causa de una guerra entre David y
Goliat por las ejecuciones hipotecarias. Un relato que sería provechoso que
conocieras.
Mientras se
preparaban los artículos de la “bomba” y este último del “desahucio inminente”,
al documentarse con el histórico de estos procedimientos judiciales, se
recopilaron datos que se introdujeron en gráficos. Uno de ellos, saltaba a la
vista que tenía algo raro, en 2007 no existía referencia sobre los desahucios
al aplicarlos sobre una masa tan ingente de los préstamos hipotecarios
concedidos, el porcentaje era cercano al cero. Cuando estalla la crisis es
cuando se disparan las ejecuciones, en 2008 se pone en marcha la maquinaria de
las ejecuciones que arrastran los desahucios. Desde 2008, hasta el 2010, los
desahucios practicados no son ni la mitad de los procedimientos ejecutivos
iniciados, no obstante, en 2011 hay un cambio de tendencia: ejecutivos y
desahucios se aproximan: en una primera fase la distancia es del 50%, después
se reduce al 25% y la aproximación llega al 20% en 2014. Es
evidente, que la distancia que separa las ejecuciones de los desahucios se
acorta. La pregunta del millón ¿Contra más solicitudes de ejecuciones más
eficientes se vuelven los juzgados? ¿No se colapsan? Estamos hablando de miles
y miles de procedimientos con la misma plantilla de funcionarios y jueces.
Básicamente hay una dicotomía, a) no creo que esta eficacia venga por la vía de
los juzgados, b) sólo queda que la eficacia venga por parte del acreedor que,
salvando los obstáculos, reduzca el factor tiempo. Es ahí donde
entran los actores de esta historia que acaban enfrentados en una Guerra entre
David y Goliat por las ejecuciones hipotecarias.
El poderoso cliente
Los bancos tienen
prisa con acabar con la plaga de deudores que han invadido sus balances
contables. El exterminio toca arrebato, el ratio que representan los préstamos
hipotecarios sobre la masa de créditos es enorme, e incide una excepcional
morosidad, que pone patas arriba la solvencia del banco y lo sitúa en la
antesala de la quiebra. Los bancos todo lo hacen a su favor y conveniencia para
machacar en la mejor posición al deudor cuando impusieron al legislador (el
ejecutivo y legislativo están a su servicio) el vencimiento anticipado, es
decir, se facultan por ley cuando ocurre el primer percance: a
la segunda o tercera cuota no pagada pueden reclamar la totalidad del préstamo
pendiente. Este jarabe de palo se les ha vuelto en contra
cuando la crisis se ha agudizado, y está ligada a seis millones de parados, y
se exige, en contra del sentido común, las cuotas de los meses y años que
todavía no han vencido (concepto de deuda: exigible, liquida y vencida). Ahora
toca contabilizar que todo el préstamo está moroso en lugar de la realidad:
unas cuantas cuotas pendientes de pago.
Por esta razón hay prisa en recomponer
el balance contable, la solución que aplican: a) poner a trabajar a tope a la
asesoría jurídica para limpiar del balance los morosos, b) adjudicarse lo más
rápido posible los bienes inmuebles para revaluarlos y que el importe que
adeuda el hipotecado sin casa, pueda figurar en el balance como un activo que
tiene dos destinos: 1) sostiene el balance como deudor y lo podrá camuflar en
una emisión mixta de otras deudas que adquirirá el Banco Central Europeo y de
una forma u otra acabará como deuda del Estado. 2) colocará la deuda del
hipotecado sin casa a un fondo buitre que lo perseguirá de por vida y al
maravilloso banco no le importará vender esa deuda por un plato de lentejas, ya
que el diferencial entre lo que figura en balance y lo obtenido por la venta de
esa deuda se lo deducirá de su declaración de renta. Seguimos con lo del cerdo;
se aprovecha todo. Todavía queda por aplicar otro punto a la solución, el punto
b) buscar abogados externos para agilizar la cartera de impagados.
No es ninguna novedad, desde siempre las entidades financieras han recurrido a
abogados externos para esta labor, pero nunca a esta escala y de esta forma.
El Mercenario ejecutor.
Casualmente, en la
edición del 19 de enero de Expansión, me encuentro con una información para
pasar página, ya que solo interesa a los propios contendientes que se pelean.
Sin embargo algo me llama la atención, dice así:“El socio fundador y ex director general de “Chávarri & Muñoz
Abogados”, Santiago Muñoz Martín, ha decidido crear su propia firma, Muñoz
Otero Asociados. En el comunicado, Santiago Muñoz asegura haber sido el creador
de un “sistema matricial propio que permite obtener una rentabilidad y celeridad en los
procedimientos judiciales y permite dar apoyo jurídico a entidades y empresas
con gran volumen de procedimientos abiertos, que internamente no pueden asumir” : para dejarlo más claro se remata con
lo siguiente: “Sin embargo, desde su antiguo despacho matizan que el abogado, en
su nueva firma, no puede utilizar por cuestiones contractuales los sistemas ni metodología propios de Chávarri & Muñoz Abogados”. No está mal para empezar, lo que me
había llamado la atención es lo resaltado en negrita cuando
se habla de un sistema matricial que los hace ricos.
