HIPOTÉTICO PROGRAMA
POLÍTICO A DESARROLLAR POR EL DECRECIMIENTO
Algunas de las
principales propuestas que hacen los teóricos del decrecimiento y que serían
parte fundamental de un hipotético programa político a desarrollar.
1# Quizás una de las medidas expuestas más
concreta, estudiada y criticada es la reducción de la jornada de trabajo junto
con todas las consecuencias que esto conlleva. En ciertos casos, se ha propuesto
la reducción de la jornada laboral a un tercio de la actual (91) Lafargue
proponía trabajar 3 horas para producir lo necesario y no lo superfluo (92),
junto con una progresiva y necesaria desmonetarización de la economía (93).
Aunque quizás la clave no sería el número total de horas para determinar la
productividad en un trabajo sino el lugar concreto del trabajo como verdadero
determinante de su valor.
Hay que recordar en este punto que la jornada
semanal de trabajo en Francia es de 37,6 horas mientras que en España pese a
los reiterados intentos de reducirla se sitúa en las 41 horas según datos de
Eurostat de 2005. En Francia y desde 2007 se ha liberalizado la jornada semanal
de trabajo, dando libertad para superar la limitación anterior a 35 horas implantada
por el socialista Lionel Jospin en el año 2000 con lo que se espera un aumento
de la jornada semanal media. A esta medida se le sumó la exención fiscal para
el trabajador y la liberación de cargas sociales para el empresario francés en
el caso de las horas extras con lo que se fomentaba su uso y una desvinculación
progresiva de la función social del trabajo en favor de otra función más
economicista (94).
En España este incremento de las horas de
trabajo semanales es atajado al menos en parte mediante el artículo 35 del
Estatuto de los Trabajadores, que establece que: “El
número de horas extraordinarias no podrá ser superior a ochenta al año”. Por
lo tanto podemos ver que la tendencia al menos en Francia y España en la
actualidad sería la contraria que la recomendada por los defensores del
decrecimiento.
Debido también a esta reducción de la jornada
de trabajo y coincidiendo con lo que sugería Hannah Arendt (95), se
rehabilitarían otros componentes de la vida activa de los ciudadanos; entre
otras la obra del artesano o del artista y la acción propiamente política,
consiguiéndose en el camino una descolonización del imaginario productivista.
Con la reducción de horas, obviamente, también se pretende el empleo de más
personas.
La identificación del trabajo exclusivamente
con el empleo remunerado es también una característica de nuestro sistema de
desarrollo que hace que el trabajo dedicado al cuidado humano (crianza,
alimentación, cuidado de personas mayores, enfermas o discapacitadas) aun
siendo imprescindible para la vida humana, al no seguir la lógica capitalista
ocurre a veces de forma inadvertida (Herrero y González Reyes, 2011:40).
Al contar con más tiempo tras la reducción de
la jornada de trabajo, estas labores probablemente adquirirían notoriedad y una
larga tradición de reivindicaciones feministas se vería recompensada al ser
este género el que ha venido soportando la mayor parte de esta carga.
2# Una medida complementaria a la anterior sería
la implementación de una Renta Básica de Ciudadanía con el objeto de compensar
los trabajos peor remunerados o de más difícil valoración a la vez que se evita
la exclusión social a la que son empujadas capas sociales por el hecho de
ocupar empleos o mal remunerados o estar en desempleo. A esta propuesta, a
menudo también se le anexa la de una Renta Máxima o ingreso máximo autorizado
(Taibo, 2011a:77) con la intención última de fomentar de alguna manera el
concepto de igualdad entre la ciudadanía de un Estado.
3# La reconsideración del uso de la tierra es
otro asunto recurrente en la bibliografía sobre el decrecimiento siendo uno de
sus indicadores la huella ecológica (o el uso que hacemos de los recursos
naturales per
capita), uno de los objetivos a
reducir aunque la meta principal sería alcanzar la autonomía alimentaria y la
auténtica soberanía sobre los recursos haciendo a las economías del tercer
mundo menos dependientes del comercio exterior. Es decir, una vuelta a la
agricultura campesina.
La sustracción incluso de tierras ya ocupadas
o a ocupar por el asfalto y el cemento especialmente por la especulación
urbanística es un tema que aparece también como modo de fomentar una
agricultura de más proximidad (Herrero y González Reyes, 2011:44).
