Ecoaldeas en la ciudad
El movimiento de ecoaldeas está arraigando con fuerza en el mundo. La Red Global de Ecoaldeas (GEN: Global Ecovillage Network) tiene más de 15.000 afiliados en todo el mundo.
En los países del Sur, donde todavía mucha gente vive en pequeñas comunidades, que son ecoaldeas de hecho, el objetivo principal del GEN es ayudar a estas personas a resistir la influencia de la occidentalización, que supone un mayor consumo de tecnología extranjera y el aumento de la deuda, y consolidar una forma de vida que de por sí es mucho más sostenible que la que se vive en los países occidentales. Gracias a los nuevos conocimientos que aportan la permacultura, la bioconstrucción, la economía solidaria, etc., que el GEN difunde en el Sur a través de los Centros de Vida y Aprendizaje (Leaving and Learning Centres), se pretende aumentar también la calidad de vida de los pueblos del Sur con un impacto mínimo sobre el entorno, a la vez que recuperan o reafirman su autonomía y capacidad de decisión.
En el Norte, incluyendo aquí países desarrollados y en desarrollo, la situación se invierte. La mayor parte de la gente vive en las ciudades y de manera totalmente insostenible, para muchos, incluso miserable. Las ciudades del Norte se han convertido en sumideros de ingentes recursos, que en la mayoría de los casos son traídos de lugares lejanos aumentando el gasto en transporte y la contaminación por dióxido de carbono. La huella ecológica de las ciudades occidentales es varias veces superior al terreno que ocupan. Ted Trainer, investigador australiano de la Universidad de Nueva Gales del Sur, afirma en un artículo que si todos los pueblos del mundo vivieran como vivimos en Europa o Estados Unidos, se necesitarían ocho Tierras para satisfacer tanta demanda de recursos. En los países ricos estamos utilizando unas cinco hectáreas de tierra productiva por persona para satisfacer nuestras necesidades, cuando si tuviéramos que dividir toda la tierra productiva del planeta por la población mundial, apenas nos corresponde una hectárea.