Un puñado de empresas multinacionales monopolizan cada uno de los tramos de la cadena agroalimentaria

SUPERMERCADOS AL ATAQUE
Impactos, resistencias y alternativas.

‘Pistas para una agricultura ecológica y social’

Esther Vivas (1)

La editorial Syllepse Editions   acaba de publicar en francés el libro Pistas para una agricultura ecológica y social. Una obra que analiza cómo en la época de la globalización y frente a los desafíos ecológicos y climáticos, la agricultura concentra un buen número de preguntas y plantea el reto de una reconversión hacia una agricultura campesina y agroecológica.

La publicación, cuenta entre otros, con artículos de Esther Vivas.

AQUÍ, se puede leer el artículo ‘Supermercados al ataque. Impactos, resistencias y alternativas’ de Esther Vivas que figura en la obra y del que incluimos a continuación la primera página

Supermercados al ataque. Impactos, resistencias y alternativas.

¿Qué comemos? ¿Cómo se ha producido aquello que consumimos? ¿Qué precio
pagamos por dichos productos? Son decisiones que ya no están en nuestras manos. La
cadena que vincula campesino y consumidor se ha ido alargando en los últimos años,
hasta el punto que en la actualidad ambos ya no tienen capacidad alguna de decisión
sobre la misma. Las políticas agrícolas y alimentarias están en manos de un puñado de
empresas multinacionales que monopolizan cada uno de los tramos de la cadena
agroalimentaria, donde la gran distribución, los supermercados, juegan un papel clave.


La distribución en muy pocas manos

En los últimos años, la gran distribución comercial ha experimentado un proceso, sin
precedentes, de expansión, crecimiento y concentración industrial. Las principales
compañías de venta al detalle han entrado a formar parte del ranking de las mayores
multinacionales a nivel mundial y se han convertido en uno de los actores más
significativos del proceso de globalización capitalista.

En el año 2007, la empresa más grande del mundo en volumen de ventas, según la lista
Fortune Global 500, fue la multinacional Wal-Mart (con el número uno de la lista), el
“gigante” de la distribución al detalle, por delante de multinacionales del petróleo y de la
industria automovilística como Exxon Mobile, Shell, British Petroleum o Toyota. En el
mismo listado, aunque a mayor distancia, se encontraban también otras empresas de la
gran distribución como Carrefour (número 33), Tesco (número 51), Kroger (número 87),
Royal Ahold (número 137), Grupo Auchan (número 139), entre otras. Y nuestra
alimentación depende cada día más de los intereses de estas grandes cadenas de venta
al detalle.

En Europa, entre los años 1987 y 2005, la cuota de mercado de las diez mayores
multinacionales de la distribución sumaba un 45% del total y se pronosticaba que ésta
podría llegar a un 75% en los próximos 10-15 años (IDEAS, 2006). En países como
Suecia, tres cadenas de supermercados controlan alrededor del 95,1% de la cuota de
mercado; y en países como Dinamarca, Bélgica, Estado español, Francia, Holanda, Gran
Bretaña y Argentina, unas pocas empresas dominan entre el 60% y el 45% del total
(García y Rivera, 2007).

Nunca el mercado de la distribución de comida había estado en tan pocas manos. En un
extremo de la cadena alimentaria millones de consumidores, en el otro miles de
campesinos y en medio unas pocas empresas controlan la cadena de distribución. Es lo
que se ha denominado: la teoría del embudo. Si miramos las cifras en Europa, lo
constatan: 500 millones de ciudadanos/consumidores en un lado, 10 millones de
agricultores en el otro, y en medio 14 centrales y grupos de compra (2) principales que
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http://esthervivas.com/2014/03/10/libro-pistas-para-una-agricultura-ecologica-y-social/