4# Internalizar los costes del transporte dando
el valor apropiado al uso de recursos no renovables y a los daños colaterales
debidos a la contaminación por la combustión de hidrocarburos, es otro objetivo
principal para los decrecentistas. El recurso a la fiscalidad ecológica es una
de las principales opciones con las que se contaría junto con una limitación
expresa del consumo para ciertos productos.
5# Relocalizar las actividades y las industrias
para evitar costes excesivos del transporte, provocando a la vez un
redimensionamiento de las infraestructuras y un acercamiento entre productores
y consumidores.
6# Reducir la capacidad de circulación
motorizada (aparcamientos, carriles), peatonalizar calles y estimular la
movilidad colectiva. Con lo que se dificulta el uso de medios de transporte
motorizados y se favorece el vínculo de cercanía (a pie o en bicicleta).
7# La penalización por el uso de publicidad (96)
o la evaluación y apoyo a las innovaciones tecnológicas más aceptadas, debería
ser una consecuencia más del desarrollo democrático de las comunidades junto
con la participación en la
determinación de las partidas
presupuestarias.
8# El sistema crediticio es otro tema recurrente
en la bibliografía sobre decrecimiento al ser señalado como uno de los
principales responsables del modelo de consumo actual (Latouche, 2011:42). El
empleo de monedas sociales o locales aparece también como una vía de escape
para dar alternativas a la crisis del sistema financiero actual.
9# La lucha contra la obsolescencia programada
con la que son diseñados muchos de los objetos que utilizamos en el día a día y
que nos obligan a sustituir en un corto periodo de tiempo muchos de los bienes
que utilizamos (97). El concepto de moda
u obsolescencia estética y simbólica, como la refiere Fernando Cembranos (2011:173), iría muy parejo a este
patrón de diseño industrial.
Ante la dureza de estas medidas (Puntos principales de un
programa a desarrollar), algunos
autores dudan incluso de la capacida del Estado para imponerlas si no es bajo
la forma de ecofascismos o ecototalitarismos (98). Los autores que defienden el
decrecimiento, por el contrario, basan sus esperanzas en que el cambio del
ideario en el que se persiga la utopía convivencial, junto con un cambio en el
entorno que coadyuve, atraerá a la mayoría de los ciudadanos. Todo esto unido a
una radicalización democrática y la instauración de algunas medidas para
profundizar en el sistema democrático como instituir el derecho de revocación
de las personas elegidas, referéndums de iniciativa popular, participación
directa en algunos casos y presupuestos participativos (medidas estas recogidas
como reivindicaciones por el movimiento 15M o Democracia Real Ya!, en España) .
Por otro lado y atendiendo en este caso a la
conducta individual, el modo de proceder de un activista en favor del decrecimiento,
deberíamos poderlo reconocer al menos en dos actitudes alternativas o
complementarias:
1ª Consumiendo menos, es decir, fomentando la Sobriedad (99), y/o
2ª Autoproduciendo, intercambiando y donando.
Es decir, favoreciendo la Autogestión
y la Solidaridad.
Sin duda estas actitudes o virtudes
individuales se verían reforzadas o al menos reconducidas si el entorno
premiara de forma más evidente estas conductas mediante tasas, normas u otras
formas de bonificación, cosa que parece poco probable al chocar frontalmente
con algunos de los fundamentos básicos del sistema capitalista actual
contrarios a las actitudes señaladas más arriba:
1# Obsolescencia programada (100) de muchos
de los objetos manufacturados.
2# La externalización e internacionalización
industrial, con el objeto de evitar presión fiscal excesiva y desvincular al
consumidor del objeto de consumo.
3# La monetarización de cualquier ámbito de
las relaciones sociales (en especial la cultura y el ocio).
La evolución de una sociedad que optase por
el decrecimiento, según lo apuntado más arriba, no tendría por qué seguir
necesariamente igual curso en un territorio que en otro, debido a sus
especificidades. Y para poder concentrarse una comunidad en su ámbito local y
actuar con efectividad, necesitaría de cierto margen de autonomía política.
Esto habría de conducir a una profundización de los procesos democráticos y a
una mejora en la capacidad de decisión de todos los ciudadanos de una
determinada comunidad (101), provocando de nuevo que cada comunidad encuentre
su propio y mejor camino para su desarrollo (102).