Estamos
al cabo de la calle, se pelean por la pasta, que es mucha, que genera el sistema
creado. Intuyo de que se debe tratar; programas informáticos para el uso de
abogados existen desde hace años, y básicamente se utilizan para registrar los
encargos y seguir los pasos que precisa el procedimiento judicial y controlar
los tiempos, es decir, que el sistema avise con la suficiente antelación del
cumplimiento de los plazos. Si Chávarri & Muñoz Abogados ha “inventado” un
software, debe de ser algo específico para una acción procesal determinada. Me
pongo a buscar y enseguida encuentro, resulta que estos chicos lo
que han “inventado” no es otra cosa que el negocio millonario de la tramitación
de las ejecuciones hipotecarias al por mayor. Llegan a este mercado, de prestación
de servicios a la banca, justo en el momento que se observa en la gráfica
mostrada, y en un plis plas se colocan en las mejores posiciones
del ranking de los despachos de abogados con más facturación y más rentables.
Al final los números
cantan, tan solo hay que observar los detalles y ahí encuentras las respuestas.
Alguna razón tenía que haber para estrecharse el margen de tiempo entre la
ejecución hipotecaria y el desahucio. También se debe de considerar, aunque la
gráfica no lo delate, el tiempo que transcurre entre que el deudor deja de
pagar la cuota mensual de la hipoteca y el inicio del procedimiento en el
juzgado. En definitiva, Chávarri & Muñoz con su “invento” de la producción
masiva de echar gente a la calle, llamó la atención de los bancos, que
encaminaron sus pasos hacia ese despacho. El software triunfador consiste en reducir los plazos de las
ejecuciones hipotecarias a la mitad. El sistema matricial del que hablan no es
otra cosa que una plantilla en la que se introducen datos y genera “el papeleo” del procedimiento tasado de las
ejecuciones hipotecarias. Cuando el juzgado resuelve un tramite, el sistema
triunfador de estos chicos genera el siguiente paso, dando respuesta en escasos
minutos.
Especializados en estos procedimientos, la maquinaria funciona a
destajo. Hemos
encontrado la respuesta: los hipotecados no solo tienen como adversario a los
terribles bancos, si no que además, se refuerzan con eficaces mercenarios. Los
bancos podrán decir lo que quieran, pero sacan provecho con las ejecuciones
hipotecarias, a pesar de tener que oírles lloriquear por el dinero que pierden
y por lo que les hace sufrir echar gente a la calle o debajo de un puente y que
la vivienda se quede vacía, la destrocen los vándalos, la ocupen los ocupas y
se lleven todos los electrodomésticos, todo y más con tal de ejercer la
hegemonía de la propiedad.
El Letrado y el elenco.
Hasta hace unos años
quien dejaba de pagar un préstamo con garantía hipotecaria ni se le ocurría
acudir a un abogado para defender el ejecutivo que se le venía encima. El
procedimiento estaba anclado en la Edad Media: el deudor no podía abrir la
boca. Era un
deudor y se le aplicaba el reglamento vigente. Ni la incorporación del Reino de
España a la Unión Europea supuso una adaptación a la regulación existente en
materia de consumidores. Los gobiernos sucesivos no tuvieron un momento para
este ajuste europeo, hasta que una denuncia llegó a los Tribunales europeos y
conminó al gobierno español a una conciliación que se hizo en mínimos, tarde,
nueve años después de la entrada en Europa, y mal. El Consejo General del Notariado,
tan mal ha visto las cosas, que ha tenido que crear el Órgano de Control
de Cláusulas Abusivas para poner un poco de orden en el
redactado de las escrituras que emiten los bancos, que como un contrato de
adhesión se pasa de frenada en todo a su favor. Una salvaguarda que han tenido que
hacer los notarios, tratando de poner freno a su responsabilidad, cuando han
dado fe de atropellos impuestos por parte que les facilita el trabajo.
