PÀGINES MONOGRÀFIQUES

24/9/12

Del monocultivo del euro hacia la diversidad monetaria


LA MONEDA ECO DEL ALT CONGOST 

En septiembre de 2011 un grupo de amigos decidimos organizar un mercado de intercambio en un pequeño pueblo del interior de Catalunya. Teníamos dudas de que pudiera funcionar, pero nos lanzamos y conseguimos un montón de intercambios y contactos. Nuestra idea era testear el terreno para la posible implantación de una red en la región. ¡Fue todo un éxito y ahora vamos a por el 4º mercado!

El ECO del Alt Congost nació en junio de 2012 bajo el paraguas de la asociación XELAC (Xarxa d'Economia Local de l'Alt Congost) en ocho pueblos catalanes, entre las comarcas del Vallès Oriental y Osona. Es un sistema de intercambio con moneda complementaria donde no solo se puede comprar y vender; también se pueden realizar servicios, prestar herramientas, compartir coche e incluso ofrecer tierras y espacios. A su vez, pueden participar tanto particulares como pequeñas empresas.
 
Nuestro proyecto todavía está en pañales. Hay muchas experiencias parecidas alrededor del mundo que nos llevan ventaja y de las que queremos aprender. El modelo que usamos está basado en un sistema de crédito mutuo donde los participantes obtienen un saldo positivo cuando ofrecen y negativo cuando reciben algo; lo podríamos entender como un sistema de favores dentro de la comunidad.
 
Hemos definido un límite geográfico a conciencia para garantizar que sea una herramienta local y a escala humana. Vimos que hay otras experiencias que abarcan comarcas o ciudades muy grandes donde las distancias son mayores y los intercambios se complican. En nuestro caso pretendemos conseguir una mayor proximidad entre los participantes, re-descubrir talentos y riquezas regionales, potenciar el comercio local y tener una mejor atención hacia los miembros del sistema.
Desde lo pequeño

En tres meses se han registrado 23 personas, dos comercios (un restaurante y un panadero) y un huerto compartido. Es un crecimiento lento y modesto que esperamos acelerar mediante charlas, ferias, edición de material promocional y encuentros presenciales. Tenemos apoyo institucional por parte del ayuntamiento de Figaró, que nos ha cedido un espacio para reunirnos y dinamizar la red, y del ayuntamiento de Tagamanent. Nuestra intención es aumentar considerablemente los miembros estableciendo lazos con servicios sociales, asociaciones y grupos de comerciantes. Entendemos que debemos alcanzar una masa crítica para cubrir un mínimo de necesidades y queremos tener una red de comercios asociados variada y complementaria. ¡A ver si lo conseguimos!

La tecnología no lo es todo

Para publicar anuncios con ofertas y demandas, así como para realizar pagos y cobros, usamos una plataforma web construida con software libre y una aplicación móvil. También usamos un sistema de cheques en papel. Pero aunque la tecnología ayuda, no lo soluciona todo. A partir de ahora vamos a poner mucho énfasis en la dinamización y a conectar a los miembros para ayudarles con los primeros intercambios. Nos hemos dado cuenta que no nos cuesta nada ofrecer y que nos volvemos muy tímidos para pedir; ¡y la gente también tiene que pedir! A la vez, vamos a realizar más entrevistas presenciales para ayudar a sacar todo el jugo que poseemos como personas.
Ya se han realizado algunos intercambios como compartir coche para ir de compras, venta de verduras, préstamo de alguna herramienta, intercambio de ropa...

La moneda social es un medio para conseguir un objetivo

Estudiando otras experiencias cercanas hemos entendido que crear una moneda no debe ser un objetivo sino un medio para alcanzarlo. Y pueden haber muchos objetivos: ¿Pretendemos dinamizar el comercio local? ¿Queremos potenciar el contacto con los vecinos? ¿Pretendemos mitigar problemas ambientales? ¿Nos gustaría apoyar a nuestra gente mayor y personas dependientes? Nosotros queremos que los vecinos se conozcan mejor y dinamizar un poco el comercio local. Si funciona nos propondremos nuevos retos.

Del monocultivo del euro hacia la diversidad monetaria

Aunque quisiéramos, el ECO Alt Congost no va a desterrar al Euro, pero si que va a ayudar a experimentar una diversidad monetaria muy necesaria. La moneda europea fue concebida para la especulación financiera y el crecimiento económico mediante la esclavitud de la deuda. Aunque algunos afirmen lo contrario, el dinero SÍ que tiene color. El mecanismo financiero y monetario actual nos ha conducido hacia el desastre. El ECO, en cambio, tiene el color de la solidaridad y la cooperación, no tiene intereses bancarios asociados ni persigue el crecimiento económico.

Nos gustaría que pudieran coexistir modelos económicos que se adapten a las necesidades humanas más básicas y esquemas que fomenten hábitos más saludables. ¿Os imagináis modelos de monedas para la educación, la atención a las personas o para mejorar nuestro entorno?

Eduard Folch,
Aiguafreda

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