¿QUÉ HA PASADO PARA QUE PP Y PSOE SE ENTEREN DE LOS DESAHUCIOS?
Conscientes
de la mala imagen del país del paro y los desahucios, las “número dos” de Rajoy
y Rubalcaba, Soraya Sáenz de Santamaría y Elena Valenciano
Martínez-Orozco, respectivamente, quedaron el miércoles a comer en La
Moncloa para poner freno a los desalojos. No explicaron la fórmula que el
Gobierno del PP y el principal partido de la oposición van a aplicar, pero se
comprometieron a aplicarla antes de Navidad.
Paralelamente, el dirigente de IU Cayo
Lara, reclamó en su primer
encuentro con Rajoy en La Moncloa una silla en la negociación
para todos los grupos y la asociaciones de afectados, pero el presidente le
contestó que ni un taburete. IU viene reclamando desde la legislatura pasada la
modificación de la ley hipotecaria y de los procedimientos de embargo y
desahucio que desde el comienzo de la crisis financiera y económica han
afectado a 350.000 familias.
La
vicepresidenta Santamaría y la vicesecretaria socialista Valenciano llegaron al
compromiso de poner en marcha cuanto antes las medidas para frenar los
desahucios, bien por decreto gubernamental o mediante un proyecto de ley que
recoja partes esenciales de la proposición
de ley del PSOE y sea tramitado por el procedimiento de urgencia.
Para los
socialistas es prioritario proteger a las familias más vulnerables, con hijos o
con mayores a su cargo. Por “vulnerabilidad”
se entiende estar en paro –o sea, más del 25% de la población activa– y tan
impecune como para no poder comer y pagar la hipoteca a la vez. Un millón y
medio de desempleados no recibe prestación alguna.
De
momento, tres expertos del Gobierno y tres del PSOE estudiarán desde el lunes
las medidas en las que se pueden alcanzar acuerdos para evitar cuanto antes el
drama de los desahucios. El
PSOE ha propuesto la dación en pago y una cuota de alquiler que permita a los
hipotecados seguir en la vivienda cuando el acreedor sea alguna entidad
intervenida o rescatada con créditos avalados por el Estado, caso del
conglomerado Bankia. El Gobierno estudiará además la exigencia a las entidades
intervenidas de que oferten alquileres sociales a las familias que ya han sido
desahuciadas.
Las
negociadoras rechazaron la oferta de Lara a Rajoy de sumarse a la negociación.
De este modo, el grupo de Izquierda Plural queda fuera del posible pacto,
aunque si quiere apoyarlo podrá hacerlo en el Parlamento. Como se sabe, fue
IU-ICV-CHA el grupo que empujó al Gobierno a decretar un Código de Buenas Prácticas
instando a la banca a negociar con las familias que no podían pagar antes de
ejecutar las hipotecas. Pero ese código era de aplicación voluntaria y sólo ha
servido para mostrar la buena disposición del ministro de Economía, Luis de
Guindos, y la menos buena de la banca. En la legislatura pasada, el PSOE y
el PP sumaron sus votos contra otras iniciativas de IU y otras formaciones de
izquierda que reclamaban la dación en pago, si bien Zapatero elevó de 600 a 900
euros la parte inembargable del sueldo para pagar la deuda hipotecaria tras
perder la vivienda.
Si
el drama social de los desahucios viene escarneciendo a los trabajadores sin
empleo desde hace cuatro años, ¿qué ha pasado ahora para que el PP y el PSOE se
hayan enterado? El movimiento de indignación del 15M y las plataformas que siguen
la lucha por la justicia y la dignidad han realizado un impresionante trabajo
de conciencia social y de barrera física contra los desalojos, medio sistema bancario
ha estallado como un huevo podrido tras la ingeniería financiera consentida por
el Banco de España y la indignación de los jueces se ha desbordado.
¿Hasta
cuando un contrato hipotecario firmado con una tasación y unas condiciones
impuestas por la parte más fuerte, la banca, ha de tener más valor que una
sentencia judicial? Tanto el PSOE como el PP frenaron en el Consejo del Poder
Judicial el debate del informe que reclamaba la modificación de la ley
hipotecaria de 1909. Y
aunque el PSOE se apresuró a presentar una proposición de ley chapuceramente
redactada para convertir en obligatorio el Código de Buenas Prácticas para las
entidades intervenidas y Rajoy se comprometió a negociar el asunto en el debate
de hace una semana con Rubalcaba, todo apunta a que la ley hipotecaria
permanecerá incólume y sólo se modificará algún detalle de la Ley de
Enjuiciamiento Civil.
Eso no quita para que el Gobierno y el primer partido de
la oposición hayan caído en la cuenta de lo sucio, cruel y reprobable que es
rescatar a unos bancos que echan de sus casas a las familias pobres que no
pueden pagar las cuotas por haber perdido el empleo. ¿Cuántos suicidios
visibles e invisibles necesitaban para tomar cartas en el asunto? Por lo demás,
la insólita apertura al diálogo por parte del jefe del Gobierno se produce una
semana antes de la huelga general del 14-N, la segunda contra la política
económica y antisocial de Rajoy en plena depresión.
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