La
idea popular de que el notario vigilará que todo esté correcto, ha saltado por
los aires. Los notarios han creado una página web
para reforzar la tutela de los consumidores, en definitiva sus clientes, ya que son ellos los que pagan su
factura. Se puede
decir que el negocio de las hipotecas nace tarado; el director de la oficina
miente por el premio de una comisión, el notario, o mira para otro lado o le
parece todo bien, el registrador, si la escritura esta minutada por un banco,
ningún problema. Es en este ámbito donde el hipotecado se encuentra atrapado y
debe de dirigirse al letrado, que tirará de manual y le soltará al cliente: “lo
tiene usted muy mal, si quiere que lo intentemos serán 1.800€”. El hipotecado
ve ante sus ojos una muralla en la que se estrella ¿Si no puedo pagar la cuota
de la hipoteca de donde saco para pagar al abogado? Por tratar de paralizar un
desahucio, hay abogados que solicitan una provisión de fondos de más de 3.000€.
A quien le pueden conceder la justicia gratuita, tiene tan mermado sus recursos
y tan baja su moral, que hasta se siente culpable de haber llegado a la
situación en la que se encuentra.
El placebo.
Cumple definir lo que
nos dice la RAE respecto al Placebo: Sustancia
inocua que carece de valor terapéutico directo pero se administra a los
enfermos por su efecto sugestivo benéfico. Dicho esto, con todo el
respeto que me merecen aquellas personas que se movilizan por una causa, digo
lo que pienso sobre la actuación de la Plataforma por Afectados de la Hipoteca
(PAH). Todavía más, he seguido muy de cerca la evolución de la plataforma desde
el mismo momento de su irrupción como movimiento de protesta, poniendo en
evidencia una situación insostenible, por la carga de injusticia que soporta
una parte de la población. Si se conoce a fondo el intríngulis de cómo actúan las cúpulas
bancarias y los mecanismos que utilizan, se puede decir, sin duda alguna, que
el camino que ha seguido la plataforma no le llevaba a ningún sitio. Prueba
de ello está en el incremento imparable de ejecuciones hipotecarias, que como
aquí se ha dicho, supera los 600.000 desahucios.
Me moví todo lo que pude para advertir
que la Iniciativa Legislativa Popular de la que se recogieron casi un millón y
medio de firmas, no tenía encaje en una ley que con efectos retroactivos hace añicos la tan proclamada “seguridad jurídica”. El Congreso de los
Diputados no la aceptó. Había, y sigue habiendo, otros caminos que sí llevan a
un destino con mejores augurios de éxito. Que quede claro, que la PAH tiene su
papel asistiendo a la gente, tramitando los casos más desesperados, servir de enlace
con los bancos, y muchas cosas más. Se puede decir, que la organización de la PAH es necesaria,
absolutamente necesaria, pero no es suficiente para enfrentarse a un monstruo
que saca fuego por la nariz con una espada de madera.
El ímpetu de la PAH
llegó a ser tan poderoso, con Ada Colau al frente, que la banca temió que los
afectados se desmadraran. Razones no les faltaban y la maniobra se llevó su
tiempo. Los infiltrados hicieron de las suyas. Introducir confidentes forma
parte de los procedimientos para acabar reconduciendo una situación de esta
complejidad. Esta forma de infiltración es de libro. ¿Qué necesitan los bancos
para salir bien parados del lío en que nos han metido? Tiempo
Necesitan dosificar el problema y no atragantarse de incidentes difíciles
de controlar en las oficinas bancarias, y también necesitan que alguien calme a
la fiera y sea interlocutor, que con algo se le
compensará, ya sea la aceptación de un ruego de aplazamiento, dación en pago, o
un medio acuerdo para reducir la cuota mensual. Mientras muestran esa cara
amable, por otra parte, aceleran con los métodos de Chavarri & Muñoz las
ejecuciones hipotecarias. La PAH, a pesar de la utilidad expuesta, sirve, sin que ellos lo
aprecien, de parapeto a los bancos. No obstante, si la plataforma no
existiera se la tendría que inventar, por la función que desarrolla. El combate
de la PAH con los bancos, si tenemos en cuenta los resultados obtenidos, es una
guerra perdida desde el inicio; la espada de madera conforma un endeble
armamento de escaso valor terapéutico, pero se aplica por su efecto sugestivo
benéfico.
La Señora Justicia.
Esta Señora, bien por
la venda que lleva en los ojos o por la monotonía de los procedimientos
judiciales, o por que lo que menos importa es tener razón, o por falta de decisión
política para que esté al servicio de los ciudadanos, y no rendida a una élite
oligárquica, que la utiliza como instrumento de poder y adicionalmente le sirve
de departamento de cobros, en gratis total. Por si no fuera suficiente lo ya
dicho, los bancos engañan a los jueces. Lo tienen fácil. Los
bancos acreedores se ajustan a lo previsto en el procedimiento judicial y omiten, interesadamente, que no son
los legítimos dueños de la hipoteca.