«La creencia de que mi lugar de
residencia es el centro del mundo es esencial para
dar
un sentido a mi vida» Raimon
Panikkar (103)
Respecto a este tema Elinor Ostrom, premio
Nobel de Economía, ha defendido o al menos ha reconocido ciertas pautas de
organización (Ostrom, 2011:11), que favorecen la gestión de la población sobre
los bienes comunes como la forma más eficiente de su uso. Por lo tanto dando un
impulso a los que creen en la capacidad de autoorganización de las comunidades
respecto a los recursos de uso común, frente a los que únicamente creen en la
gestión privada o pública (Ostrom, 2011:14). Y por lo tanto desacreditando la
más que aceptada y hasta hace poco inevitable Tragedia de los Comunes.
Con el incremento de las distancias,
derivadas de un encarecimiento de los combustibles, la perspectiva de lo local
se tornaría fundamental y así la obtención de recursos o la tecnología
necesaria en la vida cotidiana de los ciudadanos debería ser repensada en cada
comunidad para dar respuesta a necesidades y recursos totalmente distintos.
Habría que replantearse ¿qué producir? ¿en qué condiciones? Y ¿con qué utilidad
social? Y quién mejor que los propios afectados para responder a estas preguntas.
En todo caso, quizás sean las circunstancias
o el entorno cambiante hacia el que hipotéticamente nos dirigimos el que
provoque que ciertas medidas sean ineludibles. En especial, el deterioro de la
naturaleza y el agotamiento de los recursos energéticos no renovables serían
los detonantes de un cambio social y cultural, que quizás sea el más brusco que
haya visto la humanidad en varios siglos (104), aunque las consecuencias sean
en estos momentos en cierta medida impredecibles. Por esto una planificación
adecuada que diese toda capacidad de decisión a la ciudadanía lo antes posible
también impediría el surgimiento de ideologías autoritarias que actuasen por
imperativo eco-político (ecototalitarismos).
"El decrecimiento debería
ser defendido no como una necesidad sino como una
elección
política" (Fournier,
2008:536)
Notas
90 - Artículo de Pérez-Álvarez http://www.psicothema.com/psicothema.asp?id=3970
91 - Jacques Ellul establece como condición
necesaria para asegurarnos a todos un empleo satisfactorio, reducir la jornada
de trabajo hasta las 2 horas. (Ellul, 1976)
92 - Lafargue, (2010:29)
93 - Atendiendo la consecuencia de que para
conseguir un verdadero decrecimiento, uno de los caminos sería una progresiva
ruralización de la sociedad, Félix Rodrigo Mora nos apunta un dato interesante
respecto a la desconexión del sistema actual “Si la masa dineraria en
España en 1939 era de 6.000 millones de pesetas, en 1950 aquella alcanzaba ya
los 31.600 millones de pesetas”
(monetarización de la vida del país). Rodrigo, (2008:32)
94 - El eslogan electoral de Nicolás Sarkozy
en la campaña presidencial que le llevó al Palacio del Eliseo (2007) se situaba
en las antípodas de las propuestas decrecentistas; “Trabajar más para ganar
más”. Citado por Latouche (2011:61).
95 - Citado por Latouche (2009a:216)
96 - Según Serge Latouche, la publicidad
llega a constituir la segunda partida presupuestaria mundial después del
armamento. Latouche (2009b:26)
97 - “Es imposible encontrar
una pieza de reemplazo o un técnico reparador”. Latouche
(2009b:29)
98 - Latouche, (2009a:246)
99 - Este concepto, Francesco Gesualdi lo
analiza subdividiéndolo en cinco acciones: reducir, reutilizar, reparar,
reciclar y ralentizar.
La obsolescencia programada de muchos de los
aparatos con los que nos relacionamos a diario parece ser una más de las vías
sobre las que profundizar en el camino para encontrar alternativas al modelo de
crecimiento ; piezas estandarizadas, envases retornables, comercios para
reparar, etc. Y así evitar el consiguiente deterioro medioambiental. Aquélla,
la obsolescencia programada, pone en evidencia además la histórica
reivindicación productivista industrial.
101 - Presupuestos participativos,
reconquista de los bienes comunes o la creación de foros de análisis sobre el
autogobierno serían algunas medidas
(movimiento 15M)
102 - Esta idea es apuntada por varios
autores. Félix Rodrigo Mora entre otros.
103 - Citado por Latouche, (2009a:191)
104 - Hubbert, 1974:125-126
Jaime Cantero
Rodríguez
Extraído del documento: 'El movimiento
por el “decrecimiento”, ¿una alternativa a la crisis sistémica? Primeros pasos
en francia y españa'
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