La banca encontró el perfecto medio para
desarrollarse otorgando préstamos con garantía hipotecaria, que
en lugar de ser un activo de valor, se convierten en un producto financiero,
que se coloca en el mercado. Es relativamente nueva esta forma de
proceder que se conoce como la titulización de activos, así como el papel que
asumen las entidades financieras en estas operaciones: una vez que han otorgado
préstamos con garantía hipotecaria, los ceden a terceros y cobran al contado. Ceden
los préstamos, al reconvertirlos en bonos hipotecarios, y transmiten el riesgo
de impago al bonista. Una
vez realizada la operación de cesión, el banco se posiciona según las cláusulas
del Folleto de emisión, en Administrador de los cobros. No obstante, como
supuesto acreedor, se inscribe en el Registro de la Propiedad los inmuebles
procedentes de la subasta, cuando el préstamo ha resultado fallido.
Los bancos decidieron
elevar, ya que controlan las tasadoras de inmuebles, el precio a pagar por una
vivienda, y acto seguido, después de otorgar el préstamo hipotecario, se
transforma en un producto financiero que adquiere un tercero. Esta operativa se
ha realizado conforme a la legislación vigente y a la vista de cualquiera que
quisiera mirar. En España se ha construido, en el periodo glorioso, más que en
Francia, Italia y Alemania juntas, a través de hipotecas titularizadas que los
bancos han cedido (vendido) a terceros. ¿Cómo es que posible, a día de hoy, que la judicatura actúe
todavía a la vieja usanza, cuando el sistema financiero ha cambiado
radicalmente? Por
esta misma actitud la medicina todavía estaría anclada en métodos del siglo
pasado. Son los jueces que atienden estos procedimientos los que se deben
de reciclar
Ver:https://ataquealpoder.wordpress.com/2014/12/08/la-bomba-atomica-dirigida-a-la-banca-esta-lanzada/
Lo que sucede en los juzgados de toda
España con los procedimientos ejecutivos hipotecarios, es un insulto a la
Justicia. La transición para las entidades
financieras no ha
existido, actúan en barra libre, y el uso y las costumbres impuestas nos llegan
a parecer normales. Si un préstamo lo tratamos como un hecho mundano de que
alguien, le deja a alguien un dinero que se compromete a ir pagando a plazos
durante un tiempo, no parece nada extraño. En el transcurso de ese periodo el
prestamista decide vender la deuda a un tercero y cobra al contado sin informar
al deudor de esta transmisión. No obstante, ese tercero acuerda con el
prestamista originario, que continúe a cargo de los cobros mensuales y se los
remita. El acuerdo funciona durante un tiempo, hasta que el deudor deja de
pagar y es cuando el prestamista originario ve la oportunidad de presentarse en
el juzgado con la documentación original, y omitirle, al juez, que había
vendido la deuda, con el fin de reclamar y apropiarse de la garantía del
deudor, y además de todo lo que puedo sacarle. Al comprador de la deuda le digo
“las cosas han ido mal y este tío ya no paga, te recuerdo que el riesgo lo
tenías tu”.
Ver:https://ataquealpoder.wordpress.com/2015/01/19/cronica-de-un-desahucio-inminente-y-de-como-la-banca-engana-a-los-jueces/.
Esto pasa cada día en los juzgados. ¿Los jueces están haciendo bien su trabajo?
El Samaritano.
La parábola del buen
samaritano es una de las parábolas de Jesús más conocidas, relatada en el
Evangelio de Lucas. Sin ningún tipo de connotación religiosa, traigo a colación
este episodio empleado por Jesús de Nazaret, un ejemplo expresivo e incisivo de
su mensaje exigente. En Wikipedia lo explica así:“Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de
salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio
muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, dio un
rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio lo vio y dio un
rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verlo tuvo
compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y
montándolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al
día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: “Cuida de
él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.” ¿Quién de estos tres te
parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?” No hay
duda de quien es quien. A pesar del tiempo transcurrido, salteadores que
despojan a sus victimas y los dejan en la indigencia todavía perduran.
Los
fundadores de la Asociación hbUCI – Asociación de Afectados por las Hipotecas Basura de la Financiera
UCI –http://Asociacionhbuci.Wordpress.com.
amplían su radio de acción, y
han constituido una asociación que abre el abanico a todos los hipotecados en
dificultades. La
semana próxima, la asociación como tal y sus fundadores se presentarán en
escena dispuestos a una guerra sin cuartel ni tregua contra los bancos y los “chavarri” de
turno, buscando alianzas y colaboraciones con todos los demás actores de
esta triste comedia que inunda el país de dolor y acaba con miles y miles de
desahucios. Tocamos con los pies en el suelo, somos David, ellos Goliat, pero
contamos con la persuasión que nos da la posibilidad de parar los desahucios
con documentos en mano y con una dosis de inteligencia. Hay mucho que explicar,
en una semana lo dejamos listo: empezamos con una campaña de participación
ciudadana